En lo que significa un acuerdo comercial internacional inédito, Uruguay hará una exportación de flores de cannabis a Estados Unidos. Se trata de un contrato millonario firmado entre la empresa rioplatense Raíces Hemp y la firma estadounidense Cend. Según pudo averiguar THC, en las próximas semanas comenzarán a enviarse por buque cinco toneladas de cogollos cada dos meses y a un valor que ronda los 400 dólares por kilo.
“Pure CBD Punch 22” es la genética que C-END encargó para la primera exportación de flores de cannabis de Uruguay. Esto fue así porque la variedad tiene menos de 0,3 % de THC y se adecúa a los requisitos comerciales de Estados Unidos. De esta manera, la venta puede configurarse como “cáñamo”.
“Estuvimos en la CB Expo de Zurich presentando la genética para que se viera que en esta parte del mundo se pueden hacer las cosas correctamente y competir. Llamó mucho la atención”, cuenta Verónica Quintela, CEO de Raíces Hemp.
Además, la genética con registro uruguayo tiene un alto contenido de CBD del 16 %. Por eso, la distribuidora C-END pretende ubicar las flores rioplatenses tanto en dispensarios y laboratorios norteamericanos, tanto para el uso adulto como para la elaboración de derivados.
Desde ahora, la producción de Raíces Hemp estará enteramente a disposición de la empresa estadounidense. El objetivo es que las plantas se cosechen cada dos meses y que al norte no paren de llegarle las flores uruguayas.
Qué genética eligieron para la primera exportación de flores de cannabis en Uruguay
“La estabilización de la ‘Pure CBD Punch 22’ fue una de las características más importantes”, le cuenta a THC Verónica Quintela, CEO de Raíces Hemp, sobre una de las claves en cerrar el acuerdo por la exportación de flores de cannabis de Uruguay. Entonces, explica que Cend “estaba buscando flores de alta calidad y con 0,3 % de THC; nosotros cumplimos con eso. Además, tiene buen color y es aromática”, agrega.
Quintela dice que “las características organolépticas se deben a que la genética proviene de madres de marihuana”. Luego, pasó por más de 20 combinaciones y 27 sesiones de estabilización hasta llegar a la “Pure CBD Punch 22”.
Entre otras de sus características, la variedad uruguaya es una híbrida con predominancia índica y una floración entre 66 y 75 días. Además, se calcula que tiene una proyección de producción de 600 gramos por metro cuadrado en interior o un kilogramo por planta en exterior. Según su plantilla técnica es altamente resistente a plagas y hongos.
El hecho que la genética de Uruguay no supere el 0,3 % de THC fue clave para que se concrete la exportación de flores de cannabis. Resulta que si bien desde el año 1961 la Convención Única de Estupefacientes prohibió a la planta, sí se permite la comercialización controlada que varía según las principales potencias económicas del mundo. Mientras Estados Unidos establece el límite de 0,3 % de THC, en Europa resulta del 0,2 %.
“Estamos haciendo los trámites para entrar a la lista de la Unión Europea y está muy avanzado. Se abriría aún más el mercado de venta de semillas”, adelanta Quintela sobre los próximos objetivos de Raíces Hemp.
Entonces, el desarrollo de la genética uruguaya resultó esencial para avanzar en acuerdos comerciales. Nada de esto se pudo haber logrado sin la trazabilidad.
La trazabilidad: clave en el mercado de cannabis
En diálogo con THC, Quintela asegura que el proceso de trazabilidad de la variedad de cannabis fue esencial para la exportación de flores. “Nos permitió ir al Banco Central y decir: nuestra genética cumple con lo que Estados Unidos acepta”, dice. Sin embargo, ella dice que “la estabilización tardó años de trabajo científico”.
En cuanto a la trazabilidad, Hemp Raíces utiliza un sistema de blockchain. La “cadena de bloques” fue creado para la certificación de acciones y transacciones que son registradas por una herramienta tecnológica y que son inalterables. Esta herramienta permite certificar cada etapa de un sistema productivo sin necesidad que intervenga una institución pública o privada.
“Vamos a enviar cinco toneladas bimestrales a un precio entre 300 y 500 dólares el kilo”, dice Verónica Quintela, CEO de Raíces Hemp.
“En el sistema se ingresa todo lo que se realiza: día de cosecha, fertilización y tiempo de secado, entre otros”, detalla Quintela sobre el sistema de trazabilidad con la tecnología del blockchain. “Buscamos esto porque queríamos que el productor que comprara la genética en cualquier parte del mundo tuviera la seguridad que su semilla no es la última del establo”, dice Quintela.
Además, Quintela cuenta que la “Pure CBD Punch 22” cuenta con las certificaciones propias a las instituciones uruguayas, como las de su Instituto Nacional de Semillas vecino.
Un “Maracanazo”
Raíces Hemp es una empresa familiar que fundó el padre de Quintela hace más de 40 años y que, desde aquel entonces, se dedicó a la actividad forestal. Pero a partir de la regulación uruguaya del cannabis, en 2013, la compañía comenzó a prestarle más atención a la planta.
Luego del trabajo genético en el desarrollo de la “Pure CBD Punch 22”, el año pasado fue presentada en Europa. “Estuvimos en la CB Expo de Zurich presentando la genética para que se viera que en esta parte del mundo se pueden hacer las cosas correctamente y competir. Llamó mucho la atención”, recuerda Quintela.
Si bien Raíces Hemp vendía sus flores a países europeos como Suiza, ahora destinará toda su producción al comercio con Estados Unidos. Según cuenta Quintela, aún están definiendo pormenores del acuerdo comercial como la cantidad total y el precio por kilo. Pero tanto ella como la firma del norte aseguran que el contrato no corre peligro.
“Vamos a enviar cinco toneladas bimestrales a un precio entre 300 y 500 dólares el kilo”, dice Quintela. Luego, explica que el valor final estará estipulado por los análisis de laboratorio que se realizará en Estados Unidos para certificar la calidad de los cogollos.
Para lograr que los barcos lleven las cinco toneladas de cannabis uruguayo a Estados Unidos, cada dos meses, Hemp Raíces ya planifica cómo ampliará el cultivo que tiene en la localidad de Nueva Helvecia, ubicada a 58 kilómetros de Colonia del Sacramento.
“Hoy tenemos 8.500 metros cuadrados, en ocho naves de cultivo y una sala de laboratorio de 360 metros cuadrados donde tenemos las madres. Nos vamos a ir 20 mil metros cuadrados”, cierra Quintela sobre el cultivo que se realiza en invernaderos Green House.