Colombia es uno de los grandes productores de cannabis del continente. Lo fue en la más absoluta ilegalidad y hoy, en el nuevo escenario mundial, está al frente del comercio internacional legal.
Se trata de un escenario complejo donde los grandes capitales adopataron rápidamente una posición ventajosa respecto a las comunidades campesinas que cultivan la planta desde hace décadas y exigen su derecho a formar parte de la nueva industria.
En ese contexto, la Cámara Colombiana de Cannabis Medicinal pidió al gobierno liberar las restricciones a la exportación de flores secas de cannabis y otros derivados.
La ley colombiana alienta la exportación de derivados del cannabis para generar una industria local, los granes capitales piden ahora poder exportar directamente la materia prima
El objetivo inicial de esta medida fue evitar que Colombia se limitara a la exportación de materia prima y se concentrara en la exportación de derivados del cannabis, a fin de desarrollar productos con valor agregado y generar así una industria local.
Por lo tanto, el pedido de los capitales reunidos en torno al negocio del cannabis podría entrar en crisis con ese plan inicial que busca colocar al país como referente de toda la región.
Según las cifras de la Asociación Colombiana de Industrias del Cannabis, durante 2020 se exportaron unos 4,5 millones de dólares en productos derivados del cannabis, un 1,6% más que en 2019.
De acuerdo al último informe de la consultora Research and Markets, Colombia es uno de los 23 países que se perfilan como grandes participantes de un mercado que podría alcanzar un volumen internacional de 358 mil dólares para 2027.