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California: aprueban ley para beneficiar a los productores regionales

El gobernierno de California aprobó una ordenanza que permite a los productores de cannabis rotular sus productos de acuerdo a la región en la que fueron cultivados.

Es un modelo inspirado en la industria del vino y diseñado para proteger a los pequeños productores regionales para reconocer que su trabajo tiene un plus frente a las grandes empresas.

Genética y tierra

Como las vides, las plantas de cannabis también muestran diferentes características según el tipo de suelo, las precipitaciones, la altura o la genética en particular.

Hasta bien entrado el siglo XX, este proceso generó miles de variedades nativas o landraces que distribuidas por el mundo a su vez generaron una enorme pileta genética cannábica.

Sin embargo, genética no es igual a resultado. Ese es un concepto clave que hace años entendió la industria del vino. Así entendiero que la región y su influencia en las genéticas de vides es lo que brinda la reputación al producto terminado.

Las certificaciones de origen permiten que los pequeños productores sigan teniendo un lugar en el mercado legal por lo que sólo ellos saben hacer: flores 100% orgánicas de altísima calidad

Esto no sólo revaloriza el suelo y les brinda un plus competitivo a ciertas regiones geográficas. Además privilegia la interacción entre el entorno y el cultivo sobre la cepa cultivada: en el caso de las bebidas alcohólicas espumantes, no es Champagne si la uva no fue cultivada, tratada y finalmente embotellada en la región de Champagne.

Un ley orgánica

La nueva norma de California establece que para rotular una variedad con un nombre local o regional, debe tratarse de un producto totalmente cultivado en esa región. Solo podrá llamarse “Big Sur Skunk” una variedad 100% cultivada en Big Sur.

Pero además, sólo podrán certificarse genéticas que se hayan cultivada sin uso de invernaderos o luces artificiales y sin ningún tipo de contenedor. Es decir, deben ser flores criadas en exterior y suelo directo, criadas de manera 100% orgánica.

La ley aplica tanto a flores secas como cualquier producto cannábico como comestibles, extractos y derivados.

sólo podrán certificarse genéticas que se hayan cultivada sin uso de invernaderos o luces artificiales y sin ningún tipo de contenedor

No aplica si se utilizan mezclas o blends, es decir, si el contenido del paquete no es 100% cultivado y producido en la región nombrada.

Tampoco pueden utilizarse nombres que puedan dar a entender que el producto fue cultivado en un área en particular si no cumple con los requisitos establecidos en la ley.

A favor de los pequeños

La iniciativa nació hace unos años en el condado de Mendocino, parte del aclamado Triángulo Esmeralda y fue impulsada por los cultivadores locales. 

En su mayoría se trata de familias que llevan cultivando en la zona desde los años 60, cuando lo remoto del lugar y la poca presencia policial permitían la instalación de extensos cultivos.

La ley fue impulsada por los “small farmers”, en su mayoría se trata de familias que llevan cultivando en las montañas de california desde los años 60

La legalización de la marihuana en 2018 generó cambios en los mercados de cannabis, atrayendo las zonas de producción a las áreas suburbanas, reduciendo los costos de traslados y fletes.

Así los productores regionales debieron apelar a la geografía y sus saberes artesanales para mantener la competitividad frente a las grandes compañías con mayor potencial de inversión y ganancias.


Foto: @trinitysungrown2