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arbol de los brujos chile

Árbol de los brujos, la planta visionaria de los chamanes mapuches

El árbol de los brujos es una planta afrodisíaca y de fuertes efectos enteógenos empleada por los chamanes de los mapuches de la región de Valdivia, en Chile, en ceremonias religiosas. Según la tradición, ofrece conocimiento y protección mágica.

USOS Y EFECTOS

El árbol de los brujos se puede usar de forma medicinal como afrodisíaco, analgésico y antitusivo. Algunos de sus efectos psicoactivos son alucinaciones auditivas y visuales, euforia, relajación (en dosis bajas). Algunos llegan a mantener conversaciones con entes que solo los usuarios perciben. También incrementa el deseo sexual, calma los dolores y la tos.

PREPARACIONES

Tratamiento de los dolores: se preparan infusiones con pocas cantidades de sus hojas secas y sus frutos secos.

Tratamiento de contusiones y hematomas: se hace una decocción con la corteza del arbusto, a veces mezclada con partes de la planta cestrum parqui.

Tratamiento de la artritis, el reumatismo y la tos: se prepara un licor con alcohol y las hojas de la planta.

Los chamanes de tribus de Chile preparan tradicionalmente una bebida con la planta que es obtenida presionando las hojas recién cosechadas de la misma. El jugo obtenido es diluido con agua.

ESTATUS LEGAL

Tanto la planta como los alcaloides activos que posee no se encuentran en la lista de sustancias fiscalizadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por lo que puede cultivarse, consumirse y comercializarse libremente en todo el mundo. Además, los preparados médicos que contienen atropina no requieren receta médica para ser comprados.

CULTIVO

Se propaga naturalmente. Los mapuches la cultivan a través de esquejes, tomando sus ramas verdes. Requiere de clima templado, sin heladas y mucha lluvia. El suelo no debe ser demasiado húmedo y precisa de sombra.

RIESGOS Y CONTRAINDICACIONES

Contiene alcaloides cuya ingesta puede causar estados de coma o muerte. La ingesta de atropina y escopolamina por vía oral inhibe la acomodación ocular, es decir, el cristalino se fija para la visión lejana y los objetos cercanos se ven muy borrosos, y los reflejos oculares no se recuperan durante siete a 12 días.

Sus efectos alucinatorios se caracterizan por una nula conciencia de que se está bajo los mismos mientras duran, por lo que su consumo debe realizarse siempre en compañía de una persona que no haya consumido y que tenga la experiencia suficiente como para oficiar de cuidador.

Los riesgos del consumo de plantas psicoactivas aumentan radicalmente en contextos ajenos a su uso tradicional. Su uso está contraindicado en niños y en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

El consumo de enteógenos no se aconseja cuando no se está bien física o psicológicamente, lo que aumenta el riesgo de tener malas experiencias. Quienes padecen trastornos psicológicos o psiquiátricos, o se encuentran bajo tratamiento con antidepresivos o antipsicóticos, deben evitar el uso de enteógenos.