Los azúcares están presentes naturalmente en el cannabis. Las plantas generan su propia glucosa con agua, oxígeno y la misma fotosíntesis. Es fuente de alimento para la planta y también para los microorganismos que viven en el suelo. Ante la búsqueda de azúcares naturales para utilizar en nuestras plantas, surge la pregunta: ¿podemos ponerle miel al cultivo de marihuana?
¿Qué pasa si le pongo miel al cultivo de cannabis?
Hay distintas formas de agregar azúcares a nuestras plantas para ayudar en el periodo de floración. Una de esas formas es utilizando la miel, y también existe la alternativa de otorgar glucosa a través de jugos de fruta o de azúcar mascabo, pero estas no son las opciones más difundidas. Lo que más se utiliza para alcanzar este fin es la melaza de caña. Por lo tanto, si bien podemos ponerle miel al cultivo, hay otra opción que promete mejores resultados.
¿Engordan los cogollos si le pongo miel al cultivo?
Como ya hemos visto, existen varias opciones que podemos utilizar para aportarle azúcares a nuestros cultivos de cannabis, pero, ¿sirven para engordar los cogollos?
Mientras más óptimas sean las condiciones en donde se desarrollen nuestras plantas, mejores frutos otorgarán. Los cogollos de una planta que se ha desarrollado en condiciones de estrés no tendrán la misma calidad que los de una planta que se desarrolló con los nutrientes necesarios y bajo las condiciones adecuadas.
Por lo tanto, si aportamos azúcares a nuestros cultivos de marihuana, mejorará la vida microbiana de nuestro sustrato y esto se traducirá en una mejor calidad de nuestras cosechas.
Además, estaremos ayudando a que nuestra planta no haga esfuerzos de más, porque naturalmente, las plantas dirigen los excesos de azúcares hacia las raíces para que así los organismos del sustrato puedan nutrirse. Pero si nosotros agregamos esa azúcar por nuestra cuenta, estaríamos haciendo que la planta dirija su esfuerzo a generar mejores cogollos.
¿Qué preparados sirven para otorgarle miel al cultivo?
Para que nuestra planta absorba todos los beneficios que le darán los azúcares, tenemos que fertilizarla con ciertos preparados. Los mejores y más difundidos son aquellos que utilizan melaza de caña, y se pueden aplicar junto a otros fertilizantes. Si bien los preparados con azúcares pueden suministrarse en cualquier etapa del cultivo, se costumbra a utilizarlos más que nada en floración.
La fórmula más común se logra mezclando dos cucharadas de melaza de caña no azufrada en cuatro litros de agua. Es importante que sea no azufrada porque, de lo contrario, podríamos acabar con la vida microbiana, obteniendo los resultados opuestos de lo que buscamos. Para aplicarlo a la planta podemos hacerlo a través del riego o foliarmente, tratando de no hacerlo en días húmedos, y recordando sacudir las plantas una vez aplicada la mezcla.
Té de guano de murciélago y melaza
Otra opción para aplicar la melaza es mezclándola con otros componentes que sirven como abono, como lo es el guano de murciélago. Si queremos llevar a cabo esta mezcla, tenemos que comprar guano apto para floración, y debemos asegurarnos de que haya sido pasteurizado para evitar cualquier patógeno. Para preparar este té, tenemos que dejar 4 litros de agua reposando durante 24 horas hasta que se evapore todo el cloro.
Luego, le echamos una cucharada de guano y, a continuación, una cucharada de melaza. Mezclamos bien y dejamos en reposo por un día. Podemos airear con un aireador de pecera o revolver muy bien la mezcla dos veces al día. Antes de utilizar, filtramos.
Aspectos negativos del uso de azúcares en el cultivo
Como suele suceder con cualquier fertilizante, si utilizamos azúcares de más en nuestros cultivos acabaríamos obteniendo resultados negativos. También, puede suceder que, con el uso de preparados como el jugo de frutas, acabemos atrayendo plagas. Esto se da por la pulpa de los jugos, por lo que tenemos que ser muy cuidadosos.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la melaza contribuye a la reproducción de microorganismos y bacterias, y esto incluye también a aquellos organismos que pueden ser nocivos para nuestra planta. Pero existen algunos preparados y complementos que pueden contrarrestar estos efectos, como la cola de caballo, las trichodermas y micorrizas. Estos tres componentes funcionan como antifúngicos.
De hecho, las micorrizas y trichodermas son hongos, pero considerados benéficos, ya que ayudan a que la planta absorba mejor ciertos nutrientes porque se almacenan en las raíces. En el caso específico de la trichoderma, este hongo se alimenta de otros hongos, y se utiliza mucho para tratar infecciones por fusarium. Además, tiene una veloz capacidad de colonización del sustrato y del sistema radicular de la planta.
Complementos para el uso de azúcares
Sabemos ahora que las trichodermas, las micorrizas y los preparados de cola de caballo nos serán de mucha ayuda si queremos aplicar melaza en nuestros cultivos. A continuación, explicamos como aplicar cada uno de estos componentes:
En el caso de la trichoderma, se puede suministrar cada 15 días hasta mitad de la floración porque es un excelente preventivo. Una vez pasada la primera mitad de la floración, podemos aplicarlo luego de tormentas o condiciones climáticas que puedan favorecer a la aparición de organismos fúngicos nocivos. La trichoderma se consigue en growshops y suelen venderse como polvo o en estado líquido, y para aplicarlo de forma correcta es importante leer las instrucciones del producto.
Las micorrizas, por su parte, se pueden administrar de distintas maneras. En los growshops conseguiremos micorrizas sólidas y líquidas para diluir en agua, o directamente el producto para agregar en el sustrato. Incluso, se venden micorrizas en polvo para aplicar directamente sobre las raíces. Las opciones son variadas, pero en cualquiera de ellas es importante seguir las indicaciones de uso.
Luego, tenemos el famoso preparado de cola de caballo, al que muchísimos cultivadores acuden. Para realizar esta mezcla, debemos picar 1/2 kilo de cola de caballo fresca o, en su defecto, 1/4 de cola de caballo seca. Luego, agregamos la cola de caballo junto a 2 litros de agua que dejaremos hervir, y cuando llegue a su punto de ebullición, bajamos el fuego y dejamos hervir por media hora con la olla tapada.
Esta mezcla la dejamos reposar por dos días, revolviendo dos o tres veces al día. Finalmente, filtramos. Si queremos aplicar tanto en riego como foliarmente, debemos diluir 100 cc de la mezcla en un litro de agua. La frecuencia de aplicación aproximada es de dos semanas.