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luces de cultivo interior

Cultivo en interior: cómo calcular qué luces necesitás

Si estás pensando en armar un cuarto de cultivo o hacerle alguna modificación, siempre es importante tener en mente qué luces vas a elegir. La calidad de tu cultivo va a depender en gran medida de un buen cálculo y una elección a tu medida.

Hay una gran cantidad de lámparas que se utilizan para el cultivo de cannabis. Van desde simples tubos fluorescentes hasta los más modernos equipos LEDs.

Hay gran cantidad de opciones para brindarle luz a tu cultivo. La calidad de la cosecha va a depender en gran medida de un buen cálculo y una elección a tu medida

Por supuesto no todo es lo mismo y siempre es importante hacer un buen cálculo por la cantidad de metros cuadrados que queramos iluminar.

Todas las lámparas pueden servir para todos los estadios de vida de las plantas. Por ejemplo, se puede florecer incluso con lámparas de bajo consumo.

Por supuesto, el rendimiento de la cosecha será mucho menor y de peor calidad al que se tendría si se lo hiciera con un sodio o un led. Y, si tomamos ese camino, vamos a necesitar mayor cantidad de luminarias de bajo consumo para aportar la cantidad de lúmenes necesarios.

Ahora, vayamos a los cálculos y las diferentes opciones que tenemos.

Cómo calcular cuánto necesito

La potencia que elegiremos en estas lámparas depende del espacio de cultivo. Como referencia: para 0,8 x 0,8 m usaremos 400 w, para 1 x 1 m es útil una potencia de 600 w y en el caso de 1,5 x 1,5 m con 1000 w vamos a tener cubierto el espacio.

En el caso de las lámparas LEDs que fueron especialmente construidas para cultivo, la potencia no es algo menor pero tampoco es protagonista: aquí entra en juego el tipo de chip que las compone y el espectro. En este caso debemos seguir las indicaciones de cada fabricante en particular.

Tubos fluorescentes

Se usan por su bajo costo y consumo, facilidad de instalación y eficiencia en el desarrollo de plántulas, clones, plantas en vegetativo y plantas madres. Casi no calientan, lo que permite acercar las plantas a pocos centímetros de la luminaria para aprovechar más la emanación de lúmenes.

Lámparas compactas (CFL)

Son la evolución de los tubos fluorescentes, a diferencia de estos que emanan la luz linealmente, estas lo hacen desde un solo punto, lo que permite aprovechar la intensidad de manera más precisa. Hay de 25 a 250 w y en varias tonalidades, siendo la fría blanca la más indicada.

A mayor potencia, mayor emisión de lúmenes, lo que se traduce en un crecimiento exponencial. Pueden generar más temperatura que los tubos, por lo que hay que mantenerlas alejadas entre 5 y 10 cm.

Mercurio halogenado (MH)

Con estas lámparas las plantas se desarrollan a mayor velocidad y con una distancia internodal menor que con las lámparas fluorescentes. Generan un espectro blanco-azulado, lo que las hace ideales para la etapa de crecimiento vegetativo.

Hay que tener en cuenta que generan mucha temperatura y hay que tener un balasto para transformar la energía que entra en la que la lámpara necesita para funcionar.


Sodio de alta presión (HPS)

Su espectro lumínico está altamente concentrado en los tonos amarillo, naranja y rojo, con apenas un poco de tonalidad azulada, similar al que poseen los rayos de sol en épocas de cosecha; esta tonalidad promueve la producción de hormonas relacionadas con la floración, generando una producción de cogollos más abundante.

Hay de 250 a 1000 w, siendo las de 400 y 600 las más utilizadas; cada una requiere para su funcionamiento de un balasto determinado. Al igual que las lámparas de mercurio, generan mucha temperatura.

Muchos cultivadores también usan estas lámparas para la etapa de crecimiento vegetativo. Si bien su costo no es demasiado alto, son de las luminarias que mayor consumo eléctrico generan.


LED de luz roja y azul

Lo que se va a lograr con un equipo con un espectro de estas características es desarrollar el crecimiento del follaje y propiciar espacios internodales más cortos, sin embargo, si bien es usado también en la etapa de floración, esta va a ser más deficiente que con otras lámparas, generando menor rendimiento.

Su precio es más económico que el de otros equipos LEDs y tiene un menor consumo eléctrico que las lámparas de sodio.


LED de espectro completo

Como su nombre lo indica, este tipo de lámparas cubre las longitudes de onda que van de los 380 a 780 nm; con un espectro de estas características no solo se desarrollará óptimamente el follaje, si no que también se logra un proceso de floración óptimo. Tienen un costo más elevado que otros equipos, pero generan muy poco calor y tienen un consumo eléctrico muy bajo comparado con las lámparas de sodio.

Lámparas de halogenuro metálico cerámico (CMH)

Producen un espectro lumínico más eficiente para la planta, además de que consumen menos: por ejemplo, una lámpara de 315 w de CMH equivale en rendimiento a una de sodio de 600 w. Además su espectro incluye rayos ultravioletas e infrarrojos, lo que supone un valor añadido muy significativo para el desarrollo vegetativo de las plantas. Necesitan de un balasto y son de los equipos de luminarias más caros del mercado.

 


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