En épocas de una ciencia química todavía algo primitiva y sin los medios modernos de seguridad, un científico suizo llamado Albert Hofmann sufrió un pequeño incidente que habría de cambiar el mundo entero: se topó con el LSD.
Fue en 1943 y en el planeta retumbaban los cañonazos de la Segunda Guerra Mundial. El 16 de abril, Hofmann se encontraba en su laboratorio con un compuesto químico, derivado del Ergot. Fue el día en que volviendo en bicicleta a su casa vio el mundo de una forma nueva.
El 19 de abril de 1943, como aquellos grandes científicos que probaron sus descubrimientos en si mismos, Albert Hofmann ingirió deliberadamente una dosis de 250 microgramos de la sustancia y descubrió los efectos de la dietilamida de ácido lisérgico, bautizada LSD25.
A través de las décadas el LSD dejó su impronta en la cultura, la medicina y la espiritualidad de la segunda mitad del Siglo XX. Hoy, luego de años de una férrea prohibición iniciada en los 70s, vuelven a estudiarse sus soprendentes propiedades terapéuticas. Todo indica que el legado de Hofmann esconde aún tesoros incalculables para la humanidad.
Su animado viaje en bicicleta puede verse aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=_knvynLQpYE
Imagen: Albert Hofmann por el artista psicodélico Alex Grey.