Un reciente estudio financiado por el gobierno de Estados Unidos analizó los efectos de los terpenos del cannabis y concluyó que estos compuestos podrían tener potencial terapéutico para tratar el dolor neuropático crónico.
El descubrimiento fue realizado en ratones por investigadores de la Universidad de Arizona y miembros del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos (NIH). De acuerdo a los investigadores, una dosis inyectada de estos compuestos produjo una reducción en los marcadores de dolor “aproximadamente igual” a la de una dosis más pequeña de morfina. Además, los terpenos parecieron mejorar la eficacia de la morfina cuando se administraron en combinación.
Sin embargo, a diferencia de la morfina, ninguno de los terpenos estudiados produjo una respuesta significativa del recompensa, lo que según los investigadores indica que los terpenos podrían ser analgésicos efectivos sin posibilidad de desarrollar acostumbramiento como sucede con los opiáceos.
En el estudio también se comprobó que los terpenos vaporizados o administrados oralmente parecieron tener poco impacto en el dolor.
El artículo, titulado “Terpenos de Cannabis sativa inducen antinocicepción en modelos de dolor neuropático crónico a través de la activación de los receptores de adenosina A2A” fue publicado este mes en la revista PAIN, de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP).
“Una pregunta que nos ha interesado mucho es si los terpenos podrían usarse para manejar el dolor crónico”, dijo el investigador principal John Streicher, profesor de farmacología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona, en un comunicado sobre el estudio. “Lo que encontramos es que los terpenos son realmente buenos para aliviar un tipo específico de dolor crónico con efectos secundarios bajos y manejables”.
Los autores señalan que, si bien se ha demostrado en estudios que los componentes principales de la marihuana como el THC y el CBD son efectivos para manejar el dolor crónico, de la literatura se desprende que su efectividad es moderada y que en el caso del THC, se producen “efectos secundarios no deseados” como los efectos psicoactivos.
“Estas limitaciones han centrado la atención en otros componentes potencialmente terapéuticos del Cannabis incluyendo cannabinoides menores, flavonoides y terpenos” señalaron los investigadores sobre la intención de investigar en profundidad los efectos analgésicos de los terpenos.
¿Qué son los terpenos y cómo los estudiaron?
Los terpenos son sustancias aromáticas volátiles que otorgan el sabor y el aroma del Cannabis. Muchas plantas producen terpenos (el pineno, por ejemplo, es producido no solo por el cannabis, sino también por las coníferas como los pinos y cedros, las naranjas y romero) pero el caso del Cannabis es único por la enorme cantidad de terpenos que produce.
“Mientras que la mayoría de las plantas tienen dos tipos de terpenos dominantes, en el caso del Cannabis se pueden encontrar hasta 150, con múltiples terpenos destacando como dominantes” señala el estudio. “La complejidad de los quimiovares de Cannabis puede incluso determinar los efectos biológicos generados por las diferentes cepas o variedades.”
En el estudio se examinaron cinco sustancas aromáticas puntuales: alfa-humuleno, beta-cariofileno, beta-pineno, geraniol y linalool, los cuales pueden encontrarse en grandes y medianas cantidades en muchas variedades de cannabis.
Estos compuestos seleccionados fueron utilizados puros, en soluciones que se inyectaron en ratones para probar cómo influían en los marcadores tanto del dolor neuropático periférico como del dolor inflamatorio. Estos efectos se indujeron en los ratones mediante drogas de quimioterapia e inyecciones en las patas traseras de los animales, respectivamente. También se administraron a los ratones por vía oral y mediante vaporización.
Cada terpeno se probó individualmente “junto con una comparación con morfina para evaluar la eficacia”, explicaron los autores. Las dosis de terpenos fueron de 200 mg/kg, mientras que la comparación con la morfina fue de 10 mg/kg.
El objetivo del estudio no solo era medir si los terpenos aliviaban el dolor en ratones, sino también el mecanismo detrás del alivio del dolor. Eso implicó no solo observar el comportamiento de los animales, sino también evaluar la función celular evaluando el ARN mensajero en la piel de los sujetos de prueba.
Los hallazgos mostraron que todos los terpenos probados parecían reducir los marcadores del dolor neuropático, mientras que todos los terpenos excepto el pineno parecían tratar el dolor inflamatorio. Los investigadores también señalaron que incluso usando dosis muy bajas de terpenos administrados junto a la morfina produjo un efecto analgésico más intenso.
Los investigadores señalaron que este último efecto podría generar una terapia combinada consistente en altos niveles de terpenos acompañando opiáceos, mejorando el alivio del dolor y bloqueando el potencial de acostumbramiento que producen los opiáceos.
El estudio se centró en los terpenos inyectados, un detalle que no es relevante desde un punto de vista traslacional para el uso humano, es decir no se trataría de una vía de administración viable.
Sin embargo, los terpenos administrados a los ratones por vía oral y mediante vaporización tuvieron poco impacto observado en los marcadores del dolor, y en algunos casos produjeron efectos secundarios modestos, como la hipotermia. Los investigadores concluyeron que los terpenos administrados por vía oral o por inhalación “tienen una biodisponibilidad limitada” y podrían tener una efectividad reducida.
En cuanto a cómo se traduce la investigación en el tratamiento del dolor en humanos, los autores afirmaron que los hallazgos son prometedores, pero también demuestran la necesidad de más estudios.