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maceta@Revista THC

Cultivo de cannabis en otoño: el ABC

Los cultivos otoñales no están limitados únicamente a los indoor. Es perfectamente posible desarrollarlos al aire libre. De hecho, los cultivos de otoño se asemejan bastante a los invernales, ya que enfrentan a dificultades similares.

La principal desventaja radica en la luz solar: en otoño no es tan intensa ni prolongada como se necesita para la fase vegetativa. Sin embargo, este obstáculo no nos inhabilita. Te explicamos qué aspectos debes considerar para cultivar en esta temporada.

¿Cuándo plantar cannabis en el hemisferio sur?

Si tenemos en cuenta los modos tradicionales de cultivo en exterior, el cannabis se suele plantar en primavera. Este hábito se debe a un factor fundamental: la marihuana es fotoperiódica. Esto quiere decir que su paso a la flora depende exclusivamente de la cantidad de tiempo de luz solar que reciben.

Gráfica de las variaciones del fotoperíodo en exterior.

En el crecimiento vegetativo, la planta necesita una mayor cuota de iluminación solar. De aquí la costumbre de plantar en septiembre: alrededor de estos meses, los días ofrecen aproximadamente unas 12 horas de luz solar, que irán incrementándose conforme nos acerquemos al verano. Es precisamente el 21 de diciembre, con el solsticio de verano, cuando se alcanza el tope de horas de luz, que es de alrededor de 14 horas. A partir de este punto, los días comienzan a acortarse gradualmente, marcando el inicio de la floración.

Entonces, ¿qué es lo que distingue al cultivo otoñal?

Particularidades del cultivo en otoño

Menos horas de luz

El cultivo otoñal es completamente factible, pero debemos saber algo desde un inicio: el tamaño de las plantas y su producción será más precaria. En vegetativo, la exposición solar será menor y más débil, lo que se verá reflejado en un crecimiento menos vigoroso. Es por este motivo que se recomienda plantar alrededor de 10 a 12 plantas si lo que se busca es una producción considerable de flores. Sin embargo, esto dependerá de las preferencias de cada cultivador.

Los cultivos de otoño/invierno, con recaudos, pueden producir una excelente cosecha de calidad.

Susceptibilidad a patógenos

Las bajas temperaturas combinadas con la humedad pueden traer algunos problemas.

En principio, la planta tendrá menor capacidad para evaporar el agua, ya sea de las lluvias o del riego. En verano, este proceso de evaporación se da automáticamente. Pero en invierno, las condiciones climáticas dificultarán la transpiración de las plantas, por lo que la retención de agua será mayor.

Por lo tanto, en periodos lluviosos y húmedos, las plantas quedarán especialmente expuestas a patógenos. En otoño particularmente es común la aparición de Botrytis, un hongo que aparece en forma de moho. Hay que tener cuidado con su expansión porque puede afectar gravemente a nuestros cultivos.

Cultivo en otoño: aspectos a tener en cuenta

Técnica de cultivo

Si tenemos la posibilidad de tener varias plantas, sin dudas el método SOG (Sea of Green) es el más indicado para cultivos otoñales. Esta técnica consiste en optimizar al máximo los espacios de cultivo, colocando las plantas bien cerca las unas de las otras. De esta manera, estarán más resguardadas y, a su vez, se acortaría el tiempo de cultivo.

Variedades para cultivo de otoño

Para cultivos otoñales, hay tres cuestiones primordiales a tener en cuenta a la hora de elegir genética: que sean de floración sea corta, de estructura firme y que tenga buena resistencia a los patógenos.

En estos casos, la opción más utilizada son las genéticas autoflorecientes. Estas variedades tienen la particularidad de no requerir un horario de luz específico para iniciar su floración, simplemente lo hacen después de un período de tiempo determinado.

A pesar de esta ventaja, la menor duración y potencia de la luz solar en otoño/invierno también impactará en el crecimiento de las autoflorecientes. Por este motivo, en cultivos otoñales siempre es bueno utilizar un soporte lumínico para ver mejores resultados.

Elección de las macetas

Empecemos con una premisa básica: hay que descartar los contenedores grandes. Los tamaños ideales para esta temporada son macetas de entre 7 y 10 litros. Esto nos va a ayudar a disminuir los riesgos propios de cultivos otoñales. A menor superficie de sustrato, menor cantidad de agua se requiere durante el riego, lo que reduce la probabilidad de que se desarrollen hongos por acumulación de humedad.

Cultivos de cobertura

Cuidar del sustrato nos será fundamental. Las condiciones climáticas son más agresivas, por lo que se hace necesario tomar recaudos.

Para mantener lo mejor posible la salud de nuestros suelos, los cultivos de cobertura son una excelente opción. Se trata de plantas de otras especies que se siembran sobre el mismo sustrato del cannabis para favorecer a la microvida del suelo, retener el agua y resguardar a las plantas de marihuana de cualquier revuelo climático.

Algunas especies que pueden servir a nuestro objetivo son la avena, la cebada y el centeno, pero siempre debemos fusionarlas con alguna planta aromática como la menta. Nuestras plantas sin dudas agradecerán el apoyo.

Una opción que demanda menos trabajo es el mulching, que se coloca sobre el sustrato y funciona como una especie de capa protectora que regula la temperatura y protege de la erosión, entre otros beneficios.

Cultivo mixto en otoño

Ahora, la alternativa más efectiva para el otoño es el cultivo mixto. Esta técnica consta de dejar vegetar a nuestras plantas en un indoor, y sacarlas a florar al aire libre cuando ya hayan alcanzado el tamaño que estamos buscando.

Con este método, nos aseguraremos que las plantas crezcan sanas y resguardada de las inclemencias del clima. Podremos darles sus 18 horas de luz diarias, e ir reduciéndolas paulatinamente hasta que decidamos ponerlas a florar. Llegado el momento, pasaremos la planta a un contenedor que sea 3 veces mayor que el anterior y las sacamos al exterior. Sería bueno tutorar los tallos para que se adapten mejor al cambio de condiciones.

También tenemos que tener en cuenta que durante la primera semana de adaptación no podemos exponer al cannabis a variaciones climáticas bruscas. Lo ideal sería consultar el pronóstico para evitar que lluvias o vientos fuertes impacten y perjudiquen a las plantas.

Cómo economizar el indoor

Al tratarse de un cuarto de cultivo que solo utilizaremos en vegetativo, el indoor no tiene por qué ser muy elaborado. Con una iluminación básica y ventilación bastará para cubrir la etapa de desarrollo.

Podemos elegir luminaria de bajo consumo, como tubos fluorescentes o mercurios halogenados. Aunque no se trate de las mejores iluminaciones, cumplirán con su función reducirán costos.

Por otra parte, necesitaremos un ventilador para que la estructura de nuestra planta genere resistencia y esté mejor preparada para salir al exterior.

Con estos simples elementos, podremos cubrir el periodo vegetativo para que luego la naturaleza se encargue de hacer salir los primeros cogollos en la floración.