Como ya hemos visto, se pueden automatizar todas las funciones de un cuarto de cultivo. La automatización más básica y común es la de luz. En esta ocasión veremos de qué manera se puede automatizar el control del ambiente de nuestro espacio de cultivo interior.
Control y regulación del ambiente
Para el control del ambiente encontramos los denominados controladores de clima: son módulos que permiten la conexión de los distintos elementos de cultivo para integrarlos y regular las variables del entorno (como temperatura, humedad, renovación de aire, etc.) de forma conjunta.
En su gran mayoría cuentan con sensores de humedad relativa y termómetros que vienen contenidos en su interior, aquellos más avanzados incluyen una sonda que sirve para estos propósitos.
Para automatizar el control del ambiente hay módulos que permiten la conexión de los distintos elementos de cultivo para integrarlos y regular las variables del entorno de forma conjunta.
En cuanto a la regulación, la oferta es alta. Para los cultivadores hogareños las opciones no van más allá de sistemas que permiten la graduación punto a punto de las variables, ya sea mediante dimers o mecanismos más complejos como los integrados con software.
Estos últimos encienden y apagan de forma individual los aparatos conectados, desde turbinas a aires acondicionados, hasta llegar a los valores seteados, ahorrando así energía y extendiendo la vida útil de los artefactos.
Existen softwares que encienden y apagan los aparatos conectados, como turbinas o aires acondicionados, hasta llegar a valores que fueron seteados previamente. Estos equipos nos dan cierta independencia para aquellos momentos en que no podemos estar en el cultivo de forma física.
Son una excelente alternativa para tener todo el control del entorno en un solo lugar, lo que nos da
cierta independencia en aquellos momentos donde no podemos estar en el cultivo de forma física, como cuando salimos de vacaciones.
Grandes cultivos
Si hablamos de producciones de mediana a gran escala, encontramos unidades capaces de hacer lo mismo, aunque de forma más precisa y buscando ser aún más eficientes.
Están diseñados para tolerar gran cantidad de elementos conectados en simultáneo (luces, turbinas, aires acondicionados, humidificadores), cuentan con múltiples sensores de temperatura y humedad que pueden usarse para delimitar distintos espacios de cultivo, pudiendo así manejar ciclos en distintos estados o usarse de forma conjunta para homogeneizar las condiciones de toda la superficie de cultivo.
Además, pueden ser integrados con controladores de fertirriego y realizar un ajuste ambiental automático basándose en criterios de DPV (déficit de presión de vapor).