Para alcanzar el potencial total de sabor y aroma que tiene un cogollo, es necesario un cultivo perfecto pero también un curado ideal. Te explicamos qué es el curado y cómo hacer un buen curado de cogollos para conseguir flores perfectas.
Lo primero que necesitamos saber es que un curado perfecto requiere constancia y paciencia. Se trata de un proceso que requiere condiciones ambientales estables y cierto grado de atención para realizarse de manera ideal. Sin embargo es muy fácil de aprender y permite conocer en profundidad los cambios que realizan nuestras flores después de la cosecha.
¿Qué es el curado de la cosecha?
Técnicamente el curado es un proceso donde se degrada la clorofila y algunos elementos como azúcares y nitratos presentes en la materia vegetal. Este proceso realza los aromas y sabores presentes en la resina y generados por sustancias como terpenos y flavonoides.
Además durante el curado se distribuye homogéneamente la humedad en las flores, generando una textura ideal para el armado en papel, una textura que permite el quemado parejo y un desmenuzado prolijo sin polvo.
Este proceso se puede extender durante semanas o meses y es un proceso dinámico, con cambios químicos que suceden tanto en la resina como en la materia vegetal. Además de cierto grado de oxidación y descarboxilación de los principios activos presentes en los cogollos, las flores cambian de color y se oscurecen o aclaran a medida que la clorofila y algunos pigmentos se degradan.
En general el curado se realiza utilizando envases herméticos de vidrio, con tapas que permitan renovar el aire en su interior en períodos definidos por la cantidad de materia vegetal, el porcentaje de humedad y el tipo de cogollos a curar.
Se considera que un cogollo está listo para ser curado cuando concluye el secado, es decir cuando las flores pueden desprenderse limpiamente de las ramas pero aún conservan cierto grado de humedad. Respecto a cuánto tiempo se deja secar el cannabis depende de las flores, pero se considera un mínimo de 3 a 5 días y un máximo de 7 a 15 dependiendo el tamaño de la materia vegetal y si se encuentra en ramas o separada.
Aunque tradicionalmente el cannabis era secado en el exterior de los hogares, a veces incluso en los techos de las casas, no se recomienda secar cogollos al aire libre, ya que pueden contaminarse con materiales ajenos a la planta (tierra, polen de otras plantas, pelos de animales) y las condiciones ambientales son imposibles de controlar.
La temperatura y humedad ideales para el secado rondan en los 18°C a 20°C y un porcentaje de humedad ambiente que no supere el 50%. Antes de introducir los cogollos en el recipiente que usaremos para el curado o para su almacenamiento final, podemos utilizar cajas de cartón para ralentizar el secado y evitar problemas de humedad.
¿Cómo curar cogollos en frascos de vidrio?
Uno de los recipientes más comunes para el curado de cogollos son los frascos de vidrio de mermelada, aceitunas o similar. Son de fácil obtención, pueden limpiarse y desinfectarse sin problemas y en promedio pueden albergar entre 10 y 20 gramos de flores secas.
El primer paso para curar cogollos en frascos de vidrio consiste en limpiar y desinfectar el frasco a utilizar para evitar la presencia de bacterias o restos de olores que puedan afectar las flores. Es recomendable también la esterilización con alcohol si es posible, enjuagando los frascos con una solución de tres partes de alcohol por siete de agua.
Con los frascos limpios y los cogollos en el punto de secado ideal, los introduciremos en el frasco tratando de ocupar la mayor cantidad de espacio posible sin aplastar las flores. En algunos cogollos de gran tamaño es posible desarmarlos en partes para aprovechar el espacio y reducir el oxígeno en el interior del frasco.
Es importante rotular los frascos con variedad, fecha de corte y fecha de enfrascado, para así poder mantener un control del tiempo que realizamos el proceso de curado y también para notar cuanto demoran algunos cambios organolépticos. Como extra, puede anotarse la sección de la planta donde extrajimos los cogollos y datos relacionados con el cultivo.
El paso siguiente consiste en realizar una apertura periódica de los frascos, para permitir el intercambio de aire y la eliminación de posibles restos de humedad. Al principio del curado este proceso se realiza a diario durante unos cuantos minutos, que otra vez dependiendo de la materia vegetal puede extenderse de dos a tres minutos a diez o más.
A medida que pasan los días podemos espaciar la apertura de frascos hasta que el aroma comience a estabilizarse y la textura de las flores alcance su punto ideal. En este punto se pueden almacenar los cogollos al vacío o cualquiera sea el método que elijamos para su conservación a largo plazo.
¿Cuánto tiempo hay que curar los cogollos?
Como la maduración de los vinos, el tiempo de curado de las flores de cannabis depende de múltiples factores como la densidad de la materia vegetal, el punto de corte y las técnicas de cultivo. El tiempo estándar es de uno a tres meses, pero depende del gusto del cultivador o cultivadora.
Se trata de un proceso donde mandan los sentidos: cada apertura de los frascos mostrará nuevos aromas y sabores mientras los cogollos alcanzan su punto más alto. Es también un proceso honesto, donde notaremos errores en el cultivo, ansiedades en el punto de corte y otros detalles más que solo pueden contarnos las flores. Solo el tiempo y la práctica nos mostrarán como hacer un buen curado de cogollos.
¿Cuáles son los errores más comunes a la hora de curar la cosecha?
A continuación te dejamos una lista de los errores más comunes cuando curamos una cosecha de cannabis y también puntos a tener en consideración si lo vamos a hacer por primera vez.
1. Enfrascar las flores demasiado húmedas.
Prestar atención al punto de secado es un paso esencial para empezar el curado.
2. Utilizar recipientes que no cierran bien
El control del intercambio de oxígeno es esencial para el curado. Comprobar el cierre de los recipientes.
3. No abrir periódicamente los recipientes
Es importante sobre todo en las primeras semanas comprobar que no se condense humedad en el interior de los frascos o que la textura cambie abruptamente.
4. Guardar los frascos en cualquier lado
Almacenar los frascos en un lugar oscuro, alejado de los rayos del sol, de aromas invasivos y a bajas temperaturas prolonga la duración de la cosecha.
5. Aplastar las flores o guardarlas muy separadas
Lo ideal es reducir el espacio libre dentro de los frascos para eliminar espacios de contacto con el oxígeno y así preservar mejor la cosecha. Sin embargo es importante que las flores puedan “respirar” por lo que debemos evitar prensarlas o compactarlas.