Hay muchas formas de extracción. Extraer es, básicamente, obtener la mayor cantidad de compuestos activos del cannabis separados de la materia vegetal.
El hachís es quizás la forma más antigua de extracción y una de las más populares.
Hacer hachís es un arte milenario, pero hubo muchas innovaciones. Así se llegó a lo que se conoce como iceolator: la extracción de las cabezas de tricomas agitando el cannabis en agua a bajas temperaturas.
Pero incluso en ese antiguo arte hubo innovaciones. Así se llegó a lo que se conoce como iceolator. No es otra cosa que la extracción de las cabezas de tricomas agitando el cannabis en agua a bajas temperaturas.
También se lo conoce como bubble hash o también hachís al agua.
Se puede partir tanto de manicura fina como de flores. Es posible hacerlo con flores secas, o recién cosechadas para obtener lo que se conoce como un fresh frozen.
Qué necesitamos
- Cogollos o manicura fina
- Un juego de mallas para hachís al agua o bubble hash (se pueden conseguir fácilmente en cualquier growshop)
- Hielo y agua fría (cercana a 0 ºC)
Paso a paso
- Sumergimos la materia vegetal en el agua junto con el hielo.
2. Luego de unos minutos comenzamos a “revolver” sin mucha fuerza. “Lavaremos” de esta manera el material por aproximadamente 15 minutos cuidando los movimientos: si somos demasiados brutos, vamos a romper mucha materia vegetal y vamos a sacar un hachís más contaminado.
3. Una vez que agitamos, las cabezas de los tricomas estarán en el agua fría. Tenemos que filtrar el agua y para eso la volcamos sobre las mallas.
4. Con la ayuda de una cuchara recogemos nuestra resina.
Cómo secar la extracción
1. Lo primero que tenemos que hacer es texturizarla: con la ayuda de un colador de cocina para harina o un rallador del tipo microplane pasaremos el hachís a través de esta herramienta, buscando generar cúmulos de hachís uniformes y pequeños para que el secado sea parejo.
2. Pasados los cinco a siete días de secado al aire y en plena oscuridad, ya estará listo para usarse.
Variables
Para el lavado, existen en el mercado lavadoras diseñadas para esto, junto con mesh bags que son bolsas completamente hechas de mallas donde se introduce la materia vegetal para obtener lavados más limpios.
Para el secado, existen liofilizadoras que nos permiten tener un secado sin oxidación por contacto con el oxígeno, ya que entre otras cosas la máquina permite secar en vacío. Son costosas y requieren que el operario esté formado para usar la máquina.
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