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dispensario cannabis indígenaSugar Cane Cannabis

Canadá: abren el primer dispensario de cannabis indígena

Luego de Uruguay, Canadá fue el segundo país del mundo en regular el cannabis para todos los usos. Desde 2018, en el país del norte el mercado de la planta no para de crecer. Sin embargo, hasta este momento los pueblos originarios locales no habían logrado insertarse en la industria. La última novedad es que en Canadá abrió el primer dispensario de cannabis indígena.

Se trata de Sugar Cane Cannabis, ubicado en la ciudad de Williams Lakes, dentro de la provincia Columbia Británica. Es una zona montañosa donde se encuentran la mayoría de las “Primeras Naciones”.

Este dispensario de cannabis indígena no solo es el primero en tierras originarias. Sino que además, es un comercio en donde el cannabis cultivado en su granja se envía a la puerta de los usuarios y usuarias.

Uno de los dueños del primer dispensario de cannabis indígena de cannabis cuenta que una de las motivaciones fue que los usuarios se conecten con la planta. Y por eso, se puede visitar su sala de cultivo.

“Hay arte y ciencia involucrados en el cultivo de cannabis. Nuestras instalaciones brindan a nuestra clientela la oportunidad de echar un vistazo detrás de la cortina”, dice Kirk Dressler, CEO de Sugar Cane Cannabis, en un diálogo exclusivo con THC.

Una visita por el primer dispensario de cannabis indígena

Dressler no solo es uno de los encargados del dispensario indígena de cannabis canadiense. Además, es el Director de Servicios Legales y Corporativos de Williams Lake First Nation (WLFN), la organización local del pueblo originario.

Él detalla que su sala de cultivo de cannabis consta en una instalación de 650 metros cuadrados, donde siempre hay plantas tanto en floración como en estado vegetativo. Además, utilizan luces led de amplio espectro.

Según cuenta Dressler, la estrategia es replicar la tradición de las bodegas de vino. Los usuarios y usuarias pueden hacer una visita al cultivo. Allí, no solo aprenden las técnicas para el crecimiento y la floración. Hacia el final del recorrido no hay degustación, pero sí se puede hacer una compra de cogollos.

“Hay arte y ciencia involucrados en el cultivo de cannabis. Nuestras instalaciones brindan a nuestra clientela la oportunidad de echar un vistazo detrás de la cortina”, dice Kirk Dressler, CEO de Sugar Cane Cannabis.

La provincia de Columbia Británica introdujo por primera vez el concepto de “puerta de la granja” en BC en 2020. Pero Williams Lake First Nation fue el primero en obtener la licencia y la infraestructura, dentro de la industria del cannabis.

Dressler cuenta que todo fue posible gracias a acuerdos con los gobiernos provincial y federal que permiten que la nación cultive y venda su propio producto. La instalación recibió su licencia de microcultivo de Health Canada después de más de dos años de negociaciones pioneras.

El cannabis de las Primeras Naciones

Dressler sostiene que dentro de Sugar Cane Cannabis se puede comprar diversos productos de cannabis como comestibles, tinturas e inhalables.

Además se ofrecen tours y eventos que brindan la oportunidad de ver las instalaciones de cerca para que aquellos que estén interesados puedan obtener una comprensión completa de lo que implica la producción de cannabis en un entorno regulado.

En cuanto a cannabinoides, según el director de operaciones de Sugar Cane Cannabis, Daniel Penny, la planta tiene entre 19-30% de THC, un 10% de CBD y entre 2-5% terpenos.

Si bien no cuentan con una licencia para venta medicinal, Penny asegura que los clientes utilizan los productos tanto terapéutica como recreativamente.

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Como una bodega de vino: el dispensario de cannabis indígena está abierto para recorrerse por dentro.

Las plantas son suministradas por Life Cycle Botanicals. Éstas son trasplantadas y cultivadas en cinco salas diferentes dentro de Sugar Cane Cannabis, cada habitación contiene 400 plantas con diferentes sabores, cepas, aromas, potencias y propiedades farmacéuticas.

El master grower es Brendon Roberts. Él se mudó de Toronto para cultivar cannabis en esta nueva instalación especial, donde trabaja día y noche para lograr los mejores cogollos posibles. El sistema de cultivo es hidropónico de interior con iluminación LED.

Las ventas del cannabis indígena

El cannabis cultivado abastecerá a los puntos de venta minoristas de Unity Cannabis de WLFN en Williams Lake, Merritt, Penticton y Lac La Hache, además de ser un lugar para el turismo de cannabis.

El jefe de WLFN, Willie Sellars, elogia a todo su equipo por lo lejos que han llegado. La mayoría de las personas que trabajan en Sugar Cane Cannabis y en la tienda minorista Unity son miembros de la comunidad WLFN y Primeras Naciones de la región.

A su vez, señala que todavía tienen un largo camino por recorrer para cumplir su visión de una ubicación completa de microcultivo, procesamiento y puerta de campo.

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La sala de cultivo de Sugar Cane Cannabis son unos 650 metros cuadrados donde se tienen plantas con sistema hidropónico.

Por otro lado, Dressler adelanta que tienen la intención de obtener una licencia de microprocesamiento para poder hacerlo por sí mismos.

Actualmente el cannabis cosechado es trasladado a un procesador externo con licencia. Se envía a una compañía donde se hacen inspecciones y pruebas de calidad. Luego, se empaqueta la flor seca, se arman “pre-rollos” y otros productos, y se reenvían a la sucursal de distribución de licores y cannabis de BC para su venta.

Finalmente, el CEO de Sugar Cane Cannabis, Kirk Dressler y el director de operaciones, Daniel Penny, coinciden en que apuntan a un usuario que aprecie un producto artesanal. A esto se refiere con un cultivo sostenible, recortado a mano y curado naturalmente.

Ellos buscan desarrollar una apreciación por el arte y la ciencia del cultivo. Además, pretenden sumarse al fenómeno del turismo cannábico.