Alejandro Brugger, mucho más conocido como El Loco Natural, falleció sorpresivamente a las 41 años. Brugger fue un reconocido influencer cannábico cordobés que desde el barrio de Colinas del Cerro solía aparecer rodeado de plantas y cogollos imponentes.
Brugger, El Loco, se caracterizó por imprimir a la lucha por la regulación del cannabis un humor directo, sin ningún tipo de filtro. Eso lo popularizó en redes y lo transformó en un influencer con ciento de miles de seguidores.
Siempre apuntó a lo más elemental: el cannabis es una planta, parte de la naturaleza tanto como nosotros. Algo que no es contemplado por la legislación Argentina que aún penaliza la simple tenencia de cannabis cuando no sea estrictamente para uso medicinal.
En octubre del 2020, Brugger, quien se ganaba la vida como peluquero fue allanado e imputado junto a su pareja por “tenencia simple”.
Ocurrió después de que la policía cordobesa allanara su casa donde encontró plantas de cannabis. Así, la familia Brugger tuvo que atravesar una situación por demás compleja con la justicia cordobesa.
La tenencia simple es una figura de la ley de drogas en la que la Justicia no tiene pruebas de comercio, pero desconoce que el cannabis encontrado sea para consumo personal. Es un delito con penas de prisión de 1 a 6 años.
El allanamiento de 2020
La policía se presentó en el hogar de El Loco sin orden de allanamiento debido a una serie de robos que habían ocurrido en su barrio. Supuestamente buscaban una bicicleta y celulares. Una vez que entraron a la casa encontraron sus plantas, pero no labraron un acta, ni dieron inicio oficial a ninguna investigación.
La Fuerza Policial Antinarcotráfico de Córdoba arrancó 1 planta y 8 plantines de raíz, se llevaron 30 mil pesos, los teléfonos de la familia y menos de 28 gramos de flores
15 días después, integrantes de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) golpeó la puerta del domicilio de Alejandro y Cintia.
Orden de allanamiento en mano, encontraron algunas plantas de cannabis que la pareja había decidido conservar. Fue entonces cuando los detuvieron y la Justicia los imputó por “tenencia simple”.
“Cuando la FPA volvió a nuestra casa con la orden de allanamiento, secuestraron una planta de 1,20 x 1,20 y ocho plantines. También otra planta de 60 centímetros de CBD puro, que estaba muy cogollada», contó Alejandro en ese momento a THC.
«Nos arrancaron todas las plantitas desde raíz, ni se llevaron las macetas o sea que nos arruinaron el cultivo. También nos secuestraron 30 mil pesos, los teléfonos, papelillos para armar, algunos ‘pica pica’ y unos 27 gramos de flores. La carpa, el sistema de iluminación y de ventilación no los tocaron para nada, quedaron en casa”, detalló por entonces Alejandro.
En el momento del allanamiento, él y su pareja estaban durmiendo junto a dos nenes de 5 y 8 años, sin imaginar que la mañana siguiente se iban a encontrar en una situación judicial por demás complicada.
«Nos llevaron detenidos con las esposas puestas y las cabezas tapadas, como si fuéramos narcos. Estuvimos en la Unidad Judicial de la FPA sólo una hora encerrados, luego nos hicieron el control, nos desnudaron e hicieron todos los papeles. En total habremos estado unas 3 o 4 horas”, relató Brugger.
La pareja estaba con sus nenes, que fueron llevados a la casa de su abuela. Luego se llevaron a Alejandro y Cintia esposados y con las cabezas tapadas
Una vez completado el procedimiento judicial, la Fiscalía de la Lucha contra el Narcotráfico de Tercer Turno de Córdoba Capital les otorgó la libertad a la pareja cordobesa, quedando pendiente el proceso penal.
El adiós de su familia y seguidores
Una vez conocida la noticia de su fallecimiento, fue confirmada por su propia familia. «No bien te fuiste y ya te extraño, siempre te voy a recordar como el mejor. Gracias por esas charlas y esas risas juntos. Descansá en paz, pa. Te amo», escribió su hijo en Instagram.
En tanto, sus seguidores hicieron lo propio en su perfil de Instagram, donde dejaron comentarios para despedirlo.
«Vamos a extrañar tus videos, tuve la suerte de compartir con vos un makelele y me regalaste unas flores, la verdad que duele, saludos y buenos humos al cielo».