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fertilización final vegetativoWild As Light (Shutterstock)

Cultivo de cannabis: ¿Cómo es el cálculo de los fertilizantes?

El uso correcto de fertilizantes es esencial para optimizar el crecimiento y floración del cannabis. En esta guía, aprenderás cómo calcular la dosis adecuada, cuándo aplicarlos y cómo mejorar la salud de tus plantas con una nutrición equilibrada.

¿Cómo calcular la dosis de fertilizante?

Para determinar la cantidad exacta de fertilizante, es crucial considerar el tipo de fertilizante, su concentración y la etapa de la planta. Generalmente, los productos comerciales incluyen indicaciones en sus etiquetas. Se recomienda comenzar con la mitad de la dosis sugerida y aumentar gradualmente si la planta lo requiere.

¿Cuánto fertilizante necesita una planta de marihuana?

La cantidad de fertilizante que necesita una planta de cannabis varía según su fase de crecimiento. Aplicar los nutrientes adecuados en el momento preciso es fundamental para garantizar un desarrollo vigoroso, una floración abundante y, en última instancia, una cosecha de calidad.

Sin embargo, no se trata solo de agregar fertilizante sin control; un exceso de nutrientes puede ser perjudicial, causando bloqueo de sales y afectando la absorción de otros elementos esenciales.

Fertilización según la fase de crecimiento

Plántulas: mínima intervención

Durante las primeras semanas de vida, las plántulas no requieren fertilización. Esto se debe a que las semillas contienen los nutrientes necesarios para germinar y desarrollar sus primeras hojas. Además, los sustratos de calidad suelen venir preenriquecidos con los minerales básicos que la planta necesita en esta etapa inicial. Aplicar fertilizantes demasiado pronto puede resultar en una sobrefertilización, lo que puede provocar quemaduras en las raíces y afectar el desarrollo temprano de la planta.

En su etapa inicial, las plantulas de cannabis no requieren fertilizantes.
Fase vegetativa: crecimiento acelerado

Una vez que la planta ha desarrollado un sistema radicular fuerte y varias hojas verdaderas, comienza la fase vegetativa. Aquí, el cannabis requiere una cantidad moderada de fertilización, con énfasis en nitrógeno (N), que es clave para el crecimiento de hojas y tallos. Se recomienda aplicar entre 1 y 2 ml de fertilizante por litro de agua, dependiendo del producto específico utilizado.

En esta fase, es importante observar la respuesta de la planta. Un color verde intenso en las hojas indica que está bien nutrida, mientras que un amarillamiento puede ser señal de deficiencia de nitrógeno. Por otro lado, si las hojas comienzan a oscurecer demasiado o se enrollan, podría ser un signo de exceso de fertilización.

Fase de floración: más fósforo y potasio

Cuando la planta entra en floración, sus necesidades nutricionales cambian. Ahora, requiere mayores niveles de fósforo (P) y potasio (K) para el desarrollo de flores densas y resinosas. En esta etapa, se recomienda incrementar la dosis de fertilizante a 2-4 ml por litro de agua, ajustando según el producto utilizado y la respuesta de la planta.

Durante la floración se suele utilizar fertilizantes con mayor proporción de fósforo y potasio.

 

Es clave evitar el exceso de nitrógeno en esta fase, ya que puede interferir con la formación de flores y dar lugar a cogollos menos compactos. En cambio, el fósforo estimula el desarrollo de raíces y flores, mientras que el potasio fortalece la estructura de la planta y mejora la producción de terpenos y cannabinoides.

Evitar la acumulación de sales

Más allá de aplicar los fertilizantes correctos, es crucial alternar riegos con agua sola. Esto ayuda a prevenir la acumulación de sales en el sustrato, lo que podría provocar bloqueos nutricionales y afectar la absorción de nutrientes esenciales. Un riego con agua sin fertilizantes cada dos o tres aplicaciones de nutrientes permitirá mantener el equilibrio en el suelo y favorecer un desarrollo saludable.

Siguiendo estas pautas y observando de cerca las señales de la planta, se puede lograr un crecimiento óptimo y una floración explosiva, garantizando una cosecha de alta calidad.

¿Qué cantidad de fertilizante se debe aplicar a una planta?

Cada fertilizante tiene su propia formulación, por lo que es importante seguir las recomendaciones del fabricante. Un esquema de aplicación típico incluye un riego con fertilizante cada dos o tres días, intercalado con riegos de agua pura para prevenir sobrealimentación.

¿Cómo se aplica el fertilizante granulado?

El fertilizante granulado debe esparcirse alrededor de la base de la planta y mezclarse suavemente con la capa superior del sustrato. Posteriormente, se riega para activar la liberación de nutrientes y facilitar su absorción.

¿Cómo se aplica el fertilizante líquido?

El fertilizante líquido se diluye en agua según las instrucciones y se aplica mediante riego directo. También puede usarse como fertilización foliar, pulverizando la solución sobre las hojas en la fase vegetativa.

ph riego dest

Fertilizantes para crecimiento y floración

Para cada etapa del cultivo, se recomiendan diferentes fertilizantes:

  • Crecimiento: Productos ricos en nitrógeno (N), como compost de lombriz, guano o fertilizantes sintéticos con NPK 3-1-2.
  • Floración: Fórmulas con alto contenido de fósforo y potasio (P y K), como los fertilizantes con relación 1-3-2.

Tabla de fertilizantes para autoflorecientes

Las autoflorecientes requieren menos fertilizante que las variedades fotodependientes. Aquí un esquema orientativo, que va a variar según la genética que se esté cultivando.

Semana Crecimiento (ml/L) Floración (ml/L)
1-2 0 0
3-4 1-2 0
5-6 1 2-3
7-8 0 3-4

 

El papel del nitrógeno en la etapa vegetativa del cannabis

Durante la fase vegetativa, el cannabis atraviesa un período de crecimiento acelerado en el que desarrolla su estructura principal: tallos, ramas y hojas. En esta etapa, el nitrógeno (N) es un nutriente esencial, ya que juega un papel clave en la producción de clorofila, el compuesto responsable de la fotosíntesis. Gracias a esto, la planta puede convertir la luz en energía, lo que le permite generar nuevos tejidos y aumentar su tamaño de manera vigorosa.

Si una planta de cannabis no recibe suficiente nitrógeno durante esta fase, mostrará un crecimiento lento, hojas amarillentas y tallos débiles. Por otro lado, un exceso de este elemento puede provocar un crecimiento desmedido de la parte vegetativa en detrimento de la producción de flores más adelante. Por ello, es fundamental aplicar la cantidad adecuada y elegir las fuentes de nitrógeno más apropiadas para cada tipo de cultivo.

Opciones recomendadas para aportar nitrógeno

Existen diversas fuentes de nitrógeno que pueden utilizarse en el cultivo de cannabis, cada una con características particulares. Algunas opciones recomendadas incluyen:

1. Humus de lombriz

El humus de lombriz es una de las opciones más utilizadas en cultivos orgánicos debido a su capacidad para mejorar la estructura del suelo y proporcionar nutrientes de manera equilibrada. Este fertilizante natural no solo aporta nitrógeno, sino que también mejora la retención de agua y promueve el desarrollo de microorganismos beneficiosos. Su liberación es progresiva, lo que reduce el riesgo de sobrefertilización y permite que la planta absorba los nutrientes de manera eficiente.

El humus de lombriz es un excelente aporte de nitrógeno y restaura la salud microbiana del suelo.

2. Guano de murciélago

El guano de murciélago es otra excelente fuente de nitrógeno, aunque su composición varía según el origen y tipo de dieta del animal. En general, el guano recolectado de cuevas secas suele contener un alto porcentaje de nitrógeno, ideal para estimular el crecimiento vegetativo. Además, este fertilizante orgánico también aporta fósforo y otros micronutrientes que fortalecen la estructura radicular y preparan a la planta para una floración saludable.

3. Fertilizantes sintéticos ricos en nitrógeno

Para quienes buscan una opción de absorción rápida, los fertilizantes sintéticos ricos en nitrógeno pueden ser una alternativa eficiente. Estos productos suelen presentarse en forma líquida o granulada y permiten un control preciso de la cantidad de nutrientes suministrados. Sin embargo, es importante utilizarlos con precaución y respetar las dosis recomendadas para evitar problemas como la acumulación de sales en el sustrato o el estrés en la planta.

Monitoreo y ajustes en la alimentación

Independientemente de la fuente de nitrógeno utilizada, es crucial monitorear de cerca la respuesta de la planta. Un color verde vibrante y un crecimiento constante indican que la nutrición es adecuada. Si aparecen signos de deficiencia, como hojas inferiores amarillentas o tallos débiles, puede ser necesario incrementar la dosis de fertilizante. En cambio, si las hojas adquieren un tono demasiado oscuro o muestran puntas quemadas, es posible que haya un exceso de nitrógeno.