Gustavo Jaiyes / Revista THC
Miles de personas se movilizaron en toda Argentina en la Marcha de la Marihuana 2022, exigiendo que se ponga fin a la criminalización de cultivadores y personas usuarias de cannabis.
Si bien se produjero varios cambios a nivel legal en los últimos años, como el REPROCANN y la flamante ley para la industria del cannabis medicinal y el cáñamo, la regulación integral continúa siendo una deuda para millones de usuarios, usuarias y cultivadores.
El pedido por una regulación urgente de la planta que permita todos sus usos volvió a ser la principal demanda de quienes marcharon en toda Argentina.
La consigna central fue la que desde hace años reúne a la heterogénea y activa comunidad cannábica. Basta de presos y presas por plantar, gritaron las miles de personas asistentes.
THC conversó con personas representantes del activismo cannábico de diferentes partes del país, lo que vuelve a demostrar el carácter heterogéneo y federal del fenómeno relacionado a la planta que manifestó en esta Marcha de la Marihuana 2022.
“Volvemos a ser decenas de miles en las calles. Aunque se avanzó mucho, en materia legal del cannabis, todavía quedan muchos derechos por conquistar. Algunas personas tienen extensos cultivos en nuestro territorio nacional y otras siguen siendo detenidas por tenencia o cultivo de marihuana. Eso tiene que terminar”, asegura Valeria Salech, Presidenta de Mamá Cultiva Argentina.
“Marchamos para derribar a todas las caretas que le quedan a esta sociedad con respecto al cannabis. Por los presos y presas; y para que todos podamos acceder a las semillas, a la planta y sus beneficios, independientemente de nuestra clase social. Sin semilla no hay historia”, dice Nicolás Geniso, integrante de la Asociación Argentina Para la Producción, Crianza e Investigación de la Semilla de Cannabis (Criacann).
“Nos más presos por plantar”, sumó Lorena Amado, de la Asociación Civil Flores de Libertad.
“Colmamos la Plaza de Mayo para decirle al Estado que ninguna regulación puede tener lugar con personas usuarias y cultivadoras en la cárcel: ¡Basta de hipocresía”, aseguró Facundo Rivadaneira, de la Asociación Civil Cogollos del Oeste y quien también integra el colectivo Regulación Legal.
“Tenemos que salir de esta absurda prohibición. Nos deben a las familias la libertad de cultivar la cantidad de plantas necesarias para todos sus usos y todas sus formas”, sostuvo María Eugenia Sar, de la organización Cannabis Terapéutico San Antonio, en la localidad de Las Grutas.
“Marchamos por quienes siguen presos, cuando muchos ya logramos un cultivo legal. Queremos la despenalización de la marihuana y una terapia integradora, incluso para nuestras mascotas”, aseguró Fernanda Canut, de Cannabis Medicinal Rio Negro.