@nugseeds
La temporada alta de cultivo en verano suele coincidir en muchos casos con las vacaciones. Si bien irnos de viaje en el medio de un cultivo no es la mejor opción, es algo que se puede hacer sin mayores problemas siempre y cuando una persona de confianza se quede al cuidado de las plantas. Así como si tenemos mascotas, alguien debe encargarse de ellas, con las plantas sucede lo mismo.
Ahora bien, una serie prácticas previas al momento del viaje no solo harán más fácil la tarea de nuestro cuidador asignado, si no que también serán positivas para la salud y el posterior desarrollo de las plantas.
Etapa del cultivo al momento del viaje
Lo primero a determinar es en qué momento del cultivo estamos al hacer un viaje. En ese sentido, no es lo mismo irse de viaje cuando la planta ya está en floración en su maceta definitiva y dejó de crecer en tamaño, que en vegetativo, cuando la planta aún se está desarrollando en altura y quedan trasplantes y otras técnicas, como podas, por hacer.
Es importante comprender que nadie va a cuidar las plantas como uno mismo, por eso debemos dejar la cosas bien en orden y en marcha antes de irnos de viaje.
De poder elegir, lo mejor es irnos de viaje antes de comenzar el cultivo. Esto puede ser particularmente útil para quienes aún no germinaron y tienen pensado viajar a fin de año o en las primeras semanas de enero. Porque arrancando a cultivar en enero tenemos tiempo de sobra para tener plantas medianas y de buena producción.
Obviamente esto último no es una opción para todos, por eso daremos una serie de consejos para quienes viajan con un cultivo ya en desarrollo, poniendo especial atención en aquellos que viajan con sus plantas en vegetativo, que es quizás al momento de programar un viaje, la etapa más crítica de todas.
Antes de viajar
Es importante comprender que nadie va a cuidar las plantas como uno mismo, más si la persona que se queda a cargo de nuestro cultivo, no tiene experiencia con plantas de cannabis. Por eso es muy importante dejar las cosas en orden y en marcha, antes de irnos de viaje.
A continuación daremos una serie de consejos para que cuando nosotros no estemos presentes, nuestros cultivos no corran riesgos.
Previsión del crecimiento de las plantas: Las ramas pueden asomar por medianera y volverse muy visibles para vecinos curiosos. Por eso conviene atarlas y doblarlas, o dejarlas podadas de más antes de salir de viaje.
Calcular el arranque de la floración: Saber de antemano cuándo es el comienzo de floración es muy importante para determinar la maceta en que se dejará la planta. Si comienza a florar durante las vacaciones, hay que trasplantar previamente a una maceta del triple del tamaño en la que estaba. Este caso se va a dar sobre todo en febrero; en enero no hay tantas plantas que comiencen a florecer.
Trasplantar previo al viaje: Si se viaja con plantas en vegetativo que hace por lo menos 20 días que están en la misma maceta es conveniente trasplantarlas a un contenedor mayor antes de irnos. De este modo evitaremos posibles carencias y habrá espacio para que las raíces se desarrollen.
Colocar tutores: Esto es fundamental para evitar roturas por vientos fuertes o tormentas y de esta manera la persona que se quede a cargo no tendrá que hacer primeros auxilios.
Control general de plagas: Es importante dejar las plantas con la menor cantidad de insectos/ plagas posible. Para ellos hacer aplicaciones preventivas de aceite de neem y jabón potásico puede ser muy útil. En caso contrario, si nos vamos con una plaga desarrollándose, es probable que para cuando volvamos ya hayan tomado toda la planta.
Por último, una charla técnica también es necesaria. Debemos dejar bien en claro cómo hacer un buen riego y que no se debe aplicar ningún fertilizante que no hayamos indicado ya que pueden incurrir en una sobrefertilización. Finalmente, debemos dejar el espacio de cultivo limpio y con todas las herramientas a mano.