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El poder medicinal de las hojas

Las hojas son un símbolo del cannabis. Es difícil que alguien no reconozca que “la chala” es sinónimo no sólo de una planta, sino de toda una cultura.

Pero con lo años fuimos aprendiendo muchas cosas de la marihuana. Por ejemplo, que donde más se encuentran sus principales compuestos activos es en sus flores. Los cogollos ganaron nuestros corazones.

Las hojas no son sólo un símbolo cultural. SON imprescindibles para la vida de la planta, interviniendo en una función central como la fotosíntesis, Y además tienen grandes priopiedades.

Sin embargo, las hojas no son sólo un símbolo cultural. No sólo sOn imprescindibles para la vida de la planta, interviniendo en una función central como la fotosíntesis, sino que además tienen grandes priopiedades.

En la India las conocen hace miles de años. Allí la tradicional medicina ayurveda, considera al cannabis una importante herramienta terapéutica. En sus prácticas el uso de las hojas de cannabis es central, entre otras cosas, para el tratamiento del dolor.

Pero el primer estudio médico en incorporar una receta proveniente de la medicina tradicional es muy reciente. Se publicó como “Manejo del dolor crónico con Jalaprakshalana Shodhita Bhanga en pacientes de cáncer con calidad de vida disminuida”, en enero de 2019.

Este trabajo se suma a una línea de investigaciones que propone profundizar la mirada sobre la planta. De esta manera, podríamos empezar a entender que los cogollos no son la única alternativa medicinal. 

El estudio

El estudio evaluó la efectividad de una preparación tradicional ayurvédica en 24 pacientes con diferentes formas de cáncer. Todos reportaron sentir dolores de manera crónica antes del inicio del estudio.

en 2019 se publicó el primer estudio en pacientes de cáncer que utiliza hojas en lugar de flores o extractos. es el primero en comprobar, al menos en una etapa, la efectividad analgésica del cannabis con muy bajos niveles de cannabinoides.

En el ensayo se utilizaron hojas de cannabis que fueron lavadas con agua (sodhita en sánscrito) hasta eliminar la clorofila. Finalmente fueron secadas y vueltas polvo.

Los voluntarios recibieron tres dosis diarias de 250 mg. de esta preparación encapsulada junto a 50 ml. de leche y 4 gramos de azúcar durante un período de un mes.

No se utilizaron placebos ni grupos de control, y se solicitó a los participantes que abandonaran el uso de analgésicos durante el estudio.

Los resultados

Según se informó, más del 50% de las personas reportaron disminución efectiva y constante del dolor, además del alivio de otros síntomas como náuseas, insomnio, fiebre, pérdida del apetito, fatiga, diarrea, sequedad en la piel entre la segunda y cuarta semana del estudio.

La conclusión de los investigadores es que una dosis de 250 mg de polvo de hojas tres veces al día puede reducir los síntomas asociados al cáncer como dolor, depresión y ansiedad.

Pero hubo más: para la finalización del protocolo, la cifra de personas que expresaron alivio aumentó a un porcentaje entre el 50% y 98%, de acuerdo al síntoma.

La conclusión de los investigadores es que, efectivamente, una dosis de 250 mg de polvo de hojas tres veces al día podría reducir significativamente los síntomas asociados al cáncer como dolor, depresión y ansiedad, al mismo tiempo que no produce efectos adversos ni síntomas de abstinencia.

Se trata del primer estudio en pacientes de cáncer que utiliza hojas en lugar de flores o extractos con cannabinoides psicoactivos y el primero en comprobar, al menos en una etapa, la efectividad analgésica de cannabis sin cannabinoides psicoactivos o con escasa presencia de ellos al tratarse de preparados con hojas.

La planta entera

El estudio se suma a una línea de investigaciones sobre el uso terapéutico de diferentes partes de la planta.

En 1995, se determinó la efectividad antibacteriana de un extracto de hojas de cannabis salvaje, con una cantidad indeterminada de cannabinoides y sustancias activas, contra bacterias como Bacillus subtilis, Staphylococcus aureus, Proteus vulgaris y Bordetella bronchiseptica.

Casi diez años después, en 2014, la Universidad de Pakistán publicó una investigación donde se determinó la eficacia in vitro contra bacterias como Enterococcus faecalis, Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa.

Otro estudio de 2015 planteó la posibilidad de efectos analgésicos de los compuestos no-psicoactivos del cannabis utilizando un modelo animal en casos de dolor neuropático.

Respecto a las raíces, existe evidencia suficiente para comprobar los usos referidos en la etnobotánica, con citas tan viejas como Plinio el viejo, en el siglo I después de Cristo.

Ethan Russo publicó en 2017 un artículo sobre la composición química de las raíces y su efecto en la inflamación de tejidos, identificando sustancias como triterpenos y cannabinoides como cannabisativina y anhidrocannabisativina.



Podés leer más sobre el cannabis en la tradición ayurveda en la Revista THC 125 haciendo click aquí.

?@visionquestcannabis