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primer preso por cannabis

Quién fue el primer preso por marihuana de la historia

Quién fue el primer preso por marihuana de la historia. Hoy en día un kilo de marihuana incautado por la policía no sorprende a nadie. En 1937, con la tinta que selló la primera ley en contra de la marihuana todavía fresca, un kilo de marihuana era un enorme acontecimiento. 

De hecho, fueron mil gramos de cannabis fueron los que llevaron tras las rejas al primer detenido por marihuana en la historia de la prohibición.

En agosto de 1937 el Congreso estadounidense sancionó una ley llamada Marijuana Tax Act, que establecía el uso de licencias para cultivar, vender y comprar marihuana.

Aunque apuntada a lo que hoy conocemos como marihuana de uso adulto, la ley también truncó el desarrollo del cáñamo industrial.  

El rostro detrás de la medida era el republicano Harry Anslinger, un rudo funcionario calvo y de mandíbula cuadrada que estaba en el rubro prohibicionista desde 1917, gracias al Harrison Act que restringió el uso de opiáceos, antes de venta libre en farmacias y almacenes.

Además de militar por años junto a distintas “ligas de moralidad y buenas costumbres”, Anslinger tenía un encarnamiento especial por los músicos de jazz, en su mayoría afroamericanos, ya que consideraba ese tipo de música como un género “bastardo”.

La cantante Billie Holliday, internada por cirrosis y complicaciones por el uso de heroína, murió esposada a una cama, perseguida durante años por los agentes de Anslinger.

Porros de costa a costa

Pero el cannabis no era usado solamente por músicos de jazz. Inmigrantes, trabajadores portuarios, agrícolas o industriales: millones de personas fumaban marihuana o hachís, que llegaba por el sur desde México o a los distintos puertos de ambas costas de Estados Unidos.

Incluso jóvenes de clase media, blancos y universitarios como los poetas beatniks, fumaron sus primeros porros antes de la Segunda Guerra Mundial.

Anslinger tenía una particular inclinación por conceder entrevistas a los medios más amarillistas, a los que relataba espantosas tragedias de accidentes, homicidios, violaciones y abusos cometidos bajo los efectos de las drogas.

Sus argumentos eran multifacéticos: servían para perseguir a los jóvenes de minorías y sectores sociales empobrecidos, pues podían ser ellos quienes perpetraran estos horribles crímenes contra el resto de la sociedad.

En el caso de los jóvenes blancos o de clase media, podían caer bajo las garras de estas sustancias y convertirse en monstruos que arruinaran sus familias o terminar actuando como los adictos marginados de las clases bajas.

Los primeros presos por marihuana

El 2 de octubre de 1937, un grupo de agentes del FBI y la policía de Denver llegó a la puerta del hotel Lexington, de la ciudad de Denver en Colorado, Estados Unidos.

Fueron a la habitación de Samuel Caldwell, 58 años, granjero desempleado. Junto a él se encontraba Moses Baca, de 26.

Acusado de venderle dos porros a Baca, Caldwell fue detenido e imputado del delito de tenencia con fines de comercialización tras el hallazgo de poco más de un kilo de marihuana en su habitación.

Fue condenado a 4 años de prisión y trabajos forzados en el penal federal de Leavenworth más una multa de mil dólares.

Baca, por el delito de ser usuario de drogas, recibió 18 meses de prisión efectiva.

Setenta y siete años después, Denver fue la primera ciudad del estado de Colorado en vender marihuana de forma legal, en dispensarios abiertos a adultos mayores de 21 años.

Este año el gobernador aprobó una enmienda a la ley, que duplica la cantidad de cannabis que se puede poseer legalmente de 30 gramos a 60.