Un indoor de cannabis busca recrear de forma artificial las condiciones naturales en las que se desarrolla la planta. La luz solar cumple un rol fundamental en múltiples procesos que impactan directamente en su crecimiento y rendimiento. En el cultivo de interior, las luminarias cumplen la función de reemplazar al sol, por lo que es clave conocer las distintas opciones de iluminación, sus ventajas y limitaciones antes de armar un indoor.
Importancia de la iluminación en cultivo de interior
La luz es un factor esencial para el desarrollo de la planta, ya que interviene en procesos como la fotosíntesis y en la transición del crecimiento vegetativo a la floración.
En exterior, la aparición de las primeras flores ocurre de manera natural con la reducción de las horas de luz, lo que sucede a partir del 21 de diciembre en el hemisferio sur. Sin embargo, en indoor, este cambio no se da espontáneamente, sino que es el cultivador quien lo induce modificando el fotoperiodo, es decir, la cantidad de horas de luz y oscuridad que recibe la planta.
Durante la etapa vegetativa, el fotoperiodo habitual es de 18 horas de luz y 6 de oscuridad (18/6), reduciéndose progresivamente hasta llegar a un esquema de 12 horas de luz y 12 de oscuridad (12/12) en floración, lo que desencadena la producción de cogollos.
Además, en la naturaleza, las plantas reciben mayormente luz de espectro azul durante el crecimiento vegetativo, mientras que en floración predomina la luz de espectro rojo. Replicar estas condiciones en el indoor puede ser de mucha ayuda para optimizar el desarrollo de las plantas.
Iluminación en indoor: cómo aportar luz roja y azul a nuestras plantas
Para replicar lo mejor posible las condiciones naturales de crecimiento del cannabis, es buena idea elegir una luminaria que ofrezca espectros de luz azul y roja. Afortunadamente, existen distintas opciones que permiten cubrir estas necesidades en cada etapa del cultivo.
Luminaria de espectro completo: ideal para toda etapa de cultivo
La opción más versátil y eficiente es la luminaria de espectro completo, que permite ajustar la luz a los requerimientos específicos de cada fase del desarrollo. Durante la etapa vegetativa, se puede optar por una iluminación más azulada, mientras que en floración se prioriza la luz roja. Este tipo de lámparas cubren todas las necesidades lumínicas con un solo equipo.
Además, tienen la ventaja de emitir poco calor y consumir menos energía en comparación con otras opciones, lo que reduce el gasto a largo plazo y las convierte en una alternativa más sustentable.
Lámparas de halogenuro metálico cerámico (CMH)
Las lámparas CMH son otra opción interesante para todo el cultivo, pero en especial para el vegetativo. Estas lámparas de alto espectro emiten luz que incluye rayos ultravioletas e infrarrojos, lo que puede beneficiar el crecimiento y desarrollo de las plantas. Son muy eficientes en términos de consumo energético, aunque suelen ser más costosas que otras opciones. Requieren un balasto para su funcionamiento.
Una opción más económica: lámparas compactas (CFL)
Aunque no ofrecen un espectro tan completo como las lámparas de espectro completo, las lámparas compactas (CFL) son una opción accesible para quienes buscan un equilibrio entre costo y rendimiento. Disponibles en diferentes tonalidades, permiten ajustar la luz según la fase de cultivo. Para la etapa vegetativa, se pueden elegir CFL con un espectro frío, mientras que para la floración se opta por una luz cálida. Estas lámparas deben instalarse a una distancia de 5 a 10 cm de las plantas para evitar que el calor excesivo las dañe.
Iluminación para vegetativo
Tubos fluorescentes
Una de las alternativas más populares debido a su bajo costo y eficiencia. Los tubos fluorescentes emiten una luz suave y fría que es perfecta para la fase vegetativa. Estas lámparas son fáciles de instalar, no generan mucho calor y pueden colocarse a distancias muy cercanas a las plantas, lo que permite aprovechar al máximo la intensidad lumínica sin riesgos de quemaduras. Son ideales también para plantas madres, clones y plántulas, y cubren las necesidades lumínicas durante la fase vegetativa de manera eficiente.
Mercurio halogenado (MH)
Las lámparas MH emiten una luz blanca-azulada que acelera el crecimiento vegetativo al reducir la distancia entre los nudos de las plantas. Este tipo de lámpara es muy eficaz para fomentar un crecimiento rápido y compacto. Requieren un balasto para funcionar.
Lámparas galponeras
Las lámparas galponeras son una opción económica y eficiente para el cultivo de cannabis en indoor. Utilizan tecnología LED, lo que las convierte en una opción de bajo consumo eléctrico. Estas lámparas emiten poca cantidad de calor y son ideales para la fase vegetativa, ya que ofrecen una luz fría que favorece el crecimiento de las plantas. Su relación costo-beneficio las hace una excelente alternativa para la primera etapa del cultivo.
Iluminación para floración
Sodio de alta presión (HPS)
Las lámparas de sodio de alta presión son de las más utilizadas en cultivos de interior debido a su capacidad para emitir una luz de espectro rojizo, amarillo y anaranjado, que es ideal para fomentar la floración. Están disponibles en una amplia gama de potencias (desde 250 hasta 1000 W) y requieren el uso de balastos. Sin embargo, estas lámparas consumen una gran cantidad de energía y generan bastante calor, lo que puede ser un desafío. A pesar de esto, su efectividad en la producción de cogollos las convierte en una opción muy popular entre los cultivadores.
Iluminación suplementaria: luz ultravioleta
Un recurso interesante para cultivadores experimentados es el uso de luz ultravioleta como iluminación suplementaria para estimular la producción de cannabinoides, terpenos y flavonoides. La razón detrás de esto es que la planta, al percibir la radiación UV como un factor de estrés, responde de manera defensiva aumentando la producción de estos compuestos.
Esta técnica puede aplicarse a partir del primer mes de floración, utilizando un tubo fluorescente con luz ultravioleta durante 2 a 4 horas diarias.
Lámparas inteligentes: tecnología multiespectro
Imaginá una lámpara de espectro completo que, además de iluminar, detecte plagas y carencias nutricionales. Eso ya es una realidad gracias a la tecnología multiespectro. Este tipo de luminarias están diseñadas para monitorear el estado de las plantas mediante sensores.
La tecnología multiespectro no solo se encuentra en luminarias, sino también en drones y cámaras utilizadas en cultivos industriales de gran escala. Sin embargo, debido a su alto costo, no son una opción necesaria ni accesible para la mayoría de los cultivos indoor caseros.
Cómo calcular qué luces necesito en base a mi espacio
Algo que puede resultar confuso es calcular las luces necesarias según el espacio a disposición. Existe un parámetro general que indica que para un espacio de 0,8 x 0,8 m sirve una lámpara de 400 W, mientras que para 1 x 1 m, una de 600 W será más eficiente. En superficies más amplias, como 1,5 x 1,5 m, una potencia de 1000 W asegurará una cobertura adecuada.
El caso de las luces LED es más específico, y se recomienda seguir las indicaciones del fabricante para asegurarse.