Un nuevo estudio científico señaló el amplio potencial que posee el CBD (Cannabidiol) para tratar y manejar los síntomas de diversas condiciones médicas como epilepsia, dolor, cáncer, esquizofrenia, diabetes y COVID-19, entre otras.
El estudio, titulado Efectos benéficos del Cannabidiol de Cannabis, fue publicado en el mes de marzo en la revista especializada Applied Biological Chemistry. Fue desarrollado por investigadores de Corea del Sur, quienes señalaron que este cannabinoide posee propiedades antiinflamatorias, neuroprotectoras, antitrombóticas (que evitan o pueden reducir la trombosis), antibacterianas, analgésicas y antiepilépticas. Sin embargo, también señalaron que hace falta profundizar la investigación en cada uno de estos efectos.
Se trata de un estudio de revisión financiado por el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Productos de Corea del Sur, en el que se revisó la evidencia disponible sobre los efectos del CBD en distintas patologías, que van desde la epilepsia hasta el COVID-19.
En el caso de la epilepsia, los autores sugirieron que el CBD puede ser un tratamiento eficaz para el síndrome de Dravet, un tipo de epilepsia rara y grave que comienza en la infancia. Los niños con este síndrome suelen tener sus primeras convulsiones antes del año de edad, y estas convulsiones pueden durar mucho tiempo.
De acuerdo a la bibliografía revisada en el estudio, el CBD mostró efectividad en el tratamiento de trastornos cerebrales relacionados con la epilepsia, como el síndrome de Lennox-Gastaut, el complejo de esclerosis tuberosa y sería una alternativa para el tratamiento del síndrome de Dravet. Igualmente señalaron la necesidad de investigar en profundidad sobre los posibles efectos secundarios de las terapias con cannabinoides, especialmente a largo plazo.
En el mismo estudio también se evaluaron las propiedades del CBD como analgésico comparando su efectividad con la de los fármacos opiáceos. Puntualmente los investigadores citaron un estudio sobre 97 pacientes con dolor crónico en el que se registró que la administración de CBD redujo significativamente el uso de opiáceos en más de la mitad de los participantes en el plazo de dos meses.
Además, en el mismo estudio se registró que el 94% de los participantes experimentaron una mejora en su calidad de vida y paralelamente manifestaron mejoras en el sueño y el descanso.
Otro aspecto interesante del estudio, además de las evidencias sobre los efectos terapéuticos del CBD como coadyuvante en terapias oncológicas y hasta en la enfermedad de diabetes, fue la evidencia disponible sobre el Cannabis y el COVID-19. Y los resultados son impensados: el CBD podría ser un excelente complemento, junto a la vacunación, para reducir las infecciones por COVID.
Este efecto se debe a que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, utiliza una enzima específica para ingresar a las células, ACE2, una enzima que convierte la angiotensina 2. Esta enzima se encuentra en altas concentraciones en los pulmones, la mucosa nasal, los riñones, los testículos y el tracto gastrointestinal. Las áreas con altos niveles de ACE2, especialmente los pulmones y el epitelio intestinal, son más vulnerables a la infección por SARS-CoV-2.
Justamente los investigadores citaron un efecto del CBD previniendo la infección por SARS-CoV-2. El CBD y el CBDA, su forma ácida, se unen a la proteína espiga que utiliza el virus para acoplarse a la ACE2 e infectar las células y de esta manera disminuye la capacidad de infección del virus.