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Mendoza: el departamento de Santa Rosa cultivará cannabis en un acuerdo con privados

En cuanto a la industria del cannabis, Mendoza busca convertirse en la California de Sudamérica. Así lo aseguró José María Videla Saenz, el diputado local autor de la ley que habilita la producción para uso medicinal.

Si bien las leyes argentinas están muy lejos de una regulación integral como la de California, hay algo cierto: Mendoza tiene características similares al estado norteamericano, como la baja humedad, la fuerte presencia del sol y los terrenos entre montañas.

En el marco limitado de la ley de cannabis medicinal, Mendoza se prepara para comenzar su primer proyecto productivo con el cannabis. Se trata de un acuerdo público-privado.

El Departamento de Santa Rosa firmó un convenio junto a la Cámara de Empresarios del Cannabis de Mendoza para comenzar un cultivo de cannabis.

El proyecto

En principio, el cultivo será de unas siete hectáreas. Pero el proyecto prevé que haya unas 40 hectáreas en los próximos cinco años.

“Se trata de un emprendimiento privado, donde el Departamento de Santa Rosa se encargará de la investigación científica, estudios de suelo y condiciones ambientales de la zona”, cuenta Ricardo Corica, Presidente de la Cámara de Empresarios del Cannabis de Mendoza, en diálogo con THC sobre un proyecto que “empieza en la semilla y termina en el laboratorio”.

El cultivo será de unas siete hectáreas, pero proyectan llegar a las 40. Se cultivarán genéticas con alto contenido de CBD. Sin embargo, no descartan la utilización de variedades ricas en THC

Corica detalla que las tierras a cultivar son propiedad de un integrante de la Cámara, que por el momento prefiere preservar su identidad, y que se cultivarán genéticas con alto contenido de CBD. Sin embargo, no descartan la utilización de variedades ricas en THC.

Para comenzar la siembra, la intención del proyecto, en principio, es importar semillas de bancos radicados en Canadá, Estados Unidos y Colombia.

De todos modos, ante las recientes novedades del registro nacional de semillas de cannabis, los empresarios también están atentos a la posibilidad de adquirir genéticas argentinas ni bien sea posible.

“La idea es producir el principio activo medicinal y vendérselo a los laboratorios, pero apuntando a la exportación para generar divisas al país”, cuenta Corica.

En este sentido, el empresario agrega que “Mendoza tiene un problema de agotamiento de la matriz productiva que se encuentra agotada. Hace años que se viene hablando”, dice Corica sobre una economía provincial que necesita diversificar su producción.

“Si en Santa Rosa pudiéramos llegar a las 100 hectáreas, habría 1.600 empleados en una ciudad que tiene 19 mil habitantes. Agregaríamos un sueldo más por familia”, aseguran desde la cámara empresarial mendocina

Por otro lado, Corica cuenta que el departamento de Santa Rosa, ubicado al este de la provincia, tiene condiciones óptimas para el cultivo de cannabis.

“Tiene características ideales por la buena luminosidad, una humedad que ronda el 20% y son tierras que ya tienen sistema de riego por los campos que han dejado de producir vino en las últimas décadas”, dice Corica.

Industria provincial

Tanto Santa Rosa, como otros departamentos del este mendocino, necesitan generar nuevos puestos de trabajo porque gran parte de su población depende del empleo estatal.

Corica, que tiene varios proyectos cannábicos en carpeta, afirma que por cada hectárea de cultivo de cannabis se necesitan 16 trabajadores. “Si en Santa Rosa pudiéramos sumar otro proyecto para llegar a las 100 hectáreas, habría 1.600 empleados en una ciudad que tiene 19 mil habitantes. Agregaríamos un sueldo más por familia”, dice.

“Santa Rosa es un departamento que históricamente se dedicó al vino y a las frutas. Hemos tenido la denominación de capital del damasco”, recuerda Florencia Destéfanis, Intendenta de Santa Rosa.

“Pero con el correr de los años, con distintas variables sociales y económicas, se abandonaron la mayoría de las fincas y hay muchísimas tierras sin cultivar”, dice sobre los productores que emigraron a las zonas de Luján de Cuyo o San Rafael.

“Tenemos una escuela técnica secundaria en la que los chicos y chicas se reciben como técnicos agropecuarios: muchos de ellos nos acercaron el interés de comenzar a trabajar con el cannabis”, cuenta Florencia Destéfanis, Intendenta de Santa Rosa

Por eso, para las arcas de Santa Rosa es fundamental crear nuevos puestos de trabajo porque “la mayoría de la población depende de la Municipalidad”, dice la Intendenta sobre el Estado que emplea alrededor del 50% de los habitantes del Departamento, entre otras entidades como el correo o bancos públicos.

Capacitaciones en cultivo

Sin embargo, el cannabis al tratarse de un nuevo cultivo apara muchos, se requiere que quienes trabajen en él conozcan bien sus características.

Y Destéfanis lo sabe: “En el convenio firmado establece que Santa Rosa va a colaborar con fines científicos e investigación. Vamos a aportar recursos humanos. En cuanto a la capacitación, vamos a incorporar jóvenes a partir de los programas nacionales del Ministerio de Trabajo de la Nación”, dice la Intendenta.

“Nosotros tenemos una escuela técnica secundaria en la que los chicos y chicas se reciben como técnicos agropecuarios. Muchos de ellos fueron los que se nos acercaron con el interés de comenzar a trabajar con el cannabis”, cuenta Destéfanis sobre los recientes egresados que también tomarán un curso intensivo en la Cámara de Empresarios del Cannabis de Mendoza.

Lo único que resta para comenzar el proyecto de cultivo es la aprobación de los protocolos sanitarios y de seguridad que debe contar con el visto bueno del Ministerio de Economía provincial

Tanto Destéfanis, como Corica, dicen que lo único que resta para comenzar el proyecto de cultivo es la aprobación de los protocolos sanitarios y de seguridad que debe contar con el visto bueno del Ministerio de Economía provincial, que se trata de la máxima autoridad de aplicación sobre cannabis en Mendoza.

Ellos esperan que suceda en las próximas semanas para fijar una fecha para la germinación de las primeras semillas.

“Si los protocolos están listos, la siembra empezaría después de la última helada del año, alrededor de los primeros días de octubre”, anticipa Corica con entusiasmo.