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Hogar, dulce hogar: cómo son las casas de cáñamo

¿Porqué a la hora de pensar o proyectar en tener o refaccionar una casa, no hacerlo de un material sustentable como cáñamo? Sí, construir a partir de una dulce planta. Cuando lo habitable y confortable es posible a partir de un cultivo.

A la especie vegetal ya se la conoce últimamente por sus cualidades medicinales únicas y por polémicas mediáticas alrededor de su uso lúdico, que es la Cannabis. Pero, sabías qué también se emplea en la industria edilicia y qué sirve para fabricar materiales de construcción?

“Del tallo de la planta, a través de la separación de la fibra, se obtiene la cañamiza que es la parte leñosa del tallo rico en celulosa y sílice.” Así nos adentra y explica Emilio Sanapo, quien está al frente de una compañía italiana dedicada a la edificación con cáñamo.

casas de cáñamo

“Nuestra empresa se llama Messapia Style, nos ocupamos de bioconstrucción natural en cal de cáñamo, adoptamos un sistema constructivo monolítico llamado ‘jet in opera’, alternativo e innovador respecto a los sistemas convencionales.” comenta Sanapo, y sigue explicando que “de la unión de la cañamiza (inerte) con la cal hidratada (ligante) se obtiene el biocompuesto de cal y cáñamo. De él se pueden obtener tanto los ladrillos, como muros monolíticos para la construcción de casas y espacios sostenibles.”

También Sanapo nos cuenta los alcances de esta alternativa edilicia. “La técnica de construcción en cáñamo y cal no tiene límites proyectuales, puede satisfacer todas las exigencias. La cañamiza se obtiene de todas las variedades de cáñamo, también de las que dan semilla pero hay variedades que son especiales en términos de cantidad y facilidad de extracción.”

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De hecho, algunos especialistas dicen que el tallo de variedades de planta para flor es demasiado ‘nudoso’ para su uso en la fabricación de materiales para construcción.

Sanapo concluye que “el futuro no puede prescindir del cáñamo, de esta planta necesitaremos para protegernos de los cambios climáticos que son reales y peligrosos. El uso del cáñamo en todo el mundo es un proceso imparable.”

Una opción convencional que no es conveniente 

El concreto es el material fabricado por la humanidad más utilizado de la historia. Sólo el agua lo supera como recurso más consumido en el planeta. Aunque el cemento —pieza clave en el concreto—, ha dado forma a gran parte de las construcciones que nos rodean deja una enorme huella de carbono. La producción de cemento es la fuente de aproximadamente el 8% de las emisiones de CO2 del mundo. 

Al tratarse de una de las ‘top 5’ de las industrias más contaminantes de la Tierra, la descarbonización de la producción de cemento y hormigón es fundamental si queremos alcanzar los objetivos de cero emisiones netas para 2050 y limitar el calentamiento global a un aumento de 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales.

Teniendo en cuenta la extracción y el transporte de materiales de construcción, los procesos de transformación y las operaciones diarias, se estima que los edificios emiten alrededor del 40 % de las emisiones globales. La producción de clinker es la fase más intensiva en carbono para la elaboración de cemento y hormigón debido a la quema de combustibles para permitir que los hornos alcancen los 1450 °C necesarios para la clinkerización y a través de la reacción química natural de la calcinación de la piedra caliza.

La emisión de polvo especialmente de la chimenea del horno implica el impacto ambiental más significativo en la producción de cemento. Aunque también tienen incidencia los molinos de materias primas (canteras), enfriadores de clinker (sustancia expulsada del horno), molinos de cemento y el transporte o la logística, entre otros factores.

La producción cementera emite a la atmósfera más CO2 que el combustible de aviación (2,5%) y no está muy lejos del que emite la agricultura mundial (12%). Todo el ciclo del cemento demanda 10 veces más energía que otras actividades industriales. Una sola planta cementera puede consumir tanto gas natural por día como una ciudad de 80.000 habitantes. Si la industria cementera fuere un país, sería el tercer emisor más grande, solo detrás de China y EEUU.

