Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Un cultivador es detenido por ayudar a usuarios medicinales: lleva 11 meses preso

Matías Mercadín es cutivador de cannabis. Por eso está preso desde hace 11 meses. Se lo acusa de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.

Matías pasa sus días en la Unidad Penal N° 20 “Las Tunas” -cuenta con dos pabellones y capacidad para unas 140 personas- de Trenque Lauquen provincia de Buenos Aires.

Todo empezó el 21 de junio de 2019, a las 18 y 45, cuando lo frenaron en un control policial en la Rotonda Guaminí. Bastó que la policía le encontrara un frasco con cogollos para que empezara una pesadilla.

De testigo a acusado

La historia de Matías es compleja. Nació en Salliqueló. En 1986 se mudó a Rivera, cerca del límite con La Pampa. En 1994 se mudó a La Plata para estudiar sociología.

Su padre sufrió un grave accidente y, como consecuencia, padeció una paraplejia. Su madre quedó al cuidado de su padre hasta que en mayo de 2009 le diagnosticaron cáncer. Falleció en agosto de ese año.

Matías regresó a Rivera, donde se dedicó a cuidar a su padre por 10 años, hasta que también contrajo cáncer terminal.

“Empecé a cultivar cannabis en 2007 en La Plata pero no usé aceite con mi vieja. Cuando volví a Rivera seguí cultivando y a mi viejo sí le di aceite para paliar los dolores”, recuerda Matías

“Empecé a cultivar cannabis en 2007 en La Plata pero no usé aceite con mi vieja. Cuando volví a Rivera seguí cultivando y a mi viejo sí le di aceite para paliar los dolores”, recuerda Matías.

FAMILIA. Matías (centro) con su papá y su sobrino.

En esa época Mercadín montó una distribuidora de cervezas y gaseosas al lado de su casa.

Hace poco menos de dos años, un policía local de Caruhé -íntimo amigo de su hermano- y un agente de la DDI entraron a su negocio y le pidieron que saliera de testigo en un operativo antinarcóticos. “Hicieron escuchas y yo conocía a unas de esas personas. Entonces el amigo de mi hermano me pidió el favor. Vinieron a casa, tomaron café, me tomaron testimonio”.

“Tengo un familiar con cáncer, ¿se podrá conseguir aceite?”, dijo el miembro de la DDI a Matías mientras tomaba su declaración. Matías respondió que podía conseguirle.

Ese mismo policía, meses después, encabezó el operativo en el que lo detuvieron.

Cultivo colectivo

El allanamiento de su casa se llevó a cabo mientras Matías estaba a 100 kilómetros de su casa, detenido por la policía. “Mis hermanos viven en la misma cuadra que yo pero en vez de pedir la llave rompieren la puerta”, recuerda.

La policía encontró frascos con cogollos. “Sería la cosecha de 20 plantas. El cultivo era de 10 personas. Hacíamos un cultivo colectivo y después repartíamos”.

La policía encontró frascos con cogollos. “Sería la cosecha de 20 plantas. El cultivo era de 10 personas. Hacíamos un cultivo colectivo y después repartíamos”.

ALLANAMIENTOS. Lo que le pasó a Matías es un constante, como en el caso de una mujer de 74 años en Oberá, Misiones.

El expediente de la causa no favorece a Mercadín. En varios testimonios se menciona que Matías vendía marihuana. Sin embargo, la mayoría de esas declaraciones corresponden a quienes fueron detenidos por la causa en la que Matías fue testigo.

“Cayeron 14 personas por venta de cocaína. Cuando supieron de mi declaración dijeron que yo les vendía marihuana”, explica Matías, y agrega “hay al menos 10 potenciales testigos que pueden dar fe de que yo les donaba flores y les enseñaba a cultivar, y que nunca cobré nada”. Ya tres de esas personas declararon ante la Justicia.

Los testigos

En los últimos días agrupaciones cannábicas como el Frente de Organizaciones Cannábicas Argentinas (FOCA) iniciaron una campaña en las redes sociales en la que se ven vecinos y vecinas de Matías pidiendo por su libertad. THC habló con algunos de ellos.

LECTURA. En los 11 meses que lleva detenido Matías se refugia en la lectura. “La escuela y la biblioteca me hacen vivir cosas que me rememoran el afuera”.

“Los conocí estudiando en La Plata. Teníamos amigos en común, fumábamos juntos. Pasamos por muchas cosas juntos, él es mayor que yo y siempre me ayudó”, nos dice Ignacio Pérez Núñez,  biólogo, doctor en ciencias naturales y especialista en epidemiología.

“Podrían haber contratado un enfermero permanente pero Matías sintió que él tenía que cuidar a su viejo. Es muy amiguero, lo quiere todo el mundo, en los videos que circularon hay gente que nunca se fumó un caño. Y es súper generoso, regalaba flores y aceite. Jamás vendió ni le interesó”, asegura Ignacio.

“A la familia de Matías la conozco desde hace mucho tiempo”, nos cuenta Carlos (60), la primera persona a la cual Matías brindó su ayuda en cuanto a cannabis terapéutico. “Hace unos años me detectaron un tumor en el esófago y, además del tratamiento médico, hice un tratamiento con cannabis que me facilitó Matías”.

“Nunca me cobró nada”, asegura Carlos, un usuario medicinal que recibió cogollos de Matías. “Me ayudó como lo ha hecho con muchísima gente”.

Emiliano, hijo de Carlos y amigo de Matías, es ingeniero químico, y en base a las indicaciones de su amigo cultivador pudo ayudar a su padre. “Nunca me cobró nada”, asegura Carlos, “me ayudó como lo ha hecho con muchísima gente”.

Carlos no tiene dudas de la inocencia de Matías: “Somos 4 mil habitantes, nos conocemos todos, sabemos quién es el malo y quién es el bueno”.

Matías recuerda el momento en que se convirtió en un cultivador solidario: “Fue después de lo de mi viejo. La gente sabía que cultivaba y me contaba. Y a muchas personas les ofrecí porque son amigas o muy allegadas a mi familia. Dono la materia prima y les explico cómo hacer el aceite”.

“A quienes les pude dar una mano, se la di”, nos cuenta Matías desde la cárcel. “Y lo digo sin vergüenza: me siento orgulloso de lo que hice”.

“Quisieron vender mi caso como un golpe al narcotráfico”, nos cuenta Matías desde el penal. “A quienes les pude dar una mano, se la di. Y lo digo sin vergüenza: me siento orgulloso de lo que hice”.


Para ver el video con el apoyo a Matías Mercadín y el pedido de su inmediata libertad por parte de sus vecinos de Rivera, ingresá aquí