Si bien se puede plantar solo en tierra, esta sin lugar a dudas no es la mejor opción, ya que es muy compacta. El sustrato que usemos es clave para el desarrollo de nuestras plantas, ya que este no solo las sostendrá, sino que también les aportará nutrientes claves para su desarrollo. A continuación vamos a ver algunos complementos que podemos agregar en el sustrato para optimizar el cultivo.
Existen diferentes tipos de complementos que podemos sumarle al sustrato. Es importante entender el funcionamiento de cada uno para evitar esperar resultados que no van a suceder.
Por otro lado, un buen sustrato debe facilitar la circulación del riego y la aireación. En ese sentido, una buena mezcla, además de tierra negra o compost, también debe contener elementos como turba, perlita y vermiculita, entre otros ingredientes.
Complementos para el sustrato
Existen además diferentes tipos de complementos que podemos sumarle al sustrato. Es importante entender el funcionamiento de cada uno al utilizarlos, para evitar derrochar dinero y esperar resultados que no van a suceder.
Micorrizas: Son hongos benéficos para las plantas, que se alojan en sus raíces mejorando el alcance de estas para ciertos nutrientes. Es decir, las ayudan a optimizar su capacidad de fotosíntesis.
Trichodermas: Son otro tipo de hongos benéficos, ya que son protectoras de las raíces. Son microorganismos muy voraces y se alimentan de cualquier otro hongo perjudicial para las plantas, como es el caso del fusarium.
Bacterias azospirillum: Son fijadoras del nitrógeno ambiental, por lo que colaboran bastante con este nutriente, que es uno de los principales, utilizado tanto en la fase vegetativa como a lo largo del proceso de floración.
Bioestimuladores: Suelen ser combinaciones de nutrientes que suman ácidos húmicos y fúlvicos que favorecen la asimilación de nutrientes por parte de la planta. Este tipo de ácidos están muy presentes en el humus de lombriz, que es una herramienta muy sencilla de conseguir, económica y totalmente orgánica