“Necesitamos desarrollar capacidades en la comunidad y demostrar que puede ser una fuente de ingresos”. Que una de las tribus más pequeñas del país, en términos de población y tierras en fideicomiso, esté liderando la carga nacional en una operación integrada de cáñamo no es poca cosa, ya que prácticamente nadie en la comunidad tenía experiencia en agricultura o construcción antes.” explicó Larsen, referente del pueblo Sioux.
“Es crucial desarrollar habilidades dentro de nuestra comunidad y mostrar que esta iniciativa puede convertirse en una fuente de ingresos viable”, enfatizó Larsen.
¿Por qué construir casas de cáñamo?
En los últimos años el cáñamo se perfiló como una alternativa para ser utilizado en la elaboración de polímeros, sustancias “mixtas” que combinan una fibra, natural o sintética, con un aglomerante que puede ser desde plástico hasta cemento tradicional.
La mezcla de estos materiales produce desde bioplásticos hasta “hempcrete“, un material de construcción adecuado para realizar desde tabiques exteriores e interiores hasta suelos, muros portantes y hasta techos. Se pueden hacer paneles o bloques similares a los ladrillos.
Para lograr el hempcrete o cemento de cáñamo, se utiliza fibra descartada de la industria textil, mezclando la fibra más leñosa de la planta junto a polvo o fibra corta. A su vez, se incluye este material en una mezcla de cal que permite moldear la pasta resultante y obtener bloques constructivos y paneles o directamente aplicarla en estado líquido como sucede con el hormigón.
Posee ventajas muy dificiles de rebatir: partiendo desde su cultivo, que tiene un impacto menor en el ambiente que otros cultivos masivos, la fibra de cáñamo se obtiene de forma económica, es extremadamente resistente y brinda resistencia a la llama, tiene propiedades aislantes y no es tóxica.