En Comodoro Rivadavia una empresa despidió a un empleado por usar cannabis medicinal. Se trata de Emanuel Navarro, quien se desempeñaba como chofer en ETAP S.R.L.
En el 2022, Emanuel sufrió un accidente laboral que lo obligó a someterse a una cirugía. Los medicamentos tradicionales no calmaban su dolor y recurrió al aceite de cannabis.
Cuando en abril de este año le dieron el alta, se tuvo que hacer análisis para reincorporarse en su puesto. Para sus empleadores, el resultado positivo de THC fue razón suficiente para desvincularlo con causa.
El caso de Emanuel es uno de los nuevos desafíos a los que se enfrenta el sistema jurídico. Según la empresa, se trató de un despido con causa y se justificaron en las políticas de tolerancia cero para conductores.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando el uso de una sustancia es terapéutic0? Para el abogado Martín Galindez se trata de un caso testigo y aseguró que tomó la causa porque pone en discusión el cannabis en el ámbito laboral.
“El anclaje técnico de fondo es el derecho a la salud”, dijo a THC.
Despedido por usar aceite de cannabis
Emanuel se accidentó a mediadios del 2022. “Fue un accidente laboral. Estaba colocando cadenas para nieve, pero me dieron materiales que no eran para trabajar en el hielo. Me caí para atrás y me lastimé”, contó a THC. El diagnóstico fue una lesión SLAP y el traumatólogo le indicó que debía operarse en diciembre.
Durante los primeros meses de la lesión, Emanuel intentó paliar los dolores con todo tipo de medicamentos tradicionales: pastillas, inyecciones y antiinflamatorios musculares. Nada lo calmaba.
“No podía ni siquiera dormir. Mi vieja consume aceite de cannabis porque tiene fibromialgia y dolores crónicos de lumbalgia y un día me recomendó que probara. Empecé y me calmó bastante. No resolvió todo porque la cirugía me la iba a tener que hacer sí o sí, pero por lo menos se aplacó el dolor permanente”, agregó.
Luego de la cirugía y del período de rehabilitación, el 19 de abril Emanuel obtuvo el alta médica y se presentó en la empresa.
“Me mandaron a hacer el examen periódico de todos los años. Cuando el médico clínico me hizo las preguntas, yo declaré que estaba consumiendo aceite de cannabis y Blokium con diclofenac”, recordó Emanuel.
A pesar de que la empresa contaba con su historial médico, cuando llegaron los resultados le pidieron que hiciera una segunda prueba. Con el positivo de THC, ETAP S.R.L. le envió el telegrama de despido.
Emanuel intentó explicarle su situación al gerente de la empresa. Trabajaba desde hacía cinco años con ellos y jamás había tenido un problema.
En el telegrama de despido se aseguró que su conducta “puso en peligro su salud, la salud del personal transportado, la integridad de los bienes de uso de la compañía y generó un potencial riesgo en la seguridad de terceros”.
Para la empresa es como si no existiera la ley de cannabis medicinal que no solo reconoce el valor terapéutico del cannabis, sino que habilita su cultivo.
Cannabis en el ámbito laboral, despido y defensa
Para el abogado Galindez, ETAP S.R.L. “usó la excusa del cannabis porque en realidad Emanuel se lastimó en su lugar de trabajo por falta de herramientas adecuadas. El objetivo es encubrir su responsabilidad empresarial. Es un abuso en varios sentidos”.
Galindez reconoce que si Emanuel hubiera tenido el Reprocann, el caso sería mucho más sencillo. Sin embargo, advierte: “Está lleno de casos como este. Que no haya estado inscripto en el registro habla sobre la falta de información que hay todavía”.
El abogado insiste en que, de todas formas, la situación de Emanuel se enmarca en el derecho al acceso de la salud y en las convenciones internacionales de derechos humanos.
“El cannabis es un paliativo para los dolores. Plantearle que tiene que tolerarlos a pesar de que existe una alternativa es tortura”, agregó.
Además, Galindez insistió en la necesidad de reconocer el uso de aceite de cannabis medicinal en el marco de los usos y costumbres reconocidos en el Código Civil.
“Aunque es cierto que existe el Reprocann, está extendido el consumo de aceite para los dolores. El planteo es técnico: el Reprocan no crea el derecho porque el derecho es el acceso a la salud en sí. El Reprocann es una norma que reglamenta ese acceso”, explicó.
El caso de Emanuel acaba de comenzar. En breve las partes deberán presentarse a una conciliación obligatoria. El abogado pretende que la empresa se retracte y le abone la indemnización correspondiente por un despido sin causa.