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buena produccion invernal@revistathc

Cultivo invernal: cómo tener una buena producción

El clima y la luz del invierno no permiten que tengamos plantas muy grandes. Por eso, para tener una buena producción en un cultivo invernal, vamos a tener que tener más plantas que un cultivo de verano.

En principio vamos a usar menos cantidad de sustrato por maceta, ya que idealmente vamos a usar  macetas de un tamaño no mayor a 20 litros.

Con semillas

Si tenemos acceso a semillas lo que se recomiendan son perfiles genéticos con los menores tiempos de floración posibles para tener una buena producción.

De esta manera vamos a evitar tener que terminar la floración muy adentrado el invierno ya que al coincidir con esta época encontramos mayor incidencia de plagas como los hongos.

Hay ciertos bancos de semillas que ofrecen algunas variedades con mayor resistencia natural al moho así que también es un factor que ayuda a sortear las complicaciones del ambiente que no debemos dejar pasar. 

semillas de cannabis
En caso de usar semillas, se recomiendan aquellas genéticas que posean el menor tiempo de floración posible.

Con esquejes

Si trabajamos con esquejes tanto en tierra como en macetas en invernáculo es muy productivo trabajar con métodos de cultivo como el SOG (“sea of green”, mar de verde).

Es una técnica de cultivo que consiste en cultivar muchas plantas pequeñas por metro cuadrado, ubicándolas muy cerca entre sí, lo que da el aspecto de “mar verde”.

Si bien trae la complicación de demandar un número mayor de esquejes tendremos un menor tiempo de vida individual por planta.

Eso reduce sensiblemente el impacto de  las condiciones ambientales, dándonos así mayores probabilidades de tener un cultivo sin problemas.

Fertilización

Para fertilizar tenemos que recordar que la actividad del suelo es menor, esto se debe  a la temperatura.

Si no podemos garantizar unos 18-22 grados en el suelo durante las noches (en tierra podemos usar cables calefactores y en terrazas el uso de invernáculos es ideal) no tendremos un buen ritmo de descomposición de enmiendas orgánicas sólidas.

Por lo tanto, si optamos por este tipo de nutrición tendremos que reforzar los agregados de microorganismos simbióticos por sobre las dosis normal.

En cambio si utilizamos fertilización líquida tenemos que tener en cuenta que la temperatura del agua de riego no esté fría sino templada, además de estar declorada y con el pH ajustado según el fertilizante que estemos echando.