@terpgodsquad
Ya hemos visto distintas mutaciones que pueden tener las plantas (como poliploidismo, fenotrigo, albinismo y variegación), que si bien suelen ser atractivas a la vista, terminan impactando en la producción de forma más o menos significativa. Sin embargo, no todas las mutaciones en el cannabis suponen un detrimento para nuestro cultivo, como es el caso de las semillas poliembriónicas. En estos casos, de una única semilla nacen dos plantas diferentes.
Qué son las semillas poliembriónicas
No se trata de una mutación en el sentido estricto de la palabra puesto que no hay una modificación del código genético, sino que es un evento donde una de las plantas es fruto de la unión reproductiva del padre y la madre, y la otra se desarrolla exclusivamente a partir del óvulo materno, es decir: es un clon materno.
Tan solo basta con tener cuidado al poder separarlas cuando aún son jóvenes tratando de dañar lo menos posible el pequeño sistema radicular. Podemos sumergir el pequeño pan de tierra en agua para facilitar la separación, esto ayudará a que se separe la tierra de las raíces, por lo que podremos desenredarlas más fácilmente. Luego las colocamos en contenedores separados y seguirán creciendo de forma regular.
En caso de no separarlas, podemos cultivarlas juntas prestando espacial atención a la fertilización para que las plantas no sufran carencias.