El cannabis medicinal ha transformado vidas, derribado prejuicios y forjado comunidades en diferentes territorios de Argentina.
Desde hace años, en todas las provincias centenares de familias, activistas y cooperativas lideran una lucha por la regulación de la planta. Este esfuerzo, que nace del dolor y la esperanza de quienes vieron en el cannabis un camino para mejorar la calidad de vida de sus seres queridos, se tradujeron en la primera ley nacional de cannabis medicinal y hoy en proyectos de ley locales con un potencial transformador sin precedentes.
En los últimos meses, varias provincias iniciaron sus propios proyectos para garantizar el acceso al cannabis a las personas usuarias. Esto implica la creación de registros propios para habilitar el autocultivo y hasta la creación de agencias provinciales para garantizar la producción local.
Uno de los casos más destacados es Misiones, la provincia que cerró 2024 presentando un proyecto propio para que el cannabis medicinal siga avanzando.
Fue luego de que Chubut sancionara su propia ley y en Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires comenzaran a caminar planes similares.
En la provincia mesopotámica, el proyecto fue presentado por el oficialismo local, sin embargo no sería posible sin la lucha de Helga, quien encontró en el cannabis una salvación para su hija Sofía.
Del hogar al activismo
Helga llegó a la planta a través de su segunda hija Sofía, una niña diagnosticada hace 10 años con epilepsia refractaria. Hace 5 y gracias al uso de aceite alto en THC logró dejar de convulsionar.
Además esta mamá comprobó, luego de un período de 12 meses de tratamiento, una mejoría en las descargas eléctricas del cerebro de su hija en un 80 %.
Sofi también padecía una disfasia lo que hizo que Helga fuera en busca de una salida natural para paliar el diagnóstico de aquella niña “todos sabemos que los medicamentos para este tipo de resultados son muy fuertes y hacen daño, entonces como buena misionera empecé a buscar en la naturaleza lo que podía ayudar a mi hija”.
Así fue que llegó a sus manos un video de Roxana Poggiolini, una mamá activista que contaba como trabajaba con el cannabis. Mamá Cultiva fue otro espacio en el cual Helga se apoyó cuando, por primera vez, llegaron a tierra misionera para dar una charla.
Fue a través de otras experiencias que empezó a entender que el cannabis era salud y que con el paso del tiempo eso le estaba cambiando la vida a su hija.
“El cannabis salvó a toda mi familia, porque a todos nos cambió la vida, así también comenzó la lucha que nos trae hasta el proyecto de ley que presentamos a mediados de diciembre aca en Misiones”, nos cuenta.
Helga construyó una cadena de favores que la llevó a entender que había que divulgar y defender a la planta y hacerle saber a todos que el cannabis era terapia para los hijos y que debían sacarle el estigma que traía históricamente consigo
Esta mujer, que se convirtió al calor de las luchas en una activista acérrima de los derechos de cientos de hijas e hijos que necesitan su aceite para tener una vida digna, creó junto a otras Misiones Cultiva, una organización que abraza a familias que buscan en el cannabis una vida mejor.
Una lucha, un derecho
Tan intensa y comprometida fue su lucha en estos años que el Ministerio de Producción de Misiones convocó a la organización que representa y a otros actores civiles a la mesa donde se trabaja el proyecto de ley que esperan salga en el 2025.
“Con este proyecto de ley estamos buscando que haya un cannabis libre. Junto a otras organizaciones civiles buscamos el cannabis libre de uso adulto y responsable”, explica.
Esta mamá fue quien acercó a la mesa al abogado e integrante de Reset, el Dr Chigal, para brindar asesoramiento legal.
Juntos ya habían presentado en el 2019 un proyecto similar al que está ahora en tratamiento, pero por entonces fueron acusados de estar haciendo apología de una droga.
“En su momento nos echaron de la Cámara”, recuerda. “Correspondía que nos volvieran a llamar justamente para dar nuestra opinión como precursores de esta lucha”.
“Queremos cultivar tranquilos sin el problema de tener a la ley golpeándonos las puertas”, dice haciendo referencia a la importancia de la creación del Registro de Cannabis de Misiones (RECMI), uno de los puntos centrales de la ley en debate.