Otro elemento muy utilizado como aislante en la construcción es la fibra o lana de vidrio que es un compuesto sintético fabricado mediante el calentamiento a 1500ºC de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza. Este elemento al estar constituido por pequeñas partículas finas puede desprenderse y entrar al sistema respiratorio de quien lo manipula. A sumar otro riesgo con el aislamiento de lana o fibra de vidrio es que debe mantenerse seco todo el tiempo.

La humedad es un factor a tener en cuenta ya que el aislamiento se verá perjudicado. La manera convencional de construcción es inviable con el tiempo, no solamente por lo que contamina sino que resultan ser también foco de ineficiencia energética. 

Viviendas en emergencia

Según datos del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (2010), en la actualidad alrededor de 830 millones de personas se han visto obligadas a vivir en asentamientos precarios. En Latinoamérica y el Caribe, ésta cifra es de alrededor de 110 millones y se estima que crezca a medida que más personas emigren de zonas rurales a las ciudades en busca de mejores oportunidades.

Las condiciones de las viviendas en estos asentamientos son muy básicas y deplorables; muchas de éstas están construidas con materiales de desecho como cartón, plástico, hojalatas. Es decir, una problemática habitacional que va en franco ascenso y que bien podría ser una opción crear programas sociales o complementario a los ya existentes, fomentando las posibilidades con materiales de construcción a partir del cultivo de cáñamo. 

Así mismo, nos encontramos temporalmente en una situación aprovechable para usar nuevamente el recurso cañamero como en otras épocas pero agregando conocimientos y experiencias actuales. El uso de la cañamiza en morteros para revestimiento tiene buenos resultados acústicos y térmicos. Y es ideal para la aplicación en construcciones ligeras.

En el mercado se encuentran por ejemplo aislantes, ladrillos, paneles prefabricados rígidos tipo aglomerado, morteros o fieltro de cáñamo en rollo. Estos materiales son resistentes a plagas, moho, bacterias e incluso al fuego. Posee excelentes propiedades de durabilidad, térmicas y de confort higrométrico. Son materiales livianos y ligeros, biodegradables, reciclables y reutilizables. No se desperdicia nada. A saber, los edificios hechos con materiales de cáñamo incluso se vuelven negativos en carbono con el tiempo a medida que las paredes absorben el dióxido de carbono que exhalan los ocupantes.

Un ejemplo son las granjas canadienses que realizan el cultivo de plantas doble propósito. Pueden usarse tanto para alimentos de cáñamo (semillas) como para fibra y cañamiza (tallo y biomasa) que en la fase de cultivo como durante el crecimiento ayudan a disminuir el CO2 en el aire absorbiéndolo e intercambiándolo por oxígeno. El ciclo madurativo se extiende aproximadamente cinco meses cuando llega a los cinco metros de altura o más.

La base está

Durante varios años se intentó sepultar a la planta con la cruzada mundial política de la ‘Guerra contra las Drogas’, aunque en varios países se está asomando como alternativa productiva eficaz. Las pruebas más exigentes se realizan en Europa donde el cáñamo es relativamente común y avanza bastante en construcción.

Construir sin cemento, aunque es posible, es un desafío. El concreto es universalmente aceptado por ingenieros y arquitectos como uno de los mejores materiales de construcción. Sin embargo, con la introducción del cáñamo se reducirá el uso de cemento, de fibra de vidrio y otros aislantes contaminantes e ineficaces. 

Sentencia Sanapo “Los beneficios que trae el uso del cáñamo en la construcción son múltiples. Se pueden enumerar en tres sectores principales: economía, salud, medio ambiente. La Cal y el Cáñamo son dos materiales atemporales e intemporales, que cuentan un pasado y miran al futuro sin envejecer ni contaminar nunca.” Como sociedad, tenemos que reimaginar la mejor manera de crear y acondicionar espacios que sean realmente habitables, tanto en hogares como en el planeta. Si se levanta con cáñamo, es garantía sustentable.