En todo cultivo puede suceder que la calidad de las flores no sea homogénea: aquellas que reciben más luz se desarrollan mejor que las que crecen en zonas sombreadas o inferiores de la planta. Toda planta las tiene: son los cogollos bajos.
En general se trata de flores que poseen más proporción de hojas que de cálices, además de una inferior producción de resina comparadas con las superiores, por lo que su sabor suele ser más áspero. Su textura también puede ser más suelta y esponjosa que el resto de la planta.
Estas flores pueden retirarse a principios de la floración para favorecer el crecimiento de las flores superiores, siguiendo la teoría de que la planta utiliza energía para “reparar” o estimular las zonas menos favorecidas de su organismo. Además facilitan la cosecha y el secado al poder concentrarnos en cortar, manicurar y únicamente los cogollos de mejor calidad.
Junto a la manicura más fina, aquellas hojas pequeñas cargadas con tricomas, los cogollos bajos son una buena opción para incursionar en distintas preparaciones sin sacrificar las flores más estéticas.
¿Cómo evitar la formación de cogollos bajos y pequeños?
Son múltiples los factores que pueden contribuir a la formación de flores pequeñas, como una nutrición deficiente, estrés o poco espacio para el desarrollo, aunque el motivo más común suele ser una simple razón estructural.
Aún en condiciones ideales, las plantas de cannabis forman cogollos de distinto tamaño por la manera en que están distribuidas las puntas de crecimiento en las que luego se formarán los cogollos.
Técnicas como el LST, mainlining, el SCROG y otras apuntan precisamente a modificar la estructura de la planta y la distribución de las puntas de crecimiento para optimizar el aprovechamiento de la luz tanto solar como artificial.
¿Cómo usar los cogollos bajos?
Extracciones
Si los cogollos de las zonas bajas de la planta no tienen rastros de plagas u hongos y fueron secados apropiadamente, podemos usarlos para extracciones como el aceite de cannabis o hachís al agua. De esta manera podemos aprovechar los principios activos y las características organolépticas de las flores reduciendo la presencia de hojas y clorofila.
Gastronomía
Dependiendo la persona que cocine y la receta, se pueden usar desde hojas de manicura a cogollos de primera calidad, pasando por supuesto por los cogollos bajos.
Si poseen gran cantidad de hojas y preferimos no removerlas, se pueden utilizar en preparaciones con otros ingredientes que ayudan a disminuir el sabor a clorofila, como el chocolate.
Cremas, lociones y tinturas
Una manera de aprovechar por completo la planta es utilizar los cogollos bajos y la manicura en la elaboración de cremas o ungüentos de uso tópico. Para esto solo necesitamos realizar una extracción previa de la resina o simplemente utilizar los cogollos bajos enteros, sin necesidad de manicurarlos.
Producción de semillas
Si preferimos dejar los cogollos bajos en la planta, pueden utilizarse para polinizar y crear semillas. Una vez que cosechamos las mejores flores, podemos dejar madurar las inferiores, ahora con mayor y mejor iluminación al remover las ramas superiores.