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Nudos y entrenudos en el cannabis: lo que debes saber

Poco se habla de la importancia de conocer y analizar los nudos y entrenudos para comprender en mayor profundidad a nuestras plantas. Estos puntos de crecimiento son indicadores esenciales que nos revelan información sobre el sexo, la etapa del cultivo, y hasta la tendencia genética de la planta.

Además, su relevancia es fundamental al momento de realizar podas o cortes para esquejes

¿Qué son los nudos y entrenudos en las plantas de cannabis?

Los nudos son los puntos de unión entre el tallo principal y las ramificaciones de la planta. No solo se encuentran en el tallo central, sino también en las ramas, uniendo las ramificaciones secundarias.

Los entrenudos, por otro lado, son los espacios entre un nudo y otro. La longitud de los entrenudos puede variar según factores como la luz o la genética.

Cómo afectan los nudos y entrenudos al crecimiento de la planta

El análisis de los nudos y entrenudos nos permite evaluar si las plantas están creciendo de manera saludable o si enfrentan algún tipo de estrés. Es importante considerar las características de las dos principales genéticas de cannabis: índicas y sativas, ya que cada una tiene una estructura diferente. La distancia internodal adecuada varía entre ambas, por lo que es fundamental ajustar el análisis según la genética en cuestión para garantizar un crecimiento óptimo.

Índicas y sativas: ¿Cuál es la distancia internodal adecuada?

Las variedades índicas se caracterizan por tener numerosos nudos debido a su corta longitud internodal. Aunque son plantas de estatura baja, desarrollan una gran cantidad de ramificaciones.

En cambio, las sativas son más altas y esbeltas, con una mayor distancia entre sus nudos, lo que les otorga una estructura más abierta.

Saber esto nos puede ayudar a identificar posibles factores que estén afectando a las plantas. Por ejemplo, si tenemos una variedad con predominancia índica que tiene una distancia internodal muy espaciada, sabremos que probablemente esté atravesando algún tipo de estrés ambiental, ya que su estructura comúnmente está compuesta por nudos más cercanos entre sí.

Este fenómeno se conoce como estiramiento, y también afecta a sativas. De hecho, una sativa espigada puede llegar triplicar su tamaño.

El estiramiento puede darse por variaciones térmicas o por una falta de potencia en la fuente lumínica, lo que hace que las plantas se estiren para alcanzar mejor la luz. Resolver esto en un indoor es sencillo. Solo tenemos que poner las luces a una distancia adecuada según su potencia.

Procuremos no acercar demasiado las lámparas a las plantas porque esto puede generar efecto rebote: en vez de obtener espacios internodales más largos, serán más cortos y esto también es un problema. Además, podríamos quemar las hojas si reciben excesivo calor.

¿Qué otras cosas indican los nudos y entrenudos?

Los nudos y entrenudos no solo nos permiten identificar problemas en el crecimiento. También pueden servir como guía para conocer el sexo de las plantas, la etapa de cultivo en la que se encuentran, o incluso para notar algún problema de salud.

Sexo de la planta

Uno de los indicadores más importantes que nos revelan los nudos es el sexo de la planta. Esto es esencial porque, de haber plantas macho en nuestros cultivos, estas polinizarían a las hembras, convirtiéndolas en productoras de semillas. Como esto es algo que la mayoría de cultivadores quieren evitar, es bueno saber cómo reconocer el sexo de la planta a partir de sus nudos.

Una planta hembra desarrollará dos pistilos que emergen de un cáliz. Los pistilos se distinguen por su aspecto de pequeños filamentos blancos.

Por otro lado, las plantas macho mostrarán pequeños bultos que se asemejan a uvas, los cuales contienen el polen. Generalmente, las plantas macho revelan su sexo antes que las hembras.

Además, pueden aparecer plantas hermafroditas, que presentan características tanto de machos como de hembras. Estos ejemplares suelen ser removidos del cultivo, ya que también pueden polinizar a las hembras.

Etapa del cultivo

Revisar los nudos nos ayudará a darnos cuenta si la planta se está adentrando a la floración, exceptuando los cultivos en interior. En estos casos, la planta pasará a la flora cuando modifiquemos el ciclo de luz. Pero tanto en exterior como con con plantas autoflorecientes, si aparecen pistilos en los nudos ya sabremos que nuestra planta ingresó en la floración y pronto dará sus frutos.

Enfermedades en la planta

Un nudo en buen estado debería tener un color verde vibrante, al igual que las hojas más cercanas a él. Comúnmente, un mal color en las hojas cercanas a los nudos puede estar indicando que algo anda mal. Muchas veces, estas coloraciones en los follajes evidencian una carencia o exceso de nutrientes.

La importancia de los nudos en esquejes y podas

Al realizar esquejes, es fundamental considerar la cantidad de nudos antes de hacer el corte. Un esqueje proviene de una rama tomada de una planta madre, cuya genética deseamos replicar. Estos esquejes o clones se extraen generalmente de las partes bajas de la planta, ya que son las ramas más viejas y suelen enraizar más fácilmente que las de las zonas superiores. Una vez cortadas, las ramas se colocan en sustrato para que desarrollen nuevas plantas.

Por otro lado, las podas se suelen realizar cuando las plantas tienen al menos 4 o 6 nudos disponibles. Existen distintas técnicas de poda, que pueden servir para regular la altura de la planta, para obtener una mayor producción o incluso para ventilar el sustrato. En cualquier caso, lo importante es realizar un buen corte. Es fundamental utilizar tijeras esterilizadas para no provocar una infección, cortando siempre cerca del nudo.

Si nuestro objetivo con la poda es aumentar la producción, los cortes deberán realizarse en la región apical de la planta. Ahora, si lo que queremos es prevenir plagas y ventilar, lo ideal es realizar las podas en las partes bajas de la estructura vegetal.

Poda apical y de bajos

La poda apical consiste en cortar el tallo principal por encima de los últimos ápices de crecimiento. Esto provoca que, en lugar de una sola rama, crezcan dos, lo que resulta en plantas más arbustivas. Esta técnica puede repetirse varias veces a lo largo del ciclo de cultivo para maximizar el crecimiento lateral.

Por otro lado, la poda de bajos no solo mejora la ventilación, sino que también ayuda a concentrar la producción en las zonas superiores de la planta. Las ramas bajas, al recibir muy poca luz, son poco productivas, por lo que su eliminación permite que la planta canalice su energía hacia las áreas más fructíferas, obteniendo así un doble beneficio.