La neuralgia del trigémino es un síndrome neuropático que produce crisis de dolor muy intenso en labios, encías, mentón, naríz, ojos, orejas y toda la zona del nervio trigémino, cuya irritación explica el síndrome.
Los ataques en general son unilaterales, comienzan abruptamente y duran de minutos a horas.
El dolor suele ser agudo, punzante, lancinante y ardiente. Se inicia con estímulos leves, como un ligero toque de la piel, comer, masticar, lavarse la cara, cepillarse los dientes o exponerse al viento.
La neuralgia del trigémino es una patología que genera dolores intensos y que se desata por estímulos mínimos. Algunas personas logran mejorar notablemente con el cannabis.
Tratamiento tradicional
El medicamento de primera elección es la carbamazepina, ya que resuelve la sintomatología entre el 50 y 75% de los casos. Si no responde bien a este fármaco, se usan otros antiepilépticos, como oxcarbacepina, lamotrigina o fenitoína.
También se indican opioides, antidepresivos y pregabalina. Muchos pacientes se vuelven resistentes o no toleran los efectos secundarios de los medicamentos.
En los casos de falta de respuesta a los fármacos, generalmente se consideran opciones quirúrgicas, como descompresión microvascular o radiocirugía.
Tratamiento con cannabis
La respuesta es muy variada: existen personas que no presentan efecto al usar aceite de cannabis, mientras otras mejoran considerablemente a partir de la incorporación de preparados de planta entera.
La respuesta a la vía inhalada también es variable: mientras algunos sufren agravación de las crisis al vaporizar marihuana, a otros les cambia la vida. Quienes presentan buena respuesta a esta terapéutica refieren mejoría sobre el dolor, el sueño y el estado de ánimo.
Vale destacar que en muchos casos posibilita suspender la farmacoterapia, lo que mejora la calidad de vida, ya que los fármacos indicados habitualmente traen efectos secundarios no deseados (por ejemplo, la carbamazepina produce alteraciones menstruales en el 45% de las mujeres).
En muchos casos, el uso de cannabis posibilita suspender la farmacoterapia, lo que mejora la calidad de vida, ya que los fármacos indicados habitualmente traen efectos secundarios no deseados.
CUIDADOS GENERALES
> Es importante recordar que el cannabis debe emplearse como fitoterapia complementaria y no como reemplazo del tratamiento. > Su uso debe supervisarse por un médico y un familiar. > Se aconseja llevar un registro de efectos inmediatos y a largo plazo. > El modo de administración influye en los efectos y su duración. > Deben ser especialmente precavidos los adultos mayores y quienes tienen antecedentes cardiovasculares, hepáticos, renales o psiquiátricos. > Las flores deben estar libres de hongos y agroquímicos. > Los extractos no deben contener alcohol ni contaminantes.
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