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@Revista THC

El lenguaje de las hojas: ¿cómo reconocer carencias?

Además de un perfecto panel solar, que convierte la energía del sol en alimento, las hojas de las plantas de Cannabis pueden informarnos sobre el estado de salud general de las plantas. En esta nota te explicamos como reconocer carencias mediante el aspecto de las hojas de tu planta.

Además de la luz, las plantas de cannabis dependen de una serie de elementos químicos para poder crecer y desarrollarse de manera óptima. Estos nutrientes los obtienen tanto del suelo como también del aire y del agua, y se pueden dividir en tres tipos, según la cantidad de ellos que requieran las plantas: macronutrientes primarios, macronutrientes secundarios y micronutrientes.

Los macronutrientes primarios son los que las plantas consumen en mayor cantidad y suelen ser los primeros en agotarse en el sustrato: nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K). Una planta con carencias no solo tendrá un crecimiento pobre y una menor producción, sino que también será una planta más susceptible al ataque de patógenos, como plagas, hongos y virus, por lo que en casos extremos, las carencias pueden llevar a la muerte de la planta. 

Una planta con carencias tendrá un crecimiento pobre, una menor producción y será más susceptible al ataque de patógenos, como las plagas.

Las plantas nos dicen si les falta un nutriente a través de sus hojas: las carencias se expresan de un modo determinado en el follaje, por eso es vital aprender a interpretar estos signos.

Como los tres macronutrientes primarios son móviles, lo que significa que tienen la capacidad de trasladarse de un lugar a otro según las necesidades biológicas, las carencias de ellos suelen presentarse primero en las hojas más antiguas, las de más abajo, y si no se corrige la carencia, avanza hacia arriba.

A continuación veremos cómo reconocer cada una de las tres carencias más comunes.

Nitrógeno

Es el nutriente más consumido en la etapa de crecimiento vegetativo, por lo que su carencia es común en esa etapa si no se hacen los trasplantes necesarios, pero también puede ocurrir en floración. El signo más visible de su carencia es el amarillamiento de las hojas.

La carencia comienza con una pérdida general de la intensidad del color verde en el follaje, luego se refleja en las hojas más antiguas de la parte baja y media, que comienzan a volverse amarillas entre las nervaduras.

INICIAL. Las nervaduras empalidecen.

A medida que la carencia progresa, las hojas continúan virando al amarillo en su totalidad, para acabar palideciendo por completo y secándose. En principio la carencia se observa en las hojas más antiguas de la planta, porque al ser un nutriente móvil la planta lo traslada desde la hojas antiguas a las hojas nuevas que están creciendo.

AVANZADA. La hoja se vuelve completamente amarilla porque ya no tiene clorofila.

Fósforo

Puede ocurrir en la etapa de crecimiento pero es más común ver la carencia en floración. Al ser un nutriente móvil los primeros signos de deficiencia aparecen en las hojas más viejas. Aparecen manchas necróticas de color verde oscuro o violáceo. Las nervaduras de las hojas pueden volverse de una tonalidad rojiza, al igual que las ramas y los peciolos.

INICIAL. La tonalidad morada denota la carencia.

Los bordes de las hojas parecen secarse, volviéndose amarronados. Finalmente, las hojas se retuercen y caen de la planta. 

AVANZADA. La hoja se termina de secar y muere.

Potasio

Como el fósforo, su carencia es más común en floración, aunque puede verse también en vegetativo. Los primeros signos evidentes de la carencia comienzan a aparecer en las hojas más viejas de la planta, ya que también es un nutriente móvil. Las puntas de las hojas se vuelven marrones, con aspectos de estar quemadas.

INICIAL. Aparecen quemadas las puntitas de los foliolos.

A medida que la deficiencia avanza, las puntas quemadas continúan expandiéndose por el borde la hoja y comienzan a aparecer manchas con las mismas características en el interior. Cuando la carencia es pronunciada y se vuelve más severa, aparecen entre las nervaduras (que se conservan verdes) manchas cloróticas de tonalidad amarilla. Las hojas se curvan hacia arriba, para luego retorcerse, secarse y caer de la planta. 

AVANZADA. El aspecto quemado se extiende al interior de la hoja.

Reconocimiento y posterior tratamiento

Una vez identificada la carencia, hay que identificar el motivo de la misma.

Entre las principales causas se destacan: la ausencia del nutriente en el medio de cultivo (ya que el sustrato se lavó con los sucesivos riegos), un problema de pH (ya que de acuerdo al nivel de acidez o alcalinidad del agua de riego y el suelo, las plantas podrán asimilar o no los nutrientes que necesitan) y la temperatura (cuando esta está por encima o por debajo de determinados rangos, el metabolismo de la planta se ralentiza, generando una disminución de la asimilación de nutrientes). 

Si la carencia es por la ausencia del nutriente en el medio de cultivo, habrá que ver cómo corregirla de acuerdo al estadio de la planta: mientras que en la etapa de crecimiento se recomienda trasplantar la planta a un contenedor del doble del tamaño del que se encuentra, en floración habrá que abonar.

Ahora bien, si las carencias comienzan a presentarse cerca de la cosecha, conviene no hacer nada, ya que es esperable una planta amarillamiento al momento del corte.