Más allá de la potencia de la variedad o los extractos, los efectos del cannabis tendrían un límite. Eso es lo que propone un estudio de la universidad de Colorado, Estados Unidos.
Estudio: cuál es el techo del THC
El THC es, junto al CBD, uno de los compuestos activos del cannabis más estudiado. Tanto se habla de él que a veces se simplifica demasiado la complejidad de la planta.
La marihuana no es sólo THC y CBD. Además de otros cannabinoides la planta posee terpenos y flavonoides que trabajan en conjunto para producir sus efectos.
Las personas fueron divididas en dos grupos. Uno usó flores con un porcentaje de THC de entre 16% y 24%, el otro grupo usó extracciones que variaban entre 70% y 90% de THC.
El estudio hecho en Colorado, se centró particularmente en el THC. Incluyó 121 personas que usan cannabis regularmente.
Las personas fueron divididas en dos grupos. Uno usó flores con un porcentaje de THC de entre 16% y 24%. El otro usó extracciones que variaban entre 70% y 90% de THC.
Las concentraciones de THC en sangre se evaluaron antes de fumar, minutos después y una hora más tarde de hacerlo.
Quienes usaron flores tuvieron un promedio de 455 microgramos de THC por mililitro de sangre mientras que el grupo que usó extracciones alcanzó 1000 microgramos por mililitro en promedio. Una diferencia esperable. Pero eso no es todo.
¿Nuestro cuerpo plantea límites al efecto del THC?
Paralelamente realizaron tests para evaluar el equilibrio y el desempeño cognitivo. Y los resultados fueron sorprendentes.
Los test demostraron que ambos grupos no se diferenciaron en el desempeño congnitivo ni en los niveles de equilibrio. Todas las personas referenciaron efectos similares.
Los test demostraron que ambos grupos no se diferenciaron en el desempeño congnitivo ni en los niveles de equilibrio. Todas las personas referenciaron efectos similares. ¿Por qué podría ocurrir? Según los investigadores, hay dos posibilidades.
Una, al tratarse de personas con experiencia en el uso de cannabis podrían tener tolerancia psíquica a los efectos, es decir: podrían controlar la situación y no verse sorprendidas por los efectos incluso con altos porcentajes de THC.
Otra opción es una posible saturación de los receptores del Sistema Endocannabinoide frente a dosis altas, es decir: si imaginamos esos receptores como contenedores estarían llenos y eso establecería un límite a los efectos, independientemente del nivel de THC.
Por supuesto, esto no quiere decir que sea lo mismo ingresar en el cuerpo cualquier nivel de THC, y no pone en duda que haya variedades o concentrados más potentes que otros.
Lo que el estudio permite observar es que nuestro cuerpo plantea límites a los efectos del THC y establece una modulación que ni la opción más poderosa puede desajustar.
Lo que el estudio permite observar es que nuestro cuerpo plantea límites a los efectos del THC y establece una modulación que ni la opción más poderosa puede desajustar.
Conocer la intensidad de los efectos para mejorar la dosificación
Establecer una relación entre la intensidad, duración o las dificultades para realizar ciertas tareas y la concentración en sangre del THC permite mejorar las dosificaciones.
Eso, entre otras cosas, puede reducir los efectos indeseados en el uso terapéutico del cannabis.
Además, en aquellos lugares donde se reguló el cannabis es una herramienta más precisa y menos caprichosa para establecer parámetros de tolerancia en las leyes de tránsito.
El estudio completo puede leerse aquí.