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Lelén Ruete@LelenRuete

Lelen Ruete, la fotógrafa cannábica del Río de la Plata: “Empezó a romperse el estereotipo del fumón”

Hace 34 años, Lelen Ruete nació en Argentina. En su juventud, comenzó su carrera en el rubro publicitario. Pero rápidamente la curiosidad artística la llevó a explorar otros mundos visuales. Hoy, es una de las fotógrafas cannábicas más reconocidas.

Ruete fundó en 2010 The Rabbit Studio, su proyecto donde, además de dictar cursos y talleres, permite espiar un poco de su variado trabajo. Y años después, se instaló en Uruguay. Allí profundizó su ojo fotográfico al calor del estudio de la planta y la relación con la comunidad 420 en medio del boom generado por la regulación en ese país.

Pese a ese escenario favorable Lelen tiene muy claro el camino que falta por recorrer. “Es importante recordar que el estigma que rodea al cannabis sigue vivo, es importante también no desinformar, sino aprender de la historia del cannabis y confiar en los esfuerzos, el activismo y la educación de la comunidad”, asegura.

“Como una plantación que crece rápidamente, crece una cultura creativa. Los diseñadores, artistas y todo tipo de creativos recibimos un regalo desafiante: polinizar el planeta con ideas sobre lo que significa la planta hoy”, cuenta Lelen Ruete, en diálogo con THC

Sus fotos, en consonancia con una coyuntura cada vez más favorable a los múltiples beneficios del cannabis, invitan a pensar otras formas de mirar a esta maravillosa planta: “Una vez que comenzó la legalización, no pasó mucho tiempo antes que los estereotipos del fumón empezaran a romperse”, cuenta Ruete, en diálogo con THC.

Es a través de la luz y la potencia particular de cada planta, donde la imagen se hace lenguaje: siempre hay algo que se busca transmitir; más aún cuando quedan todavía muchos prejuicios por derribar.

¿Estás trabajando en algún proyecto actualmente?

En este momento muy concentrada en la Copa Canguro, en septiembre, que es una liga de campeones. Al ser una edición especial, queremos que sea inolvidable y casi histórica, así que ahora estoy poniéndole muchas pilas a eso. Además, estoy planeando una muestra con la intención de exponerla este año o el que viene, intentando que se alineen los planetas para que suceda bien a lo grande. Y siempre fotografiando flores y plantas, aunque ahora es la época del cogollo, de la flor en seco, y la mayor cantidad de fotos de plantas sucede después del verano junto a la cosecha exterior. La próxima sesión de fotos es en unos días, de todas las muestras presentadas a la Liga de Campeones, y tengo muy altas las expectativas para esas flores.

¿En qué consiste, desde lo técnico y desde lo conceptual, ser una fotógrafa cannábica?

Desde lo técnico podría decir que es trabajar con la luz como lo hace cualquier fotógrafo, entendiendo siempre el producto o sujeto con el que uno trabaja, para darle la personalidad, el volumen, la estética que refuerza el mensaje, entendiendo qué es lo que uno quiere mostrar en una planta de cannabis. En ese sentido aprendí muchísimo sobre la planta. La parte conceptual la trabajo un montón: yo siempre planeo en mis proyectos una intención y un mensaje, mis fotos son mi lenguaje y cada una dice algo profundo. Además trabajamos la curación de cada muestra para que cada fotografía tome su lugar y hable por sí misma y en conjunto: no de casualidad una foto está al lado de otra o en frente o encima. Intento expresar temas y cuestiones que no solamente me importan a mí, sino a la comunidad cannábica en general, o que creo hace falta decirle a la sociedad.

La pasión de Lelen Ruete es retratar la naturaleza, como la Corona de Venus.

¿Tenés alguna variedad preferida a la hora de pensar una foto?

La verdad es que no. La diversidad y variedad enriquece y todas tienen su gracia fotogénica. A veces las más raras son más atractivas, pero en general busco los detalles de cada planta que te dejan sin aliento, porque no podés creer los diseños o el funcionamiento de la naturaleza.

“En los comienzos he encontrado mucho apoyo en los emprendedores y la gente de la planta, por eso hablo de la comunidad 420, porque realmente es una comunidad. Y creo que está masculinizada porque falta participación de las mujeres”

Es un momento ideal para discutir otras formas de pensar a la planta, otras formas de pensar a quienes la consumen, la publicidad y el arte: ¿sentís que esa discusión se está dando?

Definitivamente. A raíz del resurgimiento de esta industria, el boom de las regulaciones nace una nueva interpretación de esta cultura, un nuevo perfil del usuarios, surge toda una revolución creativa. Como una plantación que crece rápidamente, crece una cultura creativa que acompaña al vasto potencial de la planta en sí. Los diseñadores, artistas y todo tipo de creativos recibimos un regalo desafiante: polinizar el planeta con ideas sobre lo que significa la planta hoy. Una vez que comenzó la legalización, no pasó mucho tiempo antes de que los estereotipos del fumón empezaran a romperse. La oportunidad de reinterpretar una cultura completa no se presenta muy seguido. También, es fácil dejarse atrapar y emocionarse por lo positivo y divertido de este momento, especialmente si vivís en un lugar donde es legal. Pero es importante recordar que el estigma que rodea al cannabis sigue vivo, es importante también no desinformar, sino aprender de la historia del cannabis y confiar en los esfuerzos, el activismo y la educación de la comunidad para normalizar significativamente la planta.

“En general busco los detalles de cada planta que te dejan sin aliento, porque no podés creer los diseños o el funcionamiento de la naturaleza”

Son muy poderosas tus imágenes con mujeres y plantas, hay una textura por momentos de continuidad entre ambas especies ¿Qué viste ahí de especial?

Siempre me he percibido una con la naturaleza. Hay una foto de una hoja en la que resalto la textura como piel, parece que tiene piel de gallina y me da escalofríos. En “Herbarium” me centro en la piel y la vida, y en “Magia” hablo de la reproducción, y hay un juego de seducción entre la mujer y la planta, retrato varios machos bien vigorosos tirando polen y todo es muy sexy. Todo siempre está fundamentado y basado en la idea de que todos somos una misma cosa, que somos vida.

Fotografiaste en la Copa Canguro y exhibiste “Herbarium”, con 30 variedades, además de tu voluminoso archivo. ¿Te costó abrirte paso y mostrar tu laburo en una industria en general masculinizada?

La cantidad de variedades que tengo “foteadas” es innumerable, y además tengo todas las fotos de cada una de las plantas con una ficha técnica que dice qué variedad es, de quién, y muchos otros datos sobre la planta. La verdad es que a mí esta comunidad me recibió siempre bien, nunca tuve problemas ni me ha restado ser mujer; al contrario, siempre me han abierto las puertas y me han recibido con muchísimo amor. Intento siempre sumar y comunicar mi intención, y todos saben que siempre vengo en son de paz y de aportar a la comunidad. Soy muy agradecida, valoro muchísimo todo el esfuerzo y me he sumado a ella arremangándome y esforzándome muchísimo también. Mi forma de abrirme paso fue golpear puertas incansablemente, y sigo haciéndolo. Pero tuve muy buena recepción desde el comienzo y me ha apoyado mucho toda la gente del rubro: en los comienzos he encontrado mucho apoyo en los emprendedores y la gente de la planta, por eso hablo de la comunidad 420, porque realmente es una comunidad. Y creo que está masculinizada porque falta participación de las mujeres. Ojalá todos podamos crecer y potenciar el trabajo en este boom actual del cannabis.

 

Lelen Ruete presentó en 2019 la serie Herbarium

Por último, Lelen Ruete comparte algunas de sus mejores producciones en la siguiente galería de imágenes.