El cultivo vegano o agricultura vegana presenta un potencial significativo en regeneración de suelos, en biodiversidad, en reducción de daños para mitigar la crisis climática y en la producción de alimentos en comparación con las prácticas orgánicas tradicionales, según indicaron diversos estudios llevados a cabo en Canadá, Reino Unido, Alemanía y otros países de Europa que han adoptado hace décadas estas prácticas libre de residuos y subproductos animales.
Además, esta metodología que data de los inicios del 40’ en Reino Unido, ya ha generado un fuerte impacto en el agromercado mundial con las certificadoras, estándares y productos veganos para la agricultura, en empresarios que buscan métodos low cost para reducir costos en sus proyectos y pretenden llegar a más consumidores en el mercado a través de una agricultura sostenible, y hasta en las semillas de alimentos o semas cannabis registradas con tratamiento vegano.
¿Qué es el cultivo vegano? Es un tipo de agricultura regenerativa con un enfoque para la producción de alimentos y plantas medicinales que abarca el respeto por los animales, el medioambiente y la salud planetaria. Esta metodología es libre libre de residuos y subproductos animales como estiércoles, harina de huesos o sangre o pescados por citar algunos ejemplos, y se basa en una nutrición o enmiendas es de origen vegetal (probiótica y prebiótica) y en la interacción de diferentes familias de plantas para generar alelopatía positivas y negativas que actúen en función del desarrollo de la especie principal, dejando de lado el monocultivo, los terrenos descubiertos y las dietas hidrosolubles o las basadas en químicos sintéticos.
En julio de 2023, en desde Quebec se publicó un estudio de investigación de 7 años realizado por la granja vegana “La Ferme de l’Aube” en el que se observó “un aumento de materia orgánica del 5,2% al 7,2%, lo que equivale a un aumento del 38,46% durante la duración del estudio. No hay que subestimar a la agricultura vegana”, contó a Revista THC, Jimmy Videle, referente vegano de Canadá y autor del estudio.
Además, Jimmy destacó que la granja vegana certificada también logró rendimientos respetables por hectárea: “un aumento del 46% en la producción total de cultivos. Mostramos que la agricultura vegana no solo es regenerativa sino que también es altamente productiva. Además, después de 10 años de cultivo vegano Jimmy puede afirmar que este tipo de producción “es inherentemente más barata que la agricultura orgánica tradicional”.
Los beneficios del cultivo vegano
Los principios del cultivo vegano van más allá de restringir la aplicación de subproductos de origen animal: también se evitan los productos químicos de síntesis, como herbicidas, pesticidas, aditivos y conservantes. Así, la principal fuente de nutrición y las herramientas de control biológico son el suelo y la diversificación de las plantas que coexisten.
Además junto con el uso de mulching se integran los cultivos de cobertura, que junto a las técnicas de preservación del suelo (no-till, sin remoción) favorecen la biodiversidad y la alelopatía.
Este tipo de agricultura respetuosa de los principios del veganismo tiene muchos beneficios. Según estimaciones de estudios realizados en Canadá, la productividad puede ser un 4,198% más alta que en producciones tradicionales, reduciendo entre 40 y 50% los costos de producción y mejorando los ingresos de los agricultores.
En el caso puntual del cannabis y el cáñamo, el cultivo vegano incide en la producción de cannabinoides, terpenos y flavonoides, generando perfiles diferentes a los obtenidos con dietas minerales o animales.
Se trata de una práctica regenerativa: el cultivo vegano protege la diversidad biológica del suelo, incrementa la población microbiana, mitiga la contaminación del suelo y las aguas subterráneas y fomenta la biodiversidad.
El mercado de la agricultura vegana
Ya sea por razones éticas, de salud o ambientales, cada vez más personas eligen la opción de una vida vegana, principalmente utilizando y consumiendo productos que respetan estos principios. Se estima que en Argentina un 12% de la población no utiliza productos de origen animal, según datos de la Unión Vegana Argentina.
En el mundo, desde 2004 existen normas de calidad que determinan si un producto contiene residuos animales. Esto se traduce en granjas, bancos de semillas e insumos veganos para la agricultura. Estas certificaciones nacieron en el Reino Unido en 2004 y en 2017 se sumó Alemania, acreditado por la IFOAM, la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica.
En el mundo, son más de 600 las granjas veganas certificadas, en países como el Reino Unido y Alemania pero también en los Países Bajos, Francia, Escocia, Italia, Rumania, Grecia, Chipre, Austria, Suiza, Islandia, Suecia, Portugal, Bélgica, Uganda, Kenia, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá y México, entre otros.
Además, en 2018 se registraron y certificaron las primeras semillas de Cannabis con tratamiento vegano en los Países Bajos. En Argentina, en 2020 se creó CVC “Cultivo Vegano Cannabis”, el 1er proyecto i+D vegano en América del sur que tiene como misión el estudio, la investigación y el desarrollo de la agricultura vegana aplicada en la industria del Cannabis Sativa L.
En 2022 y 2023, CVC creó los primeros pósters científicos de cultivo vegano en Cannabis del mundo y ambos fueron presentados en la “Expo Cannabis Argentina”.