La pasionaria es una planta cultivada por los aztecas con efectos sedantes y ansiolíticos. Se trata de una alternativa natural para tratar el estrés y el insomnio.
Durante la Primera Guerra Mundial su uso se extendió en Europa como tratamiento de la angustia. En la actualidad, se continúa propagando su uso, principalmente para el tratamiento de trastornos nerviosos.
Usos y efectos de la pasionaria
Los aztecas usaban el fruto como moneda de intercambio y en brebajes como sudorante, desintoxicante y analgésico. Los nativos cherokees, del actual territorio de Estados Unidos, empleaban la planta en preparados para tratar convulsiones y estados de excitación.
Sirve también como ansiolítico, sedante, antiestrés y para el insomnio.
Todas las partes de la planta poseen un efecto relajante que se acrecienta al infusionarse.
DOSIS BAJAS: Los efectos son desintoxicantes para el organismo y con una leve acción sedante, ansiolítica y antiestrés.
DOSIS MEDIAS: Favorece la conciliación del sueño (en algunos casos con pesadillas).
DOSIS ALTAS: Se han reportado casos con efectos alucinógenos leves, sin embargo esto puede atribuirse a un desconocimiento de la plan ta ingerida, ya que son otras las variedades del género Passiflora las que han demostrado producir dichos efectos.
Cultivo de pasionaria
Puede hacerse por acodos como por semillas. Se deben dejar las semillas bajo agua entre tres y cuatro días, y luego lavarlas. Los suelos más adecuados son aquellos profundos, bien drenados y con abundante materia orgánica. En cuanto al riego, necesita un volumen anual de agua de entre 800 y 1500 litros.
Preparación
Para poder consumir el fruto sin ningún riesgo de intoxicación se deben recolectar las bayas de la planta cuando ya estén bien maduras, con la piel arrugada, o también pueden recogerse del suelo aquellas que se hayan desprendido por sí solas. El resto de la planta se administra en infusión y pueden utilizarse para el preparado, tanto los componentes secos como también frescos. Además, puede disolverse en jugos de frutas.