A dos décadas de comenzar el siglo XX tenemos bien claro que los combustibles fósiles nos dieron gran parte de la tecnología que define nuestra vida diaria. Pero al mismo tiempo generaron problemas que debemos resolver de manera urgente antes de llegar a un daño medioambiental sin retorno.
Conocemos como “plástico” una enorme cantidad de materiales sintéticos artificiales producidos a partir del petróleo. Son baratos y tienen millones de aplicaciones, también tardan tanto en degradarse que están colapsando el planeta.
La fibra del cáñamo, combinada con bioplásticos da por resultado materiales baratos de producir, biodegradables y tan versátiles como los plásticos tradicionales
En los últimos años se intensificó la investigación en bioplásticos como solución al problema del plástico derivado de combustibles fósiles.
Estos nuevos materiales son compuestos de fibras naturales amalgamadas con sustancias químicas para variar la textura o las propiedades plásticas de estos biocompuestos.
La fibra del cáñamo, combinada con bioplásticos como el PLA (ácido poliláctico) da por resultado materiales baratos de producir, biodegradables y tan versátiles como los plásticos tradicionales. Y la industria lo está descubriendo.
En los últimos años, empresas automotrices como BMW o Porsche incorporaron puertas hechas con biopolímeros de cáñamo y lino.
Compuestos con cáñamo también se están utilizando para fabricar desde filamentos para impresión 3D hasta instrumentos musicales como guitarras y ukeleles. También están disponibles reemplazos de plásticos tradicionales como el PP o el PET en pellets listos para usar en la industria.
Podés leer más sobre los usos industriales del cáñamo en la Revista THC 42.
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