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Tigre: Una mujer y su hijo presos por cultivar

Hace más de dos meses que Stella Maris Núñez y su hijo Alan están presos por cultivar cannabis. La historia comenzó con un allanamiento el 23 de octubre de 2020 que derivó en su detención.

La mujer de 48 años estaba plantando marihuana con fines medicinales en la casa que compartía con su hijo para autoabastecerse de flores, aceite y otros derivados y así paliar los dolores provocados por la esofagitis, hernia hiatal y gastritis que padece hace años.

En el allanamiento encontraron 2 gramos de cogollos, hojas trituradas y 12 plantas de cannabis en estado vegetativo. La causa en su contra sostiene que se dedicaban a la venta de estupefacientes

En el allanamiento encontraron 2 gramos de cogollos, hojas trituradas y 12 plantas de cannabis en estado vegetativo. En ese momento quien quedó imputado fue Alan, de 24 años, acusado de “tenencia de estupefacientes con fines comerciales”.

Al mes siguiente, precisamente el 26 de noviembre, Stella fue detenida a plena luz del día en la plaza de Benevidez mientras se dirigía a trabajar y también fue imputada por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.

Desde entonces Alan está preso en la Comisaría Nro. 4 de Benavidez y Stella en la comisaría de la mujer en Ricardo Rojas, también en esa localidad del partido bonaerense de Tigre.

Empanadas como pruebas

“El fiscal me acusa de venta y lo único que vendía era comida, en la esquina del domicilio y en el mismo domicilio”, nos cuenta Stella, mientras continúa detenida.

“Lo de Stella está en marcado en este tipo de acciones de persecución. Se los acusa de comercializar y lo que comercializaban eran empanadas”, explica Rubén Jones, su abogado.

“Hablan de un comprador previo y se lo adjudican a Alan, luego a Stella. La policía dice que vio un pasamanos y es incomprobable. Si vieron ese pasamano ¿por qué no lo detuvieron en ese momento?”, profundiza Jones.

En una causa llena de irregularidades, el testigo es un policía. “El testigo tiene que tener una asepsia con respecto a la investigación y estas personas son justamente auxiliares de la fiscalía”, detalla el abogado.

Como en la mayoría de los casos, la denuncia contra Stella fue hecha de manera anónima, algo que la ley permite habilitando todo tipo de venganzas. “Cuando me detienen, me entero que la denuncia que inició la investigación la había realizado mi ex pareja, detenido en el penal número 9 de La Plata por violencia de género, denunciado en reiteradas ocasiones por mí”, nos cuenta Stella.

“Cuando me detienen, me entero que la denuncia que inició la investigación la había realizado mi ex pareja, detenido en el penal número 9 de La Plata por violencia de género”, cuenta Stella

Doble vara

“Nosotros estábamos cultivando para mi medicina y ahora me encuentro enferma, presa, al igual que mi hijo”, dice Stella quien perdió la libertad en un momento particular: cuando el Poder Ejecutivo Nacional publicó la nueva reglamentación de la Ley de Cannabis Medicinal.

Según lo publicado en caso de cultivo con finde medicinales se habilita el cultivo personal, solidario y colectivo. Pero para que eso se efectivice se espera que el Ministerio de Salud de la Nación ponga en funcionamiento un Registro Nacional donde las personas puedan inscribirse y quedar protegidas.

“La persecución a los cultivadores y usuarios que no condicen con la realidad social que estamos viviendo”, sostiene Jones. “La provincia sigue actuando contra los cultivadores como si fueran delincuentes. Esto tendrá que cambiar los jueces aplicando la ley como se debe aplicar y no como ahora”.

Además de ser usuaria terapéutica, Stella es una reconocida cultivadora solidaria en Tigre e integrante de la Agrupación Cannabicultores Del Norte.

“Su labor hace años es cultivar y producir aceites y cremas de cannabis para distribuir de manera gratuita a los barrios populares”, aseguran desde la Agrupación Cannabicultores del Norte de la que Stella es miembro

“Stella es una amiga, que milita cada día al igual que nosotros con una fuerza, pasión y alegría admirables. Es desgarrador saber que hace semanas está presa, cuando su labor hace años es la de cultivar y producir aceites y cremas de cannabis para distribuir de manera gratuita a los barrios populares”, asegura Sabrina, compañera de activismo de Stella.

“Necesitamos la libertad de Stella y Alan, no podemos seguir aceptando un país donde esta justicia y esta policía nos gobiernen y nos vulneren. No somos narcos y por eso la libertad no se negocia”, sostienen desde  la Agrupación Cannabicultores Del Norte.

“Necesitamos que alguien nos escuche, tenemos todas las pruebas para presentar. Es una injusticia, necesitamos libertad y que no hayan más presos por cultivar”, pidió Stella, desde el calabozo donde pasa sus días.