Desde los autocultivadores más principiantes, hasta las empresas internacionales con mayor presencia en el mercado, continúan con el mismo debate: ¿cuál es la mejor forma de cultivar cannabis?. Cada uno dará una respuesta distinta según el clima, el espacio, las condiciones legales de su país y las intenciones económicas que tenga. Sin embargo, hay un factor que todos deberían tener en cuenta: el medio ambiente. Por esa razón, el cultivo en invernaderos se presenta como una opción ecológica y sustentable.
Un estudio realizado por la Universidad de Colorado, Estados Unidos, determinó que el cultivo de cannabis en indoor genera entre dos y cinco toneladas de gases tóxicos por kilo. Pero cuando se lleva a cabo en invernaderos, una
técnica que busca combinar los beneficios del cultivo en interior y exterior, esa emisión baja hasta los 326 kilos.
“Cuando se cultiva cannabis en invernaderos, la cantidad de consumo de energía se reduce drásticamente”, le explica a THC Charles Stockstill. Además de ser un experto en la planta, él trabaja con Hortitech Greenhouses, una empresa estadounidense dedicada a la construcción de invernaderos.
“En indoor hay que implementar luces de alto voltaje que a menudo necesitan su propio disyuntor. Con los invernaderos, se puede optar por complementar la luz natural con una pequeña cantidad de luces en comparación”, agrega Stockstill.
El experto en cultivos destaca que “calentar y enfriar el invernadero es tan simple como abrir y cerrar las rejillas de ventilación o encender un extractor de aire. En el indoor se necesita un sistema HVAC completo con controles de
humedad. Los cultivos de invernadero también tienen la capacidad de plantarse directamente en el suelo, lo que reduce costos de energía”.
Por su parte, el ingeniero ambiental y experto en gestión ambiental, Gustavo Álvarez, indica que el uso de invernadero se recomienda para cannabis medicinal. “El cáñamo industrial se suele hacer directo en campo pero si
es para uso de pacientes es mejor el invernadero ya que permite tener cierto control de la atmósfera”, comenta a este medio. Y agrega: “Además permite cierta homogeneidad del cultivo y acortar los tiempos de cosecha”.
Cultivo en invernaderos: mil opciones
Desde California Lightworks, empresa dedicada a la construcción de invernaderos e indoors, aseguran que el uso de estos espacios es “más amigable para el planeta. Sin embargo, hay dos cuestiones a tener en cuenta: requieren más espacio y hasta el mejor sellado de todos puede tener problemas con el clima y pestes”, indican.
A estos factores, Gustavo Álvarez le suma que, en comparación a un indoor, hay más riesgo de que la planta se hermafrodite. Aunque para Stockstill son cuestiones fáciles de remediar. “Creo que es realmente difícil encontrar
desventajas en el cultivo en invernaderos si se elige sabiamente el sitio y los materiales utilizados en su interior”, reflexiona.
Para analizar, el experto en la construcción de los invernaderos señala que hoy en día hay distintas versiones de ellos. “Algunos son absolutamente gigantes, del tamaño de ciudades pequeñas que se ven desde el espacio, y tienen hasta túneles a los lados. Otros tienen marcos de metal victorianos o cúpulas geodésicas hechas de ventanas recicladas o plástico recuperado. La verdad es que el ingenio es el mejor amigo. El más pequeño podría ser una jarra de leche cortada por la mitad y colocada sobre una plántula”, relata.
Y analiza: “¿Cuántas plantas caben en un invernadero? ¿Qué tan vertical estás dispuesto a ir? Hay algunos diseños innovadores en Singapur que muestran la jardinería del futuro. Los incito a que los busquen”.