En medio de una crisis de abuso de opiáceos legales como el fentanilo, que está causando muertes periódicamente en países como Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) entendió que era hora pronunciarse sin vueltas sobre el uso de cannabis medicinal.
La OMS no sólo se pronunció a favor del uso de Cannabidiol (CBD) como tratamiento para el dolor y la epilepsia, sino que concluyó que según las evidencias no crea dependencia y, por lo tanto, pueda usarse como droga de abuso.
Según lo presentado por el Comité Experto de Abuso de Sustancias de la OMS, no existen justificativos para mantener la prohibición del CBD, uno de los principales compuestos activos de la marihuana, y anunció una revisión completa de los preparados con cannabinoides en mayo de 2018.