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San Vicente: programa medicinal oficial reconoce el cultivo solidario

Desde noviembre de 2019, el municipio bonaerense de San Vicente puso en marcho un programa de atención sanitaria para usuarios de cannabis medicinal con patologías de dolor.

Es parte de un fenómeno que incluye a otros municipios de Argentina que avanzaron en crear sus propias normas ante la necesidad de las personas que demandaron respuestas de parte de las autoridades locales.

En el caso de San Vicente usuarias, usuarios y cultivadores trabajaron en los detalles de la ordenanza que buscó regular y darle protección a las personas que usan y plantan cannabis con fines medicinales.

“Estamos un paso más cerca de coordinar con el CONICET la puesta en marcha del Cultivo Comunitario Municipal de Cannabis Medicinal e Investigación Científica en San Vicente”, nos aseguró hace horas Francisco Ferreira.

Francisco es Licenciado en Trabajo Social y especialista en temas de Salud Colectiva, y responsable de docencia e investigación de la Asociación Civil Acceda de Cannabis Medicinal. Acceda, nacida hace dos años, forma parte de la Red de usuarias/os de Cannabis Medicinal (REDUCAM), agrupación que resultó fundamental para la aprobación de la Ordenanza Municipal aprobada a mediados de 2019 que contempló la creación del “Programa de Abordaje Integral de Usos de Cannabis Medicinal”. Charlamos con él y nos explicó los detalles de un Programa que garantiza el derecho a la salud.

¿Qué es el Programa de Abordaje Integral de Usos de Cannabis Medicinal?
La Ordenanza Municipal aprobada en 2019 comenzó a funcionar en noviembre del año pasado y ya asistió a unos 60 usuarios de cannabis medicinal, realizando seguimientos integrales y evaluaciones. El programa funciona en el Hospital Ramón Carrillo de San Vicente.

¿Cómo surgió la iniciativa?
Los usuarios de cannabis medicinal de San Vicente nos empezamos a juntar y se formó la Red de usuarias/os de Cannabis Medicinal (REDUCAM). Ya hace años que existe una red de usuarios medicinales que daba respuesta a la población de manera informal sobre uso terapéutico de cannabis para distintas patologías. La Ordenanza institucionalizó esas prácticas que al menos se llevan a cabo desde 2015. A partir de esto se empezó a gestar un equipo de trabajo entre los usuarios, la Asociación Civil Acceda Cannabis Medicinal (forma parte de REDUCAM) y la población en general. Se creó el Programa y se integraron los profesionales. Hay que destacar la participación de los usuarios y cannabicultores en la elaboración de la Ordenanza Municipal, quienes transmitieron sus saberes, experiencias y demandas para concretar la presente acción de salud colectiva.

Ya hace años que existe una red de usuarios medicinales que daba respuesta a la población de manera informal sobre uso terapéutico de cannabis. La Ordenanza institucionalizó esas prácticas que existen desde, al menos, 2015.

¿Cómo funciona el Programa y quiénes pueden acceder?
Para poder participar hay que ser de San Vicente y por ahora se atiende a gente adulta,con patologías ligadas al dolor, los días martes y viernes en el Hospital Ramón Carrillo. Los martes se atiende a los pacientes y los viernes se realiza la orientación, se evacuan dudas, etc. Por lo general las personas llegan al Programa a través de REDUCAM. La Red se contacta con el equipo de profesionales y se designa un turno. En primer lugar se les realiza una entrevista -a veces sólo buscan despejar dudas- y, en los casos necesarios, se hace la evaluación médica.

¿Cómo está formado el equipo de atención?
Allí atienden dos médicas formadas en cuidados paliativos y dolor crónico, que además trabajan en el Servicio de Cuidados Paliativos del Hospital Roffo de la Ciudad de Buenos Aires. A su vez se han formado en el Postgrado de Endocannabinología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Además está integrado por una trabajadora social especialista en epidemiología y un psicólogo social.

¿Por qué se decidió avanzar primero con el tratamiento de dolor crónico?
Comenzamos por ahí porque los miembros de REDUCAM hicimos una encuesta entre los usuarios medicinales de San Vicente -calculamos que hay unas 500 familias usuarias- y tras ese sondeo vimos que la patología mencionada mayoritariamente era el dolor. La idea es ampliar el rango de edades de pacientes y atender pacientes con otras patologías. Y también contar también con médicos de otras especialidades como cardiología, psiquiatría, etc. Esto está arrancando.

Los cultivos solidarios interactúan con los usuarios y con el programa municipal. Además se realizan talleres mensuales de cultivo y elaboración de aceite a los que van entre 160 y 200 personas.

¿Y qué ocurre con el cultivo?
La Ordenanza aprobada creó un registro de usuarios de marihuana medicinal que ya está implementado a través del Programa, pero que además contempla la creación de un registro de cultivadores solidarios, algo innovador en las Ordenanzas Municipales sobre cannabis medicinal aprobadas hasta ahora. Los cultivos solidarios están interactuando muy bien con los usuarios y con el Programa: todo surgió de la mano. La red no cobra por los aceites, lo que sí se pide a la gente es que, de poder hacerlo, colaboren con aceite de oliva o de coco. Además se realizan talleres mensuales de cultivo y elaboración de aceite que son masivos -vienen entre 160 y 200 personas-.

¿Notaron mayor desarrollo del autocultivo?
En San Vicente el autocultivo está muy promovido y tiene mucha aceptación institucional, es un pueblo que se ha vuelto muy cultivador. En 2018 hubo sólo dos allanamientos policiales por autocultivo y en 2019 no hubo. La Ordenanza le dio transparencia e institucionalidad a algo que ya venía pasando.

Podés bajar el proyecto de Ordenanza Municipal aprobado acá