A esta altura del año, la mayoría de las plantas de exterior deberían haber comenzado su floración. La excepción pueden ser las plantas más sativas, ya que algunas continúan en vegetativo hasta incluso marzo. También aquellas plantas que fueron sembradas fuera de época y aún no tienen la edad suficiente para florecer. Pero si nuestras plantas aún no comenzaron a florar (ni siquiera mostraron las preflores), es probable que estén sufriendo de contaminación lumínica. ¿Qué significa esto?
Para tener una floración plena, las plantas de cannabis necesitan aproximadamente 12 horas de oscuridad ininterrumpidas. Si una fuente de luz refleja la sombra de la planta durante la noche, la está afectando (a excepción de la luna). Esto es la contaminación lumínica.
Para tener una floración plena, las plantas de cannabis necesitan aproximadamente 12 horas de oscuridad ininterrumpidas.
Los lugares donde más contaminación lumínica suele haber en las ciudades son los balcones y patios. En las terrazas la contaminación lumínica suele ser menos y más controlable; de todos modos las técnicas a aplicarse para evitarla son similares en todos los casos.
Fuentes de contaminación lumínica
Las causas pueden ser internas (fuentes de luz de nuestro hogar) como externas (luminarias que llegan por fuera de nuestras casas). Una fuente muy común que puede afectar nuestros cultivos en las ciudades es el alumbrado público. Por otro lado, también pueden afectar las luces de los vecinos; este tipo de contaminación lumínica suele ser el más difícil de prever, detectar y solucionar.
Las causas de contaminación lumínica pueden ser internas (fuentes de luz de nuestro hogar) como externas (luminarias que llegan por fuera de nuestras casas).
En cuanto a las luces de nuestro propio hogar, la contaminación lumínica puede darse por las luces internas de nuestras casas (especialmente cuando el cultivo se encuentra cerca de una ventana, como en el caso de un balcón angosto) o las externas. En ambos casos resulta mucho más sencillo solucionar el problema, simplemente debemos reparar en no encenderlas, en el caso de las exteriores, durante la noche o bloquearlas, en el caso de las interiores, con una persiana o una cortina black out.
Soluciones
Además de los tips mencionados anteriormente, podemos tratar la contaminación lumínica con otras técnicas. Si la fuente de luz viene de arriba, podemos colocar un techo corredizo que bloquee las luces durante la noche, pero que se pueda remover durante el día para permitir el paso del sol.
Por otro lado, si son plantas chicas, podemos taparlas con cajas, a las que debemos hacerles pequeños agujeros para permitir el paso del aire y evitar el exceso de humedad. También, podemos mover las plantas al caer la noche a un lugar de oscuridad total para que cuando comience el día siguiente las volvamos a dejar en el espacio de cultivo.
En caso de no poder evitar la contaminación lumínica de ningún modo, nos queda una última alternativa: cultivar plantas autoflorecientes.
En caso de no poder evitar la contaminación lumínica de ningún modo, nos queda una última alternativa: cultivar plantas autoflorecientes. Este tipo de plantas no dependen del fotoperíodo para florecer, sino que lo hacen a partir de un tiempo determinado desde su germinación, por lo que no pueden sufrir contaminación lumínica.