Otra cuestión que tambien están tratando de que ingrese en el proyecto es el uso del cannabis medicinal en la salud veterinaria y el objetivo de lograr una ciudad turística cannábica.
“Estamos buscando desde los actores civiles comerciales y empresariales de la provincia que podamos explotar el turismo cannábico para poder tener cannabis libre. Hay mucha apertura del gobierno provincial, eso es muy favorable para todos los que pensamos como colectivo cannábico”, detalla Helga, lo que demuestra que cualquier diferencia entre los usos del cannabis no es más que una ficción legal.
“Las organizaciones estamos asesorando a la provincia, estamos tratando de modificar algunos artículos para armar un proyecto de ley concreto conciso y hacer la campaña para informar a la gente, más allá de su uso medicinal sobre cuestiones de uso responsable y adulto”, concluye.
Una mesa, todas las voces
“Las asociaciones, las cooperativas que nuclean a los usuarios se acercaron con sus demandas por el problema que hay con las demoras en las licencias a nivel nacional ¿A donde se acercaron? Al Ministerio del Agro”, cuenta a THC Leonardo Amarilla, subsecretario del Ministerio de Planificación del Agro y la Producción de Misiones.
“Nosotros tenemos un desarrollo productivo de biofábrica donde tenemos plantaciones de cannabis para las investigaciones que se realizan y tenemos MisioPharma que es el laboratorio que produce el aceite de cannabis”, explica.
Misiones además cuenta con un Ministerio de Salud que posee expendio, a través de una receta, para el aceite de cannabis que se produce desde el Estado provincial.
Con todo este escenario Amarilla ve a este proyecto como una oportunidad. “Tomamos la iniciativa desde el Ministerio del Agro, nos juntamos varias veces para ir corrigiendo y adaptando el proyecto de Chubut a la provincia de Misiones donde tenemos nuestras particularidades”.
“Nosotros vemos este proyecto como una oportunidad para el agro”, sin embargo Amarilla ve con preocupación lo que está sucediendo con las personas que no están pudiendo acceder al cannabis medicinal y es por ese motivo que invitaron al Ministerio de Salud a la mesa para poder comenzar a trabajar en ese aspecto.
“El proyecto fue muy bien recibido”, cuenta Martín Speyer, referente de la Coop. Criadores del Litoral. “La provincia venía trabajando hace mucho tiempo en materia de cannabis sin contacto con la sociedad civil que entiende de la materia”. Y continúa “ahora nos hicieron parte de este proyecto, el Ministerio del Agro atendíó nuestras necesidades, nos escuchó”.
Speyer precisó como “novedoso” que las fuerzas de seguridad hayan estado presentes en la presentación “hay una decisión política de que esto sea de esa forma, de que realmente haya una protección para los usuarios, es de lo que más hablamos porque pareciera que la alternativa al registro es la prisión” y continuó tenemos la urgencia de subsanar el problema de los permisos”
Las sesiones legislativas en Misiones vuelven a la actividad en mayo del año próximo. “Siguen habiendo detenciones, notas en los diarios de gente que agarraron con pequeñas dosis de florescencias, entonces la única forma de parar con esto es habilitar de forma urgente el registro”, concluye Speyer.
En línea con esto el abogado Marcos Chiga, asesor de la mesa de trabajo, explica a THC que en materia de detenciones lo que sucede en Misiones no escapa a la realidad nacional .
“La prioridad de criminalización por parte de las fuerzas se seguridad está en las personas usuarias”, sostiene. Y asegura: “la gente no deja de cultivar por tener o no una autorización”.
En este sentido Chigal cuenta que los uniformados fueron invitados a la presentación del proyecto de ley a través de la Secretaría de Seguridad provincial.
“La policía tiene que entender sobre la regulación del cannabis, es una ley que ellos tienen que cumplir y no pueden seguir operando de la misma manera”, dice Chigal. “Es muy importante la capacitación a las fuerzas de seguridad cosa que falta, sobre todo ahora que empiezan a aparecer normativas locales”.
De hecho, el Conejo Asesor previsto en el proyecto misionero incluye como miembro a la fuerzas de seguridad provinciales, a fin de garantizar su capacitación.
Chubut: la ley Salomé
Dentro del escenario de avances provinciales, Chubut tomó la delantera al sancionar una ley local que creó un registro propio para cultivadores medicinales y hasta una agencia de cannabis para impulsar la producción local.
Detrás de ese paso que puede marcar un antes y un después, está Berta. Berta Thachek, quien llegó a la planta de cannabis por medio de su hija Salomé, una nena diagnosticada con encefalopatía que hoy tiene 24 años.
Berta comenzó a indagar sobre el cannabis en el 2014, porque Salomé sufría muchas convulsiones. Desesperada buscaba la manera de aliviar el padecimiento de su hija que por aquel entonces estaba muy mal.
Al igual que Helga,esta madre miraba videos de otras que difundían como el cannabis transformaba la vida de sus hijas e hijos.
Pasaba horas y horas investigando sobre la planta y haciendo viajes a Mendoza para conseguir en una clínica el aceite de cannabis que le cambiaría la vida a Salomé.
Berta nos contó que en uno de esos viajes secuestraron una encomienda antes de llegar a Sierra Grande y terminó en un juzgado federal de Viedma.
“Ahí busqué una abogada e inicié una causa para que me restituyeran los goteros y en ese momento una jueza federal que me sugirió que comience a cultivar”, nos cuenta
A partir de ese momento Berta investigó e incursionó en el autocultivo y la elaboración de aceite. Se contactó con cannabicultores de distintas partes del país y estudió sobre cepas y variedades. La salud de Salomé siguió mejorando.
Junto a su abogada, comenzó a trabajar en la búsqueda por un marco legal que ampare su actividad. Lo consiguió en el año 2019 y eso fue el principio de una larga lucha.
Como tantas otras mamás, estaba cargada de prejuicios sobre la planta, Berta nunca imaginó que la marihuana podía hacer todo lo que hizo por su hija.
“Tuve muchos prejuicios, pero en ese momento lo que más me importaba era calmar y resolver la parte emocional y de medicina que mi hija necesitaba. Traté de entender y de sacármelos hablando mucho con mis hijos sobre la marihuana y entendí que era una medicina y que no tenía tiempo para los prejuicios y que debía probar”, recuerda.
Cuando vio los primeros resultados del cannabis en Salomé desterró todos sus miedos y dudas. Así comenzó una nueva etapa que le daría una mejor calidad de vida a esa pequeña guerrera.
“Todos los cambios que tuvo fueron favorables, lo notamos a los pocos días. Su vista y su mirada cambiaron. Fue increíblemente emocionante”, recuerda y agrega “hasta el día de hoy sigue teniendo mejorías, por eso comencé a luchar y a entender como nos habían criado y la cultura que teníamos nosotros respecto de la planta”
Berta forma parte de la asociación civil Cannabis Terapéutico creada para poder ayudar a la gente que necesita acceder a sus tratamientos.
No sólo cultiva para su hija, sino que es una persona central en el activismo chubutense. Hoy la Asociación de Cannabis Medicinal de Puerto Madryn reúne a más 400 familias
«Muchas mamás empezaron a golpear la puerta de mi casa porque necesitaban la misma medicina para sus hijos. Me encontré con gente del CENPAT- CONICET, de RESET, médicos y cannabicultores que querían ayudar y ahí comenzamos con la Asociación de Cannabis Medicinal de Puerto Madryn”, explica.
Hoy en día la asociación se convirtió en “Fundación Salomé” cuenta Berta. “Nosotros cumplimos un rol que el Estado no cumple, que es abastecer de un medicamento a miles de personas”, sostiene Berta con una mirada puesta en lo que pasa a nivel nacional.
“Lo mínimo que pedíamos es que de Chubut saliera una ley que fuera ejemplo de empatía, que tuviera una base sólida de las ONG que somos quienes venimos laburando hace muchos años corriendo muchísimos riesgos”, cuenta a la vez que destaca el compromiso de todas las bancadas que trabajaron con “respeto y amor”.
Tan grande fue el trabajo de Berta en todos estos años que la ley chubutense lleva el nombre de su hija. Hablamos de la Ley Salomé.