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La Pampa: un cultivador está preso desde hace un mes

Matías Yamil George es un cultivador conocido en La Pampa. Justo a su pareja, Ayelén Bataglia, fundó Olta Club, una organización que produce aceite de cannabis para personas con diversas patologías. Su trabajo es público.

Los médicos de la zona suelen derivarle pacientes, dan entrevistas en medios, trabajan en conjunto con el Conicet de Bahía Blanca para analizar su producción.

Además, en el 2022, a partir de una convocatoria del ministerio de Producción pampeano, se presentaron a un concurso nacional de emprendedores. Sin embargo, para el juez federal Juan José Baric, George comercializa estupefacientes y por ese motivo debe estar preso.

Los problemas de Matías comenzaron el 13 de enero cuando lo detuvieron en un control en la localidad de Realicó, La Pampa. Los efectivos le preguntaron si trasladaba algo, él respondió que sí y voluntariamente les mostró que llevaba cannabis. A pesar de que intentó explicar sobre su trabajo, fue detenido de inmediato y se mandó a allanar su domicilio.

Los médicos de la zona suelen derivarle pacientes, da entrevistas en medios, trabaja en conjunto con el Conicet de Bahía Blanca para analizar su producción. Sin embargo, Matías Yamil Giorge está preso desde hace un mes

Apenas comenzó la historia, el abogado de Matías, Conrado Caione, insistió en que su cliente debe estar libre. “Después de la indagatoria debían pasar 10 días hábiles para que la Justicia resolviera cuál iba a ser su situación procesal. Pasó ese plazo y no se resolvió nada así que pedimos la excarcelación y que se declare la falta de mérito. La fiscal federal nos dio el visto bueno, dijo estar a favor de la excarcelación, pero el juez la rechazó”, explicó a THC.

El abogado ahora volvió a pedir la excarcelación en la Cámara Federal de Bahía Blanca y por estos días se está esperando una resolución. Sin embargo, Matías ya sabe que irá a juicio.

“Decidimos no apelar ni el procesamiento.  Consideramos que la causa debe salir de la órbita de este juez, que es bastante conservador. Ve a Matías como un narcotraficante y no como lo que es: un terapista que acompaña a la gente. Creemos que el Tribunal Oral Federal va a ser más accesible y va a tener un proceso digno”, agregó Caione.

El cultivador de La Pampa que está preso tiene el Reprocann

Cuando detuvieron a Matías en la ruta él trasladaba flores que un cultivador le había para poder llevar adelante su trabajo.

En el domicilio, según contó Ayelén, todo estaba en regla y hasta se llevaron los cuadernos donde detallaban la trazabilidad de las semillas. Los dos tienen el Reprocann y viven en la misma casa.

Los policías encontraron allí 18 plantas en estado de floración (9 por cada uno de ellos, la cantidad que permite la autorización) y 22 en estado vegetativo (que no tienen límites). “Los efectivos contabilizaron 8 kilos de flores, pero yo digo que eran 2 porque el resto eran bolsas con manicuría fina y restos que usamos para hacer aceite y tintura madre”, agregó la joven.

Además, en el allanamiento se encontró una suma de dinero en dólares. Ayelén explicó que Matías heredó de su padre unos terrenos, que los había vendido y que los papeles de la transacción fueron presentados en la Justicia junto con material acerca del funcionamiento de Olta, una lista de personas con las que trabajan y un resumen de todas las charlas en las que participaron con organismos como el municipio y la universidad.

Para Caione, todos estos elementos y el hecho de que en el domicilio todo estaba en regla debería ser suficiente para que se comprenda que Matías no es un narcotraficante.

“Nosotros alegamos que la ley de drogas está obsoleta y no puede calificar de la misma forma al que transporta marihuana que al que transporta cocaína. Los Matías y su pareja son reconocidos en la sociedad y tienen mucho prestigio a nivel local. Por eso necesitan de esa gran cantidad de flores”, aseguró.

El cultivador de la Pampa que está preso: un trabajo de cuatro años

Matías es maestro mayor de obra y Ayelén contadora, pero cuando escucharon la historia de una señora a la que le habían robado todas sus flores y no tenía marihuana para producir el aceite para su hijo se metieron en en el universo del cannabis medicinal. Cursaron la formación de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y realizaron cursos como el de la organización cordobesa “Sativa Madre”.

En Olta se dedican a trabajar en terapias de fitomedicina, principalmente con cannabis. “Maceramos en alcohol y posteriormente lo evaporamos para obtener RSO. Esto nos permite extraer los más de 500 compuestos que posee la planta (cannabinoides, terpenos y flavonoides), obteniendo mayores concentraciones y facilitando su dosificación”, explican en sus redes sociales.

Si bien el Reprocann garantizó el cultivo y transporte de cannabis a las personas inscriptas, miles de personas que no tienen plantas o quien cultive para ellos no tienen acceso a la planta. Es uno de los temas centrales que la ley industrial buscaría resolver

El hecho se produce en un contexto de cambios en Argentina respecto al cannabis medicinal. Uno de los principales problemas que es, si bien la leyes argentina reconocen su uso, tenencia y transporte a partir del Reprocann, quienes no cultivan o no tienen un cultivador solidario que lo haga por ellos no tienen acceso a la planta.

Esa es una de las razones que llevaron a la sanción de la ley , que busca impulsar la industria del cannabis medicinal y el cáñamo, a fin de impulsar la producción y garantizar el acceso a un mayor número de personas que lo necesitan.

El reciente lanzamiento de la ARICCAME, la Agencia Nacional que regulará desde el cultivo hasta la comercialización, apunta a poner en marcha un nuevo escenario.

Días atrás, el presidente de la Agencia, Francisco Echarren, habló con THC y confirmó que uno de sus principales objetivos es el otorgamiento de licencias a cultivadores para que sean el motor de una industria por ahora desregulada y con enorme demanda.

“Ahora Matías está en la seccional N° 2 de General Pico. Es una comisaría donde hay otros cinco detenidos y es mejor que un penal. Los primeros veinte días estuvo solo en una celda en la División de Toxicomanía y después lo trasladaron. Lo iban a llevar al penal de Santa Rosa, pero por suerte eso no pasó porque ahí las condiciones son muy malas”, contó a THC Ayelén.

“Contamos abiertamente lo que hacemos, informamos en nuestras redes, damos entrevistas y abrimos las puertas”, detalló Ayelén. “Es increíble que nos estén tratando como narcos“.