En un contexto donde el cannabis medicinal ha demostrado ser una herramienta clave para mejorar la calidad de vida de miles de personas en Argentina, ha surgido una limitación administrativa inesperada.
El Ministerio de Salud de la Nación, podría no contemplar a los odontólogos del Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) , lo que ha generado preocupación y movilización tanto en la comunidad médica como entre los pacientes que dependen de estos tratamientos.
Es clave tener presente que la odontología no es una especialidad vinculada a la estética, sino que trata problemas de salud diversos que se presentan en la boca.
Uno de los casos que da cuenta de esta problemática es el de Mateo, un niño de cuatro años diagnosticado con un raro tumor desmoide en el piso de la boca.
Su historia, contada por la odontóloga Mariana Ríos, quien trabaja en el Centro de Alta Complejidad de la Facultad de Odontología de La Plata, fue uno de los principales argumentos presentados en la reciente audiencia con la Defensoría del Pueblo.
El objetivo de esta presentación fue que se reconsidere la no inclusión de los odontólogos del REPROCANN, apelando a la defensa de los derechos de los pacientes que dependen de los tratamientos con cannabis.
El Impacto del Cannabis en la Salud Bucal: La Historia de Mateo
Mateo llegó a Mariana Ríos y su equipo después de que los tratamientos convencionales, como la quimioterapia, no lograran frenar el crecimiento del tumor que comprometía sus vías respiratorias.
“A pesar de no ser maligno, el tumor avanzaba de manera tan acelerada que estaba en riesgo la vida del paciente porque comprimía las vías aéreas. Cuando llegó a nosotros, la quimio no estaba funcionando”, explica Ríos destacando la desesperación de los padres del niño, quienes buscaban alternativas.
Fue entonces cuando se implementó un tratamiento con dosis altas de THC, CBD y CBG , bajo un protocolo desarrollado en conjunto con especialistas internacionales en cannabis medicinal.
“El cannabis fue nuestra última opción, y los resultados fueron asombrosos”, explica la odontóloga. En menos de nueve meses, Mateo experimentó una remisión total del tumor, algo que, según Ríos, no habrían logrado únicamente con la quimioterapia.
“Lo impresionante es que no solo disminuyó el tumor, sino que su calidad de vida mejoró significativamente. Toleró mucho mejor la quimio, no tuvo efectos secundarios severos y, en un mes, los padres pudieron volver a dormir tranquilos”, añade.
Este no es un caso aislado. Ríos, que además es investigadora, asegura que en su práctica diaria ha visto cómo el cannabis ha transformado la vida de pacientes que padecen enfermedades como el bruxismo, la mucositis derivada de la quimioterapia, y otras patologías severas relacionadas con la salud bucal.
“En pacientes con discapacidad, el cannabis nos permite acceder a la cavidad bucal, algo que antes solo se podía hacer bajo anestesia general en quirófano. Hoy, con el cannabis, podemos evitar ese riesgo y el costo para el sistema de salud”, explica.
El impacto de no contemplar a los Odontólogos en el Reprocann
Tratamientos como los de Mateo se podrían ver imposibilitados por la decisión de no incluir a los odontólogos en el REPROCANN, lo que limitaría la posibilidad de que estos profesionales sigan prescribiendo cannabis medicinal.
Según la carta presentada al Consejo Consultivo Honorario (CCH) de Argentina, firmada por Mariana Ríos y otros odontólogos especializados en terapéutica cannábica, esta restricción representaría un retroceso en derechos adquiridos.
“Estamos hablando de pacientes que llevan años siendo tratados con cannabis y ahora corren el riesgo de perder el acceso a un tratamiento que les ha salvado la vida”, advierten en la carta.
La nueva reglamentación, que podría terminar restringiendo la prescripción de cannabis únicamente a médicos clínicos, ignoraría así la conexión fundamental entre la salud bucal y la salud integral.
“Nos están diciendo que la boca no es parte del cuerpo”, expresa Ríos, quien también es presidenta de la ONG Todos Unidos Cultivando en Familia, dedicada a enseñar a pacientes a cultivar su propio cannabis medicinal.
¿Cómo impactaría a los pacientes?
Para Ríos, la restricción no sería solo una cuestión de burocracia, sino que podría incurrir en una violación directa al derecho de acceso a la salud de millas de pacientes en todo el país.
Según los odontólogos que presentaron la carta al CCH, “Esta decisión le niega a los pacientes tratamientos que han demostrado ser seguros y efectivos, especialmente en condiciones donde los medicamentos convencionales fallan o generan efectos secundarios indeseados”.
Además, agrega que “vulnera a la sociedad, en particular a pacientes con discapacidades, quienes dependen del cannabis medicinal para poder recibir atención odontológica sin la necesidad de procedimientos quirúrgicos invasivos”.
Y asegura que, de avanzar en este sentido, el Ministerio “retrocede en avances médicos logrados en el tratamiento de patologías complejas, como el bruxismo, la neuralgia del trigémino y la periodontitis, donde el cannabis ha demostrado una eficacia significativa en la reducción del dolor y la inflamación crónica”.
Ríos pone el foco en la interrelación entre la boca y el resto del cuerpo. “La cavidad bucal es la puerta de entrada al organismo, y las enfermedades bucales pueden tener repercusiones sistémicas. No podemos tratar al paciente de manera fragmentada”, argumenta, recordando que enfermedades como el cáncer bucal, la esclerosis múltiple y la neuralgia están íntimamente conectadas con la salud general.
La continuidad de los tratamientos odontológicos con cannabis
Ríos junto a un equipo de odontólogos han sido pioneros en Argentina en el uso de cannabis medicinal en el ámbito odontológico.
Desde la Facultad de Odontología de La Plata (UNLP) , han desarrollado protocolos de tratamiento con cannabis para pacientes con riesgo médico elevado y discapacidades, obteniendo resultados que han sido presentados en congresos internacionales.
“Hemos sido reconocidos por nuestro trabajo en Ecuador y Colombia, y ahora nos están sacando de un sistema del cual formamos parte desde el principio”, lamenta Ríos.
Uno de los logros más importantes del equipo fue haber demostrado que el cannabis medicinal no solo es efectivo en el manejo del dolor, sino que también reduce la necesidad de medicamentos convencionales.
En el caso de Mateo, el uso de cannabis permitió prevenir complicaciones derivadas de la quimioterapia, como la mucositis, que en muchos casos puede ser letal.
“Conocemos bien los riesgos de las úlceras que se desarrollan en pacientes oncológicos y cómo el cannabis previene infecciones que podrían llevar al paciente a terapia intensiva”, dice Ríos.
El pedido al Consejo Consultivo Honorario
El pedido de los odontólogos es claro: poder seguir prescribiendo cannabis medicinal a través del REPROCANN y poder atender a sus pacientes en el marco de la ley.
“Somos profesionales capacitados para tratar patologías complejas que también abordan los médicos. Estamos pidiendo que se nos permita continuar haciendo nuestro trabajo y garantizando el acceso a la salud de nuestros pacientes”, enfatiza Rios.
La carta al CCH resalta que el espíritu de la Ley 27.350 fue garantizar el acceso al cannabis medicinal para todos los pacientes que lo necesitaran, sin importar la especialidad del profesional que los tratara. Establecer una restricción a los odontólogos, según los firmantes, representa una contradicción a ese principio.
“No estamos dispuestos a retroceder en este avance para la salud pública. No se trata solo de cannabis, se trata de los derechos de los pacientes a recibir el tratamiento que necesitan”, sostiene Ríos.
Y asegura: “El cannabis ha transformado la vida de nuestros pacientes, y no podemos permitir que se les quite esa oportunidad”.