Existe una práctica que está tomando cada vez más popularidad, y tiene que ver con el uso de microdosis de marihuana, pero, ¿qué significa esto y para qué sirve? Esta práctica consiste en consumir cannabis en dosis muy bajas, de manera tal que no lleguemos a tener efectos psicoactivos fuertes, pero sí mejoras en cuestiones como el estado de ánimo, la ansiedad y el estrés. La finalidad principal es conseguir un aumento del bienestar.
¿Cómo funcionan las microdosis de marihuana?
Las microdosis de cannabis están pensadas con fines que mejoren el estilo de vida, pero sin sufrir efectos que puedan alterar nuestra rutina. Básicamente, lo que se busca es que el usuario goce de los muchos beneficios de la marihuana sin la necesidad de percibir efectos psicoactivos. Además, al tratarse de dosis tan pequeñas, se les puede dar un uso diario. Esta práctica puede realizarse tanto con fines recreativos como medicinales.
¿Cuánto es una microdosis de marihuana?
Las medidas para una microdosificación de cannabis varían entre 2,5 y 10 mg de THC. Sin embargo, a la hora de consumir, la cantidad de miligramos va a depender de cada usuario o usuaria. Cuestiones como el metabolismo, el peso y la experiencia que la persona haya tenido previamente con el cannabis son las que determinarán cuántos mg resultarán efectivos en el usuario. Es importante no arriesgarse a consumir de más si no queremos efectos indeseados.
Evidencias del efecto positivo de las microdosis de cannabis
Existen varios testimonios y estudios que prueban que esta práctica terapéutica tiene buenos resultados. Una investigación difundida por la revista académica “Journal of Pain” comprobó que pacientes con cáncer experimentaron una disminución significativa del dolor gracias a las microdosis de marihuana, mientras que aquellos que ingirieron una dosis más alta no obtuvieron igual mejoría en sus dolencias.
Además, otro estudio probó que la administración en dosis bajas de cannabinoides surte efectos positivos en la enfermedad de Alzheimer. Una paciente de 75 años recibió menos de un mg de THC por día y los resultados fueron óptimos. Los investigadores sostienen que este tratamiento provocó que la paciente goce de una calidad de vida sostenible.
Sin embargo, las microdosis pueden ser utilizadas también por personas sin ningún padecimiento, ya que cuenta con diversos factores positivos, entre ellos, reduce el estrés y mantiene la concentración. Diversos usuarios y usuarias que consumen diariamente microdosis afirman que su calidad de vida ha mejorado desde entonces.
Métodos para incorporar las microdosis de marihuana
Estas pequeñas cantidades de marihuana pueden consumirse de tres maneras distintas, que son las clásicas: pueden fumarse, vapearse, o ingerirse con alimentos.
Quizás nos parece que fumar las microdosis es la solución más práctica, pero tiene varios aspectos en contra. En primer lugar, con este sistema es difícil controlar qué cantidad estamos consumiendo. A esto hay que agregarle que, al quemar los componentes, se pierden muchos ingredientes activos.
Asimismo, no está de más decir que la práctica repetida de fumar puede generar efectos nocivos en la salud, por lo que, si no es algo que tengamos incorporado a nuestra rutina, podemos optar por otras opciones.
Vaporizar la marihuana es una forma más factible de consumir las microdosis, pues con este método no se pierden los cannabinoides y podemos controlar de mejor manera las dosis. Para esto, podemos elegir una de las tantas opciones de vaporizadores que están a la venta.
Por último, existe la alternativa de ingerir las microdosis con alimentos. En el mercado de nuestro país aún no se ofrecen productos comestibles que contengan THC, pero podemos generarlos nosotros mismos en nuestros hogares. Eso sí, hay que tener en cuenta que este método de consumo surtirá efecto en cuestión de horas, y no de forma instantánea como las anteriores opciones.
Para preparar comida cannábica con dosis pequeñas, es importante tener en cuenta que hay que disminuir la cantidad de cannabis y aumentar el contenido graso del alimento. Otra alternativa consiste en comer porciones más chicas una vez cocinado el alimento.
Comercialización de productos con THC
Si bien en nuestro país aún no vemos productos con cannabis en las góndolas de los supermercados, en otros lugares del mundo esto es algo común. En California, por ejemplo, existe una bebida hecha con cafeína y cannabis, que contiene 15 mg de THC. Sus fabricantes dicen que es una buena opción tomarla por la mañana y con mucho hielo.
También, existen los caramelos Petra, que almacena 100 mg de THC por cada paquete. Además del cannabis, entre sus componentes encontramos aceite de eucalipto, té verde Matcha y edulcorante vegetal, por lo que se trata de una golosina bastante sana.
Microdosificación con psicodélicos
Actualmente, se están realizando múltiples investigaciones para comprobar si mocrodosis de psicodélicos como el LSD ayudan a personas con padecimientos mentales como la depresión severa. Sin embargo, aún no se prueba al cien por ciento si estas alternativas son seguras y eficientes. Los resultados de los estudios varían.
Por ejemplo, una de las investigaciones comparó 953 usuarios de microdosis de psilocibina contra 180 usuarios que no recibieron ningún componente, y las conclusiones fueron en favor del uso de dosis pequeñas de psilocibina. Según esta prueba, los pacientes tuvieron mejorías en el estado de ánimo y en la salud mental.
Pero otro de los estudios reveló resultados muy distintos, contradiciendo a la investigación anterior. Entre 34 participantes, la mitad recibió microdosis y la otra simplemente placebo. De esta forma, buscaban comprobar si el “efecto expectativa” tenía lugar a la hora de consumir microdosis de psicodélicos. El “efecto expectativa” consiste en que, si un paciente consume un medicamento esperando que el mismo produzca mejorías en su estado de ánimo y calidad de vida, efectivamente sentirá esto como real una vez consumida la medicina, independientemente de si el beneficio es objetivo o no.
El estudio concluyó en que este efecto sí juega un papel importante a la hora de consumir microdosis. Los especialistas no pudieron comprobar objetivamente que la psilocibina haya producido resultados optimistas en los pacientes, y creen que para observar un rendimiento real se deben proscribir dosis más altas.
Con cannabis o psicodélicos, hay algo cierto y definitivo en el microdosing: se trata de una práctica que replantea el uso de sustancias y como las dosificamos.