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Colombia avanza hacia la regulación del cannabis para uso adulto

¿Colombia avanza hacia la regulación del cannabis para uso adulto? Todo indica que sí. Esta semana, la Cámara de Representantes de Colombia votó a favor de un proyecto para legalizar el cannabis más allá de su uso medicinal.

Se trató del sexto debate de los ochos necesarios para que el proyecto se convierta en ley. Ahora, el asunto pasará al Senado, que tiene tiempo hasta el 20 de julio. De esta manera, el país dio un paso más en la modificación de su política de drogas.

Desde que asumió como presidente, Gustavo Petro se ha manifestado en contra del prohibicionismo y de las estrategias para combatir en narcotráfico que se enfocan en la persecusión a usuarios y usuarias.

El impulsor del proyecto, el representante liberal Juan Carlos Losada celebró la aprobación. “Esta Cámara le ha cumplido a la agenda de derechos de los colombianos. Y por supuesto a un nuevo enfoque a la política de drogas, a la fallida guerra contra las drogas en nuestro país”, declaró.

Colombia ha sido uno de los países más golpeados por la llamada Guerra a las Drogas. El Plan Colombia, iniciado a finales de los años 90, un acuerdo bilateral con Estados Unidos para el supuesto combate al narcotráfico con resultados catastróficos para los colombianos.

El proyecto, ahora en manos del Senado, promueve la creación de un mercado legal de cannabis para uso adulto, regulando desde el cultivo hasta la comercialización

Con una larga tradición cannábica, la regulación de la planta tiene una larga historia de idas y vueltas. Una sentencia de la Corte Constitucional había declarado en los ’90 que las dosis mínimas para consumo personal no podían ser perseguidas. Sin embargo, el cultivo y la venta no estaban permitidos.

En la reforma constitucional que impulsó el ex presidente Álvaro Uribe en el 2009 se estableció, en el artículo 49, que “el porte y el consumo de sustancias estupefacientes o psicotrópicas están prohibidos, salvo prescripción médica”.

En los últimos años Colombia ha avanzado con la regulación del cannabis para uso medicinal, tranformándose en uno de los principales exportadores de cannabisy derivados del continente.

Sin embargo, además de ser una legislación parcial, es criticada principalmente por los productores históricos que advierten cómo el mercado regulado ha quedado en mano de grandes empresas, principalmente ligadas a capitales extranjeros.

El proyecto de Colombia para regular el uso adulto de la marihuana

Para aprobar una ley ordinaria en Colombia se deben realizar cuatro debates parlamentarios. Sin embargo, para lograr una legalización plena del cannabis se debe reformar el artículo 49 de la Constitución y por eso se requieren ocho.

El nuevo artículo 49, si se aprueba la ley, dirá: ““La prohibición prevista no aplicará para el porte y consumo del cannabis y sus derivados por parte de mayores de edad. Tampoco aplicará para su producción, distribución, venta y comercialización con fines de uso adulto”.

El gran desafío será lograr una legalidad que incluya a todos los actores. El caso de la regulación medicinal colombiana está marcado por un escenario de concentración en manos de empresas transnacionales

La redacción es clara: objetivo del proyecto es autorizar un mercado legal de cannabis exclusivo de adultos. Los impuestos que se obtengan de este nuevo mercado, según el proyecto, deberían ser invertidos en las regiones que han sido afectadas por fallida la guerra contra las drogas.

La idea también es cambiar de paradigma y hacer que el uso de sustancias psicoactivas salga de la persecución penal y quede en la órbita de la salud pública.

Además, el proyecto establece que las personas con consumos problemáticos podrían acceder a tratamientos terapéuticos.

En esa línea, también se establece un plazo de 12 meses para que el Estado diseñe y divulga una política pública de prevención del uso problemático.

Colombia y marihuana: qué es legal hoy

La sentencia de la Corte Constitucional en los ’90 había establecido que el consumo adulto del cannabis era legal, así como tener un cultivo de hasta 20 plantas. Este fue el argumento fundamental en el que se apoyó el legislador Losada para impulsar su proyecto: “Es absurdo que no sea legal poder comprar y vender la sustancia”, reclamó en más de una oportunidad.

En el texto presentado, Losada recuerda que desde 1986 es legal el consumo adulto de cannabis, así como tener un cultivo de hasta 20 plantas. “Es absurdo que no sea legal poder comprar y vender la sustancia”, reclamó.

Las regulaciones colombianas están en línea con lo que sucede en todo el mundo. En el 2017 el país ya había aprobado el uso terapéutico de la planta.

Por aquel momento, la discusión jurídica fue sencilla ya que la Constitución reconocía el uso con “prescripción médica”. En el 2021, además, se reconoció el uso industrial del cáñamo para la fabricación de fibras, alimentos, bebidas y biocombustibles.

Estos avances se materializaron en la economía. En el 2020, Colombia recibió unos US$215.000 en impuestos por la venta de productos derivados del cannabis.

El sector se destacó y se calcula que en la industria medicinal se generan 17 empleos formales por cada hectárea sembrada. Las estimaciones indican que para el 2025 se podrían crear más de 7 mil puestos de trabajo e ingresos cercanos a los US$790 millones.

Por supuesto, el gran debate que seguramente se traslade al mercado de uso adulto es la justa distribución de oportunidades en un nuevo marco de legalidad.

Suena a injusticia que después de años de sufrida prohibición, el país avance en una industria concentrada a espaldas de quienes cultivan desde hace décadas.