Todos soñamos con irnos de vacaciones y algunos lo hacen a lo grande, mucho más ahora que los destinos turísticos cannábicos ya no son una ilusión.
Marruecos es cuna de una de las tradiciones cannábicas más ricas del planeta, el hachís marroquí es una de las grandes gemas mundiales. Y hoy hay un nuevo envión que coloca a Marruecos entre una opción titilante. Gracias a la apertura de la planta a nivel internacional, el país vuelve a posicionarse y subrayar su presencia como opción fuerte en el mapa de los viajeros más osados.
Aunque la venta y la tenencia de cannabis están penalizadas, Marruecos es uno de los grandes productores de cannabis a nivel mundial: son más de 100.000 familias las que viven de la planta ahí.
En regiones como Ketama, con las instrucciones apropiadas y los cuidados necesarios, cada vez más aventureros se contactan con los granjeros que, a un precio razonable, habilitan paseos y estadías por paisajes que son una locura. Además, claro, de un poco de hachís de primera mano.
De momento, este tipo de recorridos no se pueden pedir en una agencia de viajes pero, para los más atrevidos, sus colores y aromas están esperando.