Originario de Europa y actualmente distribuido por Asia y América, el Tilo (género Tilia) es un árbol presente en la mitología europea desde hace siglos. En el año 77 a.C., Plinio el Viejo mencionó el tilo en su obra Historia Natural. El tilo aparece también en la mitología griega: como recompensa, los dioses convirtieron en tilo y roble a un matrimonio que alojó a Zeus y Hermes.
También fue muy importante para los teutones, que usaban árboles de tilo para celebrar reuniones y festividades. Los pueblos eslavos conocían el tilo como “lipa” y lo consideraban un árbol sagrado.
En América del Sur y Argentina, el tilo se usa en arbolado urbano y doméstico. Además de ser considerado parte de la flora apícola, es decir con interés para la apicultura por su producción de polen y néctar, sus hojas producen humus de buena calidad y en abundantes cantidades.
Usos del tilo
El género Tilia comprende más de 30 especies, de las cuales dos Tilia cordata y Tilia platyphyllos son las más utilizadas en la medicina antigua y tradicional. En las farmacopeas tradicionales europeas, asiáticas y americanas, el tilo fue utilizado para el tratamiento de condiciones psicológicas, como el insomnio, el estrés, la ansiedad y la falta de apetito.
Pero también, para otras patologías internas y externas, como resfríos, catarros y molestias del sistema gastrointestinal (como las náuseas o la diarrea), palpitaciones cardíacas, dolores de cabeza e inflamación local o generalizada.
Respecto a sus usos externos, el tilo fue utilizado para tratar desde quemaduras, irritaciones y afecciones cutáneas a casos de reumatismo y dolor en los pies. En algunos pueblos americanos, el tilo fue incluso usado como tratamiento para las mordeduras de serpientes.
Preparaciones de tilo
La forma más común de utilizar el tilo es preparar una infusión de flores u hojas colocando la materia vegetal en agua a punto de hervir con el fuego apagado. También pueden realizarse decocciones de corteza, hirviendo la misma en agua durante 10 a 15 minutos y colando antes de utilizarla.
Otro uso tradicional son las compresas, para las que se hierven las flores en agua y se utiliza el líquido resultante. Para realizar baños de inmersión con tilo, se pueden hervir las flores secas en 1 o 2 litros de agua y agregarlas al baño o utilizar las flores directamente en la bañera durante el baño.
Dosis y administración
Para realizar una infusión de flores se utilizan entre 20 y 40 gramos de flores secas por litro de agua, con una dosificación diaria de entre tres y cuatro tazas. En el caso de las decocciones de corteza, la cantidad a utilizar es 30 gramos por litro de agua. Para usar tilo por vía inhalada se usan de 300 a 500 gramos de flores secas en el agua de la bañera o una olla, para luego respirar los vapores.
En los usos tópicos como compresas o tinturas, se preparan 100 gramos de flores por litro de agua que luego se aplican con un paño sobre las zonas afectadas. Cómo en todas las plantas medicinales, la concentración de principios activos puede variar de ejemplar a ejemplar o si la materia vegetal está seca o fresca.
Química y acción del tilo
Las flores, hojas y corteza del tilo poseen distintas sustancias químicas como terpenos, flavonoides, cumarinas, aceites esenciales, taninos, polifenoles y ácidos fenil carboxílicos. En algunas de estas sustancias se han comprobado efectos medicinales y psicoactivos, como el alfapineno, el limoneno y el nerol, además de la quercetina, el terpineol y el flavonoide kaempferol con acción sobre el neurotransmisor GABA, también presente en el té verde y otras plantas. Estas sustancias son las responsables de los efectos antiespasmódicos, relajantes y ansiolíticos.
Identificación
Morfología del tilo
Es un árbol de gran porte que puede alcanzar los 20 a 40 metros de alto y gran longevidad: puede vivir hasta 900 años. Las flores crecen en racimos muy aromáticos, amarillos y blancos. Las hojas presentan bordes aserrados y pueden alcanzar hasta 20 centímetros de longitud.
Ubicación geográfica
Nativo de Europa, hoy el tilo se encuentra presente en América y Asia, tanto en estado salvaje como parte del arbolado urbano.
Cultivo de tilo
Las semillas se plantan en primavera, en espacios abiertos y con disponibilidad para el crecimiento de las raíces, ya que pueden dañar construcciones y cañerías. Requiere pleno sol y se adapta a todo tipo de suelo, aunque prospera en suelos húmedos y frescos. No posee grandes requerimientos de agua.
Efectos del tilo
A nivel psicoactivo, se considera que el tilo posee efectos sedantes, ansiolíticos y relajantes, que ayudan a combatir los nervios y el insomnio. En el organismo, los principios activos del tilo producen efectos antiespasmódicos, antiinflamatorios, vasodilatadores y cicatrizantes. Se lo considera un hipotensor leve. También ayuda a eliminar toxinas del organismo, favoreciendo el flujo de la bilis en el hígado
Cuidados generales
Aunque se considera que no posee efectos secundarios ni posee riesgos asociados a su uso, no es recomendable usarlo de manera excesiva. Si realizamos un tratamiento con tilo, es aconsejable descontinuarlo luego de un mes y esperar un plazo de dos a tres meses antes de volver a utilizarlo.
El uso de tilo puede producir interacciones con fármacos como los antihistamínicos, los barbitúricos, las benzodiazepinas y el alcohol, potenciando los efectos sedantes